Ir a Menú

Ir a Contenido

Sección: V?a Correo Electr?nico

La ciencia desde el Macuiltépetl

Asalto a la educación

Manuel Mart?nez Morales 03/02/2012

alcalorpolitico.com

La Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) es una engañosa estrategia puesta en marcha por el gobierno federal en contubernio con la líder vitalicia del SNTE, Elba Esther Gordillo, con el propósito de intentar acabar con lo mejor de la educación pública en México. Es cierto que el sistema de educación pública adolece de incontables deficiencias, muchas de ellas atribuibles, precisamente, a la corrupción que permea al sindicato de maestros, hoy dirigido por la señora Gordillo. Aunque también habrá que precisar que ello no es motivo suficiente para pretender acabar con los derechos laborales del magisterio, como se pretende con la implantación de medidas derivadas de la ACE.

Sin embargo, el problema es de mayor fondo y tiene que ver con el proyecto del imperialismo estadunidense para imponer en forma determinante su proyecto de dominación en América Latina, y que en el caso de la educación se traduce en políticas dictadas por el Banco Mundial. Veamos un antecedente reciente que nos permitirá acercarnos a un entendimiento de los objetivos reales de la ACE.

Hace algunos años se implantó en Colombia el Proyecto de Educación Rural (PER) del Ministerio de Educación Nacional (MEN), en apoyo al Programa para el mejoramiento del acceso y la educación en Colombia, que se ha venido implementando gracias al préstamo No. 7540-CO, del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) del Banco Mundial, el cual ha contado con 40 millones de dólares. Entre los objetivos que se persiguen en éste se encuentra identificar posibles soluciones pedagógicas, administrativas y financieras para la gestión de la educación, centrándose en cinco aspectos: desarrollo humano, cobertura, eficiencia, equidad y calidad, buscando así la descentralización de la educación. Otro de los objetivos expresados en el PER, y de los que se enorgullece el Banco de apoyar, es la promoción de la cobertura y la calidad de los grados 0 a 9 en zonas rurales. Así mismo, “el proyecto se ha propuesto apoyar al MEN en lo concerniente a la gestión y generación del conocimiento, la evaluación y promoción de nuevas actividades y políticas de impacto local y nacional, así como ser un supervisor de la calidad y la equidad de los servicios educativos; el proyecto también tendría el alcance de ser asistente técnico para apoyar el fortalecimiento de la capacidad de los municipios para promover el desarrollo de la educación”.(Julián Romero: Revista Electrónica de Pedagogía: www.odiseo.com.mx/libros-resenas/observando-aula-clases-metodologias-politicas-emprestitos-banco-mundial-para-tercer)

El Banco Mundial comenzó a otorgar préstamos para educación en 1962, dieciocho años después de haberse creado, imponiéndose una nueva manera de definir la educación, oponiéndose a la tendencia de entender la educación como un derecho humano, planteando que la educación, como otras formas de inversión en capital humano, puede contribuir al desarrollo económico y aumentar el ingreso de los pobres.

Y cuando se refieren al capital humano, en las sustentaciones del Banco, organismos internacionales y hasta de los gobiernos (principalmente los que recurren a los créditos o los patrocinan), lo definen como el conjunto de habilidades y competencias económicamente relevantes y capitalizables de una población económicamente activa, siendo los seres humanos un –como cualquier otro- capital o recurso. Y si la educación es la producción eficiente de capital humano, se supondría que es la máquina hacedora de ejércitos rentables, de gente cualificada y lista para enfrentarse a las demandas económicas, un capital o recurso para el desarrollo, de esta manera se sustenta la educación como una mercancía por la que hay que pagar. Si atendemos a la perspectiva de los Derechos Humanos, la educación sería un fin por sí solo, y no un medio para la productividad de la economía, un medio para preparar a los estudiantes frente a la vida social, para la participación política e intelectual, para el desarrollo de los seres humanos y de las cualidades individuales y étnicas, culturales y artísticas; una educación para que las personas sepan cuáles son sus derechos en un Estado de deberes.

Si se revisan con cuidado los planteamientos de la ACE, y las medidas ya implementadas: la prueba ENLACE, la evaluación universal de los maestros, etcétera, se puede apreciar que esta estrategia corresponde perfectamente con los planteamientos del Banco Mundial, por lo que la verdadera intención de la Alianza queda al descubierto: desmantelar la educación como un derecho universal, en el sentido arriba apuntado para sustituirla por una educación orientada al mercado. Los seres humanos, sujetos del proceso educativo reducidos a simple “capital humano”, y no contemplados en la multiplicidad de dimensiones que los definen como seres libres y autónomos.

Un verdadero asalto a la educación. No debemos permitirlo.

Reflexionar para comprender lo que se ve y lo que no se ve.