Ascienden y condecoran a militares que ejecutaron actos de heroísmo

Germán Javier Jiménez Mendoza, comandante de la 26 Zona Militar, expuso que las circunstancias por las que el Ejército Mexicano ha transitado han sido difíciles y sólo ha sido posible superarlas cuando se dispone de personal con la preparación y determinación necesarias.

Este 20 de noviembre, 103 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana, el General de Brigada Diplomado de Estado Mayor, encabezó la ceremonia de ascenso y condecoraciones a militares destacados. Ahí, subrayó que los logros son para recapacitar en lo que se ha hecho bien, pero también para corregir errores.

Enfatizó que quienes reciben una condecoración son ejemplo permanente para quienes integran las fuerzas armadas, puesto que son mexicanos tanto civiles como militares, que han ejecutado actos de heroísmo excepcional con riesgo de su vida.

“El progreso y bienestar merecen nuestra dedicación permanente. La coordinación y la colaboración de quienes asumen su responsabilidad con pasión y con espíritu de servicio, son esenciales para estas tareas. El 20 de noviembre también se premia a los servicios de la patria, a la capacidad profesional, a los hechos meritorios con el otorgamiento de la condecoración correspondiente”, destacó.

Asimismo, sostuvo que dichas condecoraciones se portan con orgullo en los uniformes, pues representan el servicio ininterrumpido en activo que independientemente de verse incrementadas las percepciones con el pago de una prima; tiene significado de la experiencia, de la entrega al servicio sin escatimar esfuerzos y la firme convicción de ser militar.

Acompañado del gobernador Javier Duarte, diputados, alcaldes y funcionarios del gabinete estatal, el mando militar hizo hincapié en que esta fecha es el marco propicio para otorgar los ascensos a quienes se han esforzado por obtenerlos y para imponer las condecoraciones a los militares que han tenido un desempeño sobresaliente dentro de la carrera militar.

Expresó que este 20 de noviembre es un día de fiesta, pues quienes obtienen un grado más dentro de la jerarquía militar, saben que éste es resultado de su esfuerzo diario, pues han sido evaluados durante todo el tiempo de servicio, respecto a su antigüedad, la conducta civil y militar que han observado, rendimiento en las áreas de valor, instrucción, aptitudes, desempeño profesional, calidad de apreciaciones y recomendaciones, así como su desempeño en el adiestramiento militar.

Subrayó que obtener el ascenso no es nada sencillo, puesto que también se consideran las reacciones ante una situación de presión, además de haber sido valorados en los exámenes médicos, físicos y culturales de promoción en los que tuvieron que demostrar sus conocimientos, capacidad física que les permitirá en todo momento, cumplir con eficacia las diferentes misiones que se le asignen en cualquier tiempo.

El mando militar recalcó que no es nada fácil y sólo muy pocos -de aquellos que lo intentan-, alcanzan la meta, de tal manera que si bien se incrementan sus percepciones, eso no es lo más importante, lo más importante es aceptar con dignidad las nuevas responsabilidades que la jerarquía confiere, pero sobre todo aceptar la autoridad que se les va concediendo grado con grado.

Finalmente, destacó que el instituto armado requiere que su personal esté cada vez mejor preparado para estar a la altura de las exigencias del pueblo y del gobierno.