Alberto Olvera afirma que por la represión, no se puede hablar con la verdad

Como parte de los comentarios de la conferencia del experto en temas de seguridad, Edgardo Buscaglia, el secretario de la Junta de Gobierno de la Universidad Veracruzana, Alberto Olvera, afirmó que en Veracruz no se puede hablar con la verdad, se tienen que hacer alusiones poéticas de lo que se dice y si no se puede hablar claramente es porque se vive un clima de represión, de represión de pensamiento, de represión de libertad de expresión.

Al concluir la intervención del experto y ante diversos investigadores de la Casa de Estudios, académicos, miembros de la comunidad universitaria enlazados en videoconferencia, destacó el lenguaje del especialista que en México escasea alarmantemente, que es el lenguaje de la franqueza.

Reprochó de manera contundente que una de las características de un país atrasado donde la cultura de la corrupción se nos impone a todos, es el de no poder decir las cosas por su nombre y si en algún estado eso sucede es en Veracruz.

“En Veracruz no se puede hablar con la verdad, uno tiene que hacer alusiones poéticas en lo que se dice, no se puede hablar claramente y si no se puede es porque se vive un clima de represión, de represión de pensamiento, de la libertad de expresión. El ejemplo paradigmático de cómo esta libertad de expresión se acota cada vez más hasta casi borrarse de nuestra vida cotidiana ha sido el asesinato de Regina Martínez y la subsiguiente muerte de otros periodistas”, expresó.

Aseguró que no es exceso decir que nuestro estado vive uno de los momentos más oscuros de su historia y en ese contexto había que ubicar la conferencia del actual presidente del Instituto de Acción Ciudadana México, Edgardo Buscaglia.

Afirmó que el exgobernador Fidel Herrera llevaba maletas de dinero y lo repartía públicamente, “todos lo sabíamos, todos lo sabemos y sin embargo, era tolerado por los veracruzanos; es más, le era festejado”.

El integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) acusó que el ex procurador de Justicia del Estado y ahora candidato a la diputación federal por el distrito de Xalapa Urbano, Reynaldo Escobar, reconoció en un evento en la ciudad de México, nunca aquí en Xalapa en los 10 años anteriores a 2011 habían desaparecido más de 5 mil mujeres en Veracruz y hay más de 500 mujeres asesinadas en ese mismo periodo.

Estimó que en cualquier lugar del mundo tales afirmaciones hubieran dado lugar a un escándalo público, gigantesco, enorme; pero en Veracruz la cifra se tomó como un mero dato, que parecía no tener significación.

Por citar un ejemplo, aseguró que la violencia contra las mujeres alcanza una magnitud verdaderamente espeluznante sin que haya una reacción de la sociedad en contra de esa práctica. Con seguir la nota roja se da cuenta de esto.

Preguntó cuál sería la viabilidad de que un estado como Veracruz dé inicio a un ciclo de reformas como las que propuso Buscaglia, a lo que respondió: minúsculas lamentablemente y en eso “todos” tiene que ver.

Dijo que actualmente se vive el desmantelamiento fáctico de los controles que tanto trabajo costó construir para transitar a la democracia. No sólo se quedó en la superficie, sino que la están echando atrás todos los partidos políticos.

Acusó que nunca se gastó tanto en campañas electorales como en 2010, incluso afirmó que la de Veracruz pudo ser equivalente a la campaña para gobernadores en California, que si fuera país sería la sexta o séptima economía del mundo.

Preguntó a los presentes de dónde pudo haber salido el dinero, no respondió; pero aseguró que no era financiamiento público porque jamás hubiera alcanzado.

Lamentó que si eso no fue suficiente, en la elección federal que vivimos, se repite la misma historia y es que en la entidad se ha vuelto a las campañas de un partido único.

Afirmó que el IFE no tiene ningún control sobre las campañas y por lo tanto se rompió el piso propio que se construyó en el 2000 de establecer equidad en la competencia electoral.

El investigador de la Universidad Veracruzana consideró que esos pasos “hacia atrás” es lo que explica la violencia contra los periodistas, es decir, el hecho que se estén desmontando los controles frágiles sobre el gasto electoral explica que la clase política tenga necesidad de recursos múltiples y no se interese en resolver los problemas del estado, “porque ultimadamente se requieren los fondos que éste (el crimen organizado) proporciona”.