Ante violencia, para sobrevivir, periodistas de Veracruz se autocensuran

El fotorreportero Félix Márquez señaló que en el camino “se han quedado y se siguen quedando” colegas debido a que Veracruz es el Estado más peligroso para periodistas en el país.

Refirió que luego de que el fotoperiodista Rubén Espinosa fue asesinado, él tomó la decisión de ya no cubrir hechos de violencia de la misma forma que en el pasado, pues ahora considera a familiares y otras situaciones que involucran a las víctimas de este flagelo.

“Después del asesinato de Rubén Espinosa yo dejo de fotografiar estas cosas de manera directa. Ir a los lugares, a los hechos, dejo de hacerlo”.



Al presentar su libro “Testigo de la Violencia”, que documenta la crisis de inseguridad que golpeó a la entidad entre el 2007 y 2017, reconoció que ha aplicado la “autocensura”, pese a que esto es cuestionado por los mismos reporteros.

“Pero la autocensura es un método de supervivencia, definitivamente, yo lo viví (…); pero tenía acumulado una archivo de 10 años de prácticamente todo el Estado, desde el norte hasta el sur que dan origen a este libro (…).

“Nos enfrentamos a masacres, a 35 cuerpos desmembrados en la zona turística de Boca del Río, a fosas clandestinas con 300 cuerpos. Si esto no es una guerra entonces qué es”, planteó Márquez.



En su presentación en los foros que organiza la Feria Internacional del Libro Universitario 2019 (FILU), resaltó que la entidad se encuentra inmiscuida en una zona de guerra que es comparada con lo que sucede en otros países.

Detalló que en su caso la autocensura comenzó desde el asesinato de la reportera Yolanda Ordaz, en donde consideró dejar de cubrir algunos eventos; no obstante, todavía registró hechos como el surgimiento de autodefensas en Soledad Atzompa.