Integrantes de la Coordinadora Nacional de Artesanos y Comerciantes, provenientes del Distrito Federal y Puebla, acudieron al palacio municipal de Veracruz, donde 600 personas decidieron bloquear la avenida Zaragoza y manifestarse a favor de 57 compañeros que venden en el puerto, ya que personal de comercio les quitó sus muebles y les negó que vendieran.
Ellos fueron engañados con la promesa de obtener credenciales para no ser molestados y poder vender sus productos –muebles de madera– a cambio de donar sus muebles de madera para unos damnificados.
Luego de que entregaron los muebles en noviembre del 2009, a una autoridad municipal, ya no les reconocen el acuerdo y en cambio mandaron a quitarles su mercancía para no seguir venciendo en las calles del puerto de Veracruz.
Al respecto, el Presidente de la Coordinadora Nacional de Artesanos y Comerciantes, Álvaro Romero Rojas, dijo que cuando llegó el licenciado Gilberto Iglesias, como director de Comercio, llamó a los compañeros para decirles que había en cierto lugar damnificados y que necesitaban muebles.
Entonces le dijeron «que si ustedes donan los muebles, nosotros como Ayuntamiento hacemos el compromiso de respetarlos siempre y se va hacer una minuta de trabajo».
A final de cuentas no hubo minuta de trabajo, pero les dijeron que les iban a dar sus gafetes; ellos entregaron los muebles en noviembre del 2009, pero llegó el momento que ni gafetes les dieron, en cambio empezaron a recoger los muebles a sus compañeros artesanos.
El Presidente de la Coordinadora Nacional de Artesanos y Comerciantes, Álvaro Romero Rojas, aseveró que esto fue una mala fe de las autoridades y ellos, en apoyo a sus compañeros, decidieron plantarse a las afueras del Palacio Municipal y entrevistarse con el alcalde.
Incluso aseveró que de no haber un acuerdo, mandaría a llamar a más compañeros suyos, los cuales están en otros estados del país y se plantarían afuera de la alcaldía.
Las autoridades municipales y los artesanos y comerciantes de muebles de madera procedieron a un diálogo dentro de las instalaciones, mientras el resto de manifestantes esperaron en los bajos y el patio del ayuntamiento.
Finalmente llegaron a un arreglo, en el sentido de que les otorgaron permisos a 60 comerciantes para no ser molestados por autoridades de comercio ni agentes de vialidad y poder comercializar sus productos.