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Marco Tulio a favor de que la UV promueva la sexualidad

Autoerotismo en ancianos, buena práctica para su estabilidad emocional

Complicado que en la vejez los heterosexuales cambien su tendencia y tengan sexo con alguien de su mismo género

Ylia Ortiz Lizardi Xalapa, Ver. 18/02/2008

alcalorpolitico.com

Para Marco Tulio Aguilera, académico de la Editorial de la Universidad Veracruzana, es acertado que investigadores universitarios aborden y difundan temas que han sido tabú, como el de la sexualidad y el autoerotismo, pero más que nada que promuevan ejercer la sexualidad como una actividad normal, como el comer, hacer ejercicio y ejercer la imaginación.

Sin embargo, el escritor –quien ha publicado varios títulos, entre otros “Poéticas y obsesiones. Encuentros con García Márquez”, “Cuentos para antes de hacer el amor” y “Cuentos para después de hacer el amor”, libros que han tenido muchas ediciones en varios países e incontable número de premios y crítica– advierte que el que los ancianos tengan relaciones sexuales con parejas de su mismo sexo, le parece una recomendación equívoca, porque no cree que en la vejez alguien quiera o pueda cambiar sus tendencias sexuales. “Si algún viejo tiene relaciones con personas de su mismo sexo, es porque ya era homosexual desde antes”.

Abierto y sin prejuicios, Marco Tulio, un escritor respetado en el ámbito intelectual veracruzano, nacional e internacional, recalca la importancia de la recomendación del autoerotismo entre los ancianos que no tienen pareja, incluidos los ministros religiosos:

“Yo no tengo la mínima duda de que incluso los sacerdotes buscan su auto satisfacción y me parece conveniente que los ancianos “normales” ejerzan su sexualidad muy íntimamente; si no lo hacen están condenándose a llevar una vida de altibajos emocionales, por lo que aceptar la sexualidad, ya sea compartida o solitaria, es un paso para la estabilidad emocional”.

De hecho – enfatiza– mucha gente reprimida sexualmente desarrolla varios tipos de neurosis, tiene cambios de humor constante y vive una vida infernal, que hace la existencia de los que lo rodean un desastre: Esto se debe a la falta de educación, o a una vida regida por cánones morales que van contra la propia naturaleza. Nunca alcanzan una madurez sexual, por su temor al pecado; está demostrado que cualquier persona que ejerce su sexualidad, de forma que satisface las necesidades de su cuerpo, tiene un equilibrio que le permite afrontar los problemas de la vida con mayor tranquilidad y es por eso que debe aceptarse la sexualidad de los viejos para que la practiquen”.

Insiste por ello en la importancia de que se promueva ejercer la sexualidad como una actividad normal, como comer, hacer ejercicio y la de ejercer la imaginación.

Pero al respecto hace una acotación: “En cada caso particular se impone una sexualidad diferente; hay personas que tienen una sexualidad no muy desarrollada por alguna razón, quizás hormonal y hay quienes tienen una sexualidad muy viva y estas personas si no la manifiestan en una relación con su pareja o a través del autoerotismo pueden desviarse a otros prácticas como la drogadicción y la delincuencia.

Entonces una sexualidad normal es una garantía de estabilidad social. Hay una frase del pensador francés Anatole France que ilustra estas ideas. Dice: No existen los castos; solamente los perversos, los enfermos y los degenerados”.

De este modo, señala que no sólo instituciones como la UV, sino la propia iglesia, deben modernizarse. “La iglesia está atrasada varios siglos con respecto a muchos conceptos como lo es la sexualidad no sólo de los ancianos, sino de los homosexuales y los sacerdotes. En el pasado los sacerdotes podían tener esposas. ¿Qué oscuras razones movieron a la iglesia a negarles a los sacerdotes su sexualidad? La iglesia es una institución que ha cumplido con una función represora, negadora de la naturaleza humana, que incluye la sexualidad”.

Para el caso, admite que hay personas con vocación de castidad y otras que pueden llevar a cabo obras para la sociedad siendo castos, pero ciertamente, dijo, los santos son escasos. “Aquí la Iglesia debe aceptar la sexualidad de los sacerdotes y permitirles casarse, porque los resultados se han visto, históricamente, de abuso sexual por parte de estos ministros con las personas más cercanas a ellos que suelen ser los propios seminaristas y niños y mujeres de su comunidad religiosa, lo cual se ha mantenido oculto, pero es una realidad”.

“Falta analizar la relación del amor con la sexualidad, pero ese es otro tema demasiado extenso y delicado para tratar en una breve entrevista”, dijo.

Por eso Marco Tulio está de acuerdo que una institución tan seria como la UV difunda este tipo de investigaciones que contribuyen a mejorar la sociedad, porque mucho de lo perverso y destructivo es resultado de la represión sexual.