Ir a Menú

Ir a Contenido

Sección: Estado de Veracruz

Anestesiólogos, vitales durante intubación de pacientes graves por Coronavirus

- Procedimiento se requiere, pues se inflaman bronquios y no permiten paso del oxígeno

- Se debe hacer en quirófano pero por la urgencia se hace en áreas COVID

Lissette Hernández Orizaba, Ver. 18/09/2020

alcalorpolitico.com


Click para ver fotos
Los anestesiólogos se han convertido en una figura importante para la atención de los pacientes con COVID-19, ellos son los encargados de intubar a los enfermos que requieren apoyo ventilatorio para respirar.

Este personal es parte fundamental y durante esta pandemia se ha enfrentado a un sinnúmero de casos difíciles, al menos así lo dio a conocer Juana María Renaud Zepeda, con 15 años de antigüedad, adscrita a la jornada acumulada de sábado y domingo, en el Hospital General Regional (HGR) del IMSS en Orizaba.

Ella ya realizó alrededor de 20 intubaciones en lo que va de la epidemia y dentro de sus casos más complicados está el de una mujer de 140 kilos de peso, quien tenía comorbilidades como diabetes e hipertensión.



La doctora especialista indicó que la intubación es acceder a la vía aérea del paciente, específicamente por la tráquea, meter un tubo que se conecta a un ventilador para que respire.

“Con COVID-19 hay inflamación en los bronquios, que se cierran y no permiten el intercambio de oxígeno y provoca una sensación de ahogamiento; y en el cerebro se acumula dióxido de carbono que no permite respirar”.

Dijo que este tipo de procedimientos, en circunstancias habituales, se realizan en quirófano pero por la pandemia, fue preciso adaptarse a las circunstancias y ahora se efectúan en el área COVID.



Para poder realizarlo se implementan las medidas de protección para evitar un contagio, con trajes que aumentan cuatro centímetros el volumen corporal, uso de goggles y caretas que restan visibilidad; y hasta tres pares de guantes que limitan la sensibilidad. “Tarea difícil pero que hemos cumplido con el valioso apoyo del personal de enfermería”.

Añadió que para que la técnica se realice con éxito, es preciso que el paciente esté en un estado total de inconciencia, para lo cual se aplican medicamentos que reducen el dolor y relajan los músculos, momentos cruciales para proceder a la intubación, la cual se dificulta, por ejemplo, cuando existe una vía aérea difícil, sobrepeso o el cuello es corto.

“Se cuenta con un minuto para proceder, ya que el paciente se encuentra en un alto grado de vulnerabilidad, de ahí la importancia del trabajo coordinado con enfermería, que son quienes suministran el medicamento. Y previamente, la intervención del personal responsable de la operatividad de la conexión de ventiladores; es un trabajo en equipo que nos da soporte para hacer lo mejor para el paciente”.



Recordó que los pacientes con COVID-19, al permanecer hospitalizados, separados de su familia y con procedimientos invasivos, desarrollan altos niveles de tensión, ansiedad, miedo e incertidumbre, que impacta en su frecuencia respiratoria.

“En lo personal, me funcionó compartir con ellos meditaciones en audios, tocarlos, escucharlos, lo que también permite valorar, a través de la forma en que hablan, al pronunciar determinadas palabras, escucharlos respirar, cómo están funcionando sus pulmones. Esta interacción contribuye a mejorar sus signos vitales, la frecuencia cardiaca y el nivel de oxigenación”.

Y para poderse cuidar, el personal lo que sigue haciendo es realizar los protocolos institucionales para la colocación y retiro de los Equipos de Protección Personal (EPP), se baña en el hospital; y en casa, desinfecta su calzado, se asean de nuevo, se cambian de ropa y,entonces así ya pueden estar con su familia, dijo la anestesióloga.