Ante tanto “gordo y barrigón”, Arzobispo pide cuidar el cuerpo también “por fuera”

En su homilía dominical, el arzobispo de Xalapa, Hipólito Larios, abordó el tema de la transfiguración en la tercera etapa de la cuaresma, que inició con el miércoles de ceniza.

Larios expresó que hay muchas maneras de transformar el cuerpo ya que “las películas, las revistas hablan de cuerpos esbeltos, bien formados; con el rostro resplandeciente, juvenil”.

Indica que no obstante, estos cambios no deben ser lo principal ya que lo que importa es la riqueza espiritual y “cuando llegamos a lo más íntimo de nuestro ser, se refleja”.

Mencionó que es necesario cuidar el cuerpo ya que “los mexicanos estamos en el segundo lugar de los más gordos y los más barrigones, incluso se habla de los niños, sí es necesario el cuidado del cuerpo, pero es parte de nuestra educación; mente sana en cuerpo sano y podríamos decir espíritu profundamente unido a Dios en Cristo, en un cuerpo que sirve al señor, pero que se cuida de los excesos, de los abusos”.

Pidió a los feligreses que esta transfiguración sea motivo de gozo, “seamos hombres y mujeres de oración”.

Refirió que los fenómenos que se han suscitado son motivo de miedo no obstante deben ser el inicio de una transformación a la fe.

“Nos espantamos con los terremotos, huracanes, tsunamis, con esos fenómenos naturales y vemos las catástrofes y las vidas humanas que cobra; pero el sufrimiento tiene un valor redentor y la cruz de Cristo es realmente salvadora”.

Concluyó invitando a los fieles a conservar su fe y su fidelidad en estos tiempos de prueba.