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Sección: Estado de Veracruz

Arzobispo de Xalapa anduvo por Israel dos semanas como invitado a la asamblea internacional de Obispos

En su homilía dominical habló de su experiencia en este viaje y refirió la importancia del amor y la amistad

?ngeles Godoy Morales Xalapa,Ver 18/04/2010

alcalorpolitico.com

El arzobispo Hipólito Reyes Larios inició su homilía dominical informándole a los fieles dónde había estado estas dos semanas. “En estos días, en el domingo de Pascua, fui invitado por parte de los hermanos del neocatecumenado; ellos hicieron una asamblea con muchos obispos, como 130 de varias naciones, ahí en Israel”, declaró el arzobispo.

Añadió que su estancia la pasó en la Domus Galilea -Casa de Galilea-, “ahí van a dar todos los hermanos y hermanas que terminan el camino neocatecumenal; en la vigilia pascual terminaron dos comunidades, una de la Catedral, otra del Calvario y hace un año terminó una comunidad de Coatepec, se llevaron mucho tiempo, las de aquí llevaban más de 35 años y les decía que unos se graduaron casi para bien morir”.

Hipólito agregó que entre los graduados está el Padre Quintín López quien en estos días irá con estos grupos, “Dios mediante en esta semana y estará también en Israel; harán una visita a Roma con el Papa, para hacer su profesión de fe y se hospedarán en esta casa Galilea”.

En esta ocasión el arzobispo visitó varios lugares “es muy pesado el viaje, son más de 24 horas para llegar de casa a casa, nos llevan 8 horas de diferencia y el organismo siente el cambio; así estuvimos”.

Aseguró que uno de los lugares donde se celebró la eucaristía durante su estancia en Israel fue el Cenáculo, “ahí donde Jesús realizó la última cena y otro Tabga -Lago de Tiberíades o Mar de Galilea-, es un lago donde desemboca el río Jordán, cuyas aguas vienen del famoso monte Hermón, donde ocurrió precisamente el evangelio de hoy”.

En su homilía, Reyes refirió la importancia del amor y de la amistad, “los discípulos no eran perfectos, eran pecadores, cobardes, sacatones, temerosos y en cierto grado hasta ignorantes, no eran gente muy preparada; unos eran pescadores, otros publicanos; Jesús escogió de la gente no mejorcita de su tiempo y sin embargo, él los ama y los hace hacer maravillas”.

Reyes hizo hincapié en que la humanidad no es como Jesús, “si una persona nos falla, si alguien nos defrauda, generalmente ya no queremos nada con esa persona; Jesús no”.

Refirió una parábola árabe donde dos amigos iban por el desierto, “uno de ellos se molesta y le da un golpe en la mejilla a su mejor amigo, éste se sintió ofendido y escribió en la arena -hoy mi mejor amigo me ha golpeado-; siguieron caminando por el desierto y llegaron al mar. Ahí se metieron a nadar. De repente el amigo ofendido se estaba ahogando y el que lo había golpeado lo salvó. Cuando llegaron a la playa el que había sido rescatado escribió en una piedra -hoy mi mejor amigo me ha salvado la vida sacándome del mar-. El otro le preguntó que por qué cuando lo golpeó escribió en la arena y le contestó -porque lo que se escribe en la arena se lo lleva fácilmente el viento y lo que se escribe en la piedra permanece para siempre-”.

Reyes invitó a los fieles a perdonar las ofensas “las que hayamos recibido, escribirlas en la arena; y todos los favores que hayamos obtenido o recibido de otras personas y principalmente de Dios, escribámoslas en mármol, de tal manera que permanezcan”.

Concluyó exhortando a la congregación a sentirse amados por Jesús para poder ser buenos cristianos y ser fieles a la palabra de Dios, “es indispensable conocer su amor y corresponder a él; Dios es fiel, nos perdona todo; aunque seamos pecadores Cristo nos conoce por eso lo criticaron pro él dijo -yo no he venido a esta tierra por los justos, sino por los pecadores y hay más alegría en el cielo por un pecador que se arrepiente que por 99 justos que no necesitan del arrepentimiento-. Por eso confiemos en el amor de Cristo y correspondamos a él con todo nuestro corazón.”