Tras un aumento súbito de los casos de COVID-19 desde principios de enero, como consecuencia de la temporada invernal y las festividades navideñas, el Estado de Veracruz “rozó” el color rojo o de riesgo máximo del semáforo epidemiológico federal, aunque hasta la fecha lo ha librado.
Las cifras más recientes dan cuenta de 53 mil 849 casos acumulados desde el inicio de la pandemia hace casi un año, que abarcan 209 de los 212 municipios; por su parte, los fallecimientos se ubican en 7 mil 773 y los sospechosos de la enfermedad respiratoria viral que continúan en investigación totalizan 11 mil 96.
Y es que después de permanecer durante varios meses con poca dispersión del virus SARS-CoV-2 y de descender hasta estar en color verde o de riesgo bajo por 15 días, la Entidad registró un nuevo pico de contagios el 22 de enero, cuando la Secretaría de Salud informó la confirmación de 492 infecciones, manteniéndose el promedio semanal por encima de los 300.
El mes pasado, Veracruz se mantuvo en un “trampolín”, con días bajos en nuevas infecciones y aumentos drásticos de casos confirmados, siendo los más altos, a parte del ya mencionado, el 8 de enero, cuando se detectaron 439 casos, seguido del 9 de enero con 405.
Para el 23 de enero nuevamente se “dispararon” los casos a 406, bajando paulatinamente en los siguientes días, para repuntar el 28 y 30 de enero a 368 y 383 contagios nuevos respectivamente.
Según los datos oficiales, febrero inició con baja incidencia de COVID-19 y así se ha mantenido a lo largo de la primera quincena, aunque destacan el 5 y 6 de febrero con 346 y 333 casos confirmados por las autoridades de Salud.
Alertas preventivas
Cabe recordar que una semana antes del pico máximo de casos, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez promulgó la primera alerta preventiva, que limitó la movilidad en 12 municipios: Actopan, Cazones de Herrera, Espinal, Gutiérrez Zamora, Tecolutla, Orizaba, Papantla, Poza Rica de Hidalgo, San Rafael, Tihuatlán, Veracruz y Xalapa.
La presencia del COVID-19, principalmente en las grandes urbes veracruzanas, nuevamente trajo presión al débil sistema de salud, que aunque fue reforzado en los meses de abril y mayo de 2020, experimentó un aumento en el número de hospitalizaciones, prendiendo los “focos” en zonas como Poza Rica o Papantla.
Las advertencias y recomendaciones de las autoridades sanitarias, en sus conferencias nocturnas, y del propio mandatario de evitar reuniones, fiestas y eventos masivos, parecían no tener eco en la sociedad, llevando a ampliar las restricciones en más demarcaciones, conforme el mapa estatal que iba cambiando de tonalidades verdes y amarillas a naranjas y rojas.
Un día después del pico máximo registrado de nuevos contagios, el titular del Ejecutivo publicó la segunda alerta preventiva que estuvo vigente del 22 al 24 de enero en 84 municipios.
El decreto fue publicado en la Gaceta Oficial del Estado, estableciéndose que en un horario de 07:00 a 18:00 horas no se podría circular en vehículos en el centro de sus cabeceras municipales.
Pero el inminente riesgo de regresar al color rojo obligó a la máxima autoridad veracruzana a emitir una nueva orden ejecutiva, la tercera en su tipo, para restringir la movilidad vehicular en 84 de los 212 municipios, del jueves 28 de enero al martes 2 de febrero.
Una semana después se dio la cuarta alerta, cuyo nombre fue “Quédate en casa”, restringiendo la circulación del 12 al 15 de febrero en los primeros cuadros de 118 demarcaciones veracruzanas, a propósito del Día del Amor y la Amistad.
Sin embargo, es preciso destacar que en el caso de las celebraciones por San Valentín, algunos restaurantes en diversos municipios como Boca del Río tuvieron una aglomeración considerable, de ahí que sea igualmente necesario esperar para constatar si existió un repunte.
Proyectan regreso a clases presenciales
La disminución de los contagios, que el Gobierno atribuyó a las cuatro alertas preventivas, reavivó la posibilidad del regreso a clases presenciales, suspendidas hace casi 11 meses y trasladadas al escenario virtual en todos los niveles educativos.
El pasado 15 de enero, Cuitláhuac García Jiménez afirmó que de continuar la tendencia a la baja de las infecciones de coronavirus, el próximo ciclo escolar sería presencial en Veracruz.
En ese sentido, aseveró que el retorno de los estudiantes a las escuelas es necesario, pues a su juicio “el aspecto presencial genera un acelerado aprendizaje de los alumnos”.
Por lo pronto queda esperar el comportamiento de la pandemia y el avance de la vacunación contra el COVID-19, que en el caso del Estado continúa con la inmunización de los adultos mayores de los municipios con más alta marginación, luego de inocular al personal sanitario con las dos dosis necesarias para adquirir la resistencia a la enfermedad.