Apoyar gente necesitada, como el padre Solalinde, implica riesgos de seguridad: Hipólito Reyes

El arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, consideró que cuando una persona está inmersa en apoyar a gente necesitada, como los migrantes, se expone, tal y como en el caso del padre Solalinde, quien tuvo que dejar el país por cuestiones de amenaza de muerte.

"No me extraña porque él está metido en un ambiente de muchos problemas, con personas que vienen de paso, algunas se quedan. Él, como se define, es un misionero ‘terco’ como dijo en alguna ocasión. No estamos tan enterados, pensaría que es algo como pequeño que no se puede agrandar tanto".

Mencionó que también es conveniente su salida ya que después de estar mucho tiempo en algo, se debe retirar un tiempo. Indicó que el caso del padre Solalinde es una situación muy especial ya que él actúa por su cuenta.

"No es que sea una representación total de un grupo. El Obispo lo respalda pero no depende de la diócesis de Tehuantepec".

Recordó su experiencia en Orizaba, donde la Policía le cerró el centro de migración, pese a que ya estaba la casa establecida.

Respecto al proceso electoral todo el mundo tiene derecho a decidir lo que quiera, ya que eso está avalado por la Constitución y Derechos Humanos. Respecto a la feligresía mencionó que la ven con deseos de participar y que la mayoría de los laicos son gente que conoce cómo está la situación y lo que tiene cada candidato.

Indicó que ellos, como Ministros de la Iglesia, no van a inducir el voto por algún partido político. Refirió que a un mensaje del episcopado que habla de varios aspectos entre los cuales se encuentra la participación ciudadana. La semana pasada, como presbiterio, asistieron a una reunión de iluminación con algunos profesores de sociología donde les informaban sobre la situación del país.

"También se les preguntaba cuáles eran los límites de la participación de los clérigos, no podemos pertenecer a ningún partido ni abogar, sino ser neutrales en todo lo posible, es lo que la ley marca".

Durante su homilía, el Arzobispo exhortó a los fieles para ser discípulos misioneros ya que no sólo es trabajo de los sacerdotes o monjas.

"Cuando alguien ha encontrado a Jesucristo totalmente su vida se transforma, por eso es indispensable ese encuentro. Hay que cumplir ese mandato. Ojalá esto llegara a los corazones de todos y así tendríamos quizá menos violencia, inseguridad, menos temor, porque donde Cristo habita ahí está la paz".

Finalmente, exhortó a los fieles para meditar sus acciones y vivir en la fe para hacer de esta una mejor sociedad.