En el uso y las costumbres del cacicazgo, en la comunidad de Furberos, la familia de Felipe Cruz y su esposa Esperanza García fueron desalojados bajo la fuerza de Moisés Lagunes Lechuga, habitante y dueño de hectáreas del municipio de Espinal y que, representándose como comisariado ejidal de Coatzintla, se ostenta como dueño de las tierras de esta familia.
Felipe y Esperanza son adultos mayores, que desde 1976 habitan como posesionarios de 12 hectáreas de tierras en el ejido Fuberos, en Coatzintla.
Felipe recordó en el pasado que adquirió estas tierras siendo trabajador del campo, con María Rita Domínguez López.
Mencionó que Moisés Lagunes Lechuga fue antecesor de estas tierras y las cedió a María Rita, pero señaló que se realizó de manera ilegal, ya que en esa época compró hectáreas sin la autorización de ejidatarios y sin discusión en asamblea, de acuerdo a las normas que rigen a las comunidades del municipio coatzinteco.
El terrateniente oriundo de Espinal presentó documentación con derechos a estas tierras, que ahora son de la familia Cruz García, con fecha del 2006, donde su madre es la supuesta dueña; esto es lo que cuestionan los hijos de Felipe como falsedad respecto a la certeza jurídica que ostenta Moisés Lagunes.
En las tierras de Felipe y Esperanza, seis hijos están bajo el mismo techo, así también con sus propios descendientes, niñas y niños que fueron testigos del uso de la violencia para intimidar a sus abuelos y a sus padres.
En ese tiempo, desde el 2006, se han interpuesto distintas denuncias ante el ministerio público, la Procuraduría Agraria, Derechos humanos y Registro Agrario Nacional, sin que haya respuesta a las acciones de las que han resultado agraviados en los últimos años.
El pasado 8 de marzo, Mateo Cruz García relató los hechos en que Moisés y su hermano Eduardo, se presentaron a las tierras de su padre, Felipe Cruz, los encerraron con empujones a todos los integrantes de la familia, con motosierras les quitaron el servicio de energía eléctrica, se llevaron el dinero que tenían en su haber y la policía, pese a que se logró el llamado de auxilio por celular, jamás llegó.
Luego de la intimidación, le pidieron ayuda al agente municipal de Furberos, Pedro Vega de la Cruz, quien respondió “que no podía”.
Como la familia Cruz García, pese a las advertencias, no abandonaron las tierras, Moisés y Eduardo Lagunes volvieron al lugar.
“¿Sigues aquí? ¡No entiendes, que se larguen a la chingada”, expresiones del terrateniente espinalteco.
Esta vez la familia solicitó la intervención de la Policía Intermunicipal Poza Rica-Tihuatlán-Coatzintla (PIPTC), Moisés y sus colaboradores huyeron ante la presencia. Se logró la detención de Avelino Pérez, José Dávila y Joselyn Pérez, quienes aceptaron su participación en el intento de despojo y amenazas de muerte, pero las autoridades los dejaron salir en libertad ante la falta de respuesta a las denuncias interpuestas.
“Que la justicia diga si debemos permanecer ahí o no. Pedimos el apoyo del gobernador Javier Duarte, de la forma más gentil, Moisés Lagunes es un ganadero con 300 hectáreas y nosotros sólo somos campesinos que no tenemos estudios pero que sembramos maíz”, dijo Mateo, hijo de la familia agraviada.