El alza de la gasolina, tarifas de electricidad y materia prima que se mueve con energéticos, pone en riesgo a restauranteros de Orizaba y la región, ya que para soportar los incrementos, deberán aumentar el costo de los platillos y con ello se puede dar la posibilidad del cierre de algunos establecimientos.
David Castañeda Roldán, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC) en la región Córdoba-Orizaba, lamentó que esta situación siga generando un fuerte golpe para empresarios y clientes.
Y es que tal situación los obliga a generar un incremento en el costo final del servicio, lo cual genera de manera directa un impacto para el cliente quien deja de asistir a los restaurantes, y al no haber ventas se pone en riesgo la estabilidad del negocio y la fuente de empleo de quienes ahí laboran.
“A ojos vistos se podría dar un incremento, pero nosotros como restaurante tenemos que volver a reestructurar nuestras condiciones, porque un incrementos a estas alturas, lo va a resentir el comensal”, subrayó.
Admitió que el restaurante no es un objeto de primera necesidad, es más bien un alternativa para convivir, no cocinar y pasarla bien, por ello consideró que se debe mantener los precios y esperar a ver si se hace efectivo el incremento en el servicio de energía eléctrica del 8 por ciento, con lo cual sí tendrían que realizar un ajuste de precios.
Y es que a pesar de que la gasolina, energéticos y electricidad pudieran incrementar de un 3 a un 8 por ciento, como empresarios restauranteros no podrían incrementar el costo de los productos en un 5 por ciento, pues se corre el riesgo de no vender y cerrar algunos establecimientos.
Son tiempos difíciles para la industria restaurantera, admitió, y muchos en estos momentos se deben replantear el cierre de sus establecimientos, recortes de personal o el cambio de giro empresarial, pues los incrementos a la gasolina, electricidad, productos de la canasta básica y el cumplir con obligaciones fiscales, seguridad social y pago de nóminas, se vuelven casi imposibles de sostener.