Analí, instructora de danza para niños, ejemplo para personas con capacidades especiales

Sueña con viajar a Disneylandia y ser maestra de danza, a sus 21 años y con síndrome de Down regular, Analí Zamora Lagunes, está enfocada de lograr sus metas.

Extrovertida, segura de sí misma, responde con una sonrisa a las preguntas de la entrevista, mientras relata que hace poco terminó sus estudios de preparatoria, un gran esfuerzo a pesar de que en un momento de sus estudios vivió una etapa de bullying.

Tiene en sus manos el folder en el que lleva el mensaje que leerá en pocos minutos pues será maestra de ceremonias en un evento enfocado en la sensibilización hacia las personas con discapacidad, pero no se nota una pizca de nerviosismo en ella.

Lo que más le gusta es el ballet, lo practica desde muy niña y disfruta compartir lo que ha aprendido con otras niñas.

“Me gusta bailar, cantar, reír compartir con los amigos”, dice, también le gustan los peces.

Alfredo Zamora Servín, profesor jubilado de la Escuela Normal Veracruzana es el padre de Analí. Relata que desde los 43 días de nacida estuvo en un Centro de Atención Múltiple de Intervención Temprana.
Desde el inicio fue atendida, ha acudido a terapia del lenguaje, natación, porque se siguieron las recomendaciones que se les hicieron desde que comenzaron con la intervención.

Recuerda que la maduración fue exitosa e inició en el jardín de niños anexo a la Benemérita Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen”, posteriormente a la Escuela Primaria Práctica Anexa.

Lo difícil se presentó después, cuando entró a la escuela telesecundaria “Revolución Mexicana” en la colonia Revolución, en donde sufrió bullying y se vieron en la necesidad de cambiarla de institución e ingresó al Colegio Teresitas.

Zamora Servín comenta que los estudios de Analí se detuvieron debido a una delicada situación en su salud, pero esperan que en septiembre de este año ingrese a la licenciatura en danza en la escuela “Nandehui” en donde ha estudiado ballet por varios años.

“Nos satisface a su mamá y a mí, que Analí sea como es, porque es una niña extrovertida, es libre, es feliz, y ahora que estuvo enferma nos preocupó porque la veíamos apagada”.

Actualmente Analí es ayudante en la instrucción de las niñas pequeñas en esta escuela y sus padres orgullosos esperan que continúe superándose; además el apoyo de su hermana Alexa es fundamental, quien también tiene un enorme gusto por el ballet, ambas hermanas se acompañan en su afición.