La contingencia de COVID-19 pegó a la matrícula de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV) al punto que la institución nuevamente carece de recursos para pagar a sus profesores o asesores solidarios; además, alumnos acusan cobro de “moches” para aprobar materias.
Al respecto, afectados por esta situación informan que en ciertas licenciaturas están siendo reprobados irregularmente para que paguen exámenes extraordinarios, en su mayoría deben depositar a cuentas particulares para tener el Derecho a las pruebas.
Igualmente, a la fecha son varios los asesores solidarios que optaron por pedir dinero para aprobarlos, pues la Universidad no les está pagando el dinero de su trabajo.
Los estudiantes reportan que tan sólo en la Licenciatura de Derecho, en Xalapa, prácticamente el 50 por ciento de un grupo fue enviado a pruebas extraordinarias injustamente en diversas materias, lo que significa el pago de 150 pesos y 170 pesos extras en caso de que lleguen a título.
Señalaron que la mayoría no cuenta con el recurso para pagar estas pruebas y han comenzado a darse de baja. A esto se suma que no se han registrado inscripciones para el próximo período y varias carreras universitarias podrían no alcanzar la matrícula mínima.
“No tienen dinero para estar pagando todo. Salieron los de noveno y nadie se inscribió a primero y nos dijeron que ya no tenían para pagarles a ellos (los profesores) y que incluso se iba a parar el cuatrimestre antes”, narró un inconforme, quien pide que se omita su nombre y que esta situación se atienda por el Gobierno Estatal.
Afirmaron que en el caso de la carrera de Derecho podrían comprobar que fueron reprobados arbitrariamente.
Explicaron que los profesores se niegan a realizar revisión de exámenes o dicen “que los perdieron” pero si las pruebas ordinarias se revisan se podría constatar el resultado o puntaje real, que distaría de una calificación reprobatoria.
Otro de los alumnos señaló que cada cuatrimestre tiene un costo de 2 mil pesos y que la mayoría de quienes estudian en la UPAV lo hacen con muchos esfuerzos, ya que en general se inscribieron en la Institución porque trabajan.
En otros casos, los afectados han tenido que endeudarse para pagar las materias en las que fueron reprobados de forma injusta.
Agregó que debido a la pandemia del COVID-19, muchos perdieron sus fuentes de trabajo, de ahí que comenzaron a abandonar sus estudios en la UPAV: “Además, a los maestros no les están pagando, algunos ya están pidiendo 'moches'”, reiteró.
“Es una escuela a la que va gente que de verdad hace esfuerzos para poder pagar esos 2 mil pesos y con esta pandemia muchos ni siquiera tienen trabajo y no tienen ese ingreso para poder pagar. Muchos se van a dar de baja porque además de pagar los extraordinarios, no tienen para pagarles las mochadas a los maestros”.
Los inconformes sostienen que se han acercado con los directivos de las carreras con irregularidades pero no les han dado ningún tipo de solución.
Mencionaron que los trámites y asesorías se complican por la contingencia, puesto que las clases presenciales se suspendieron y migraron a plataformas digitales, aunque de seis clases que recibían cada sábado, ahora les ofrecen 3 o 4.
“Hay maestros que sí lo hacen bien pero hay otros que si su clase era las 3 de la tarde empezaban a las 4 y sólo daban cinco minutos para dejar trabajo y nos citaban hasta la próxima sesión”.
Finalmente, expusieron que no todos los estudiantes de la UPAV pueden hacer uso de las plataformas digitales porque viven en comunidades en las que no se cuenta con el servicio de Internet o simplemente carecen de equipos.
“Hay gente que ni siquiera tiene un dispositivo con cámara y se comentó que había alumnos en ese caso; en este caso hubo maestros que sí comprendían pero había otros que decían que no era su problema y que debían atender las clases por esa vía”, señalaron.