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Sección: Estado de Veracruz

Autores literarios adoptan el género “necronarrativas” tras el embate de la violencia en Veracruz

La académica Magaly Velasco afirma que la tendencia inició en Ciudad Juárez y viajó a Veracruz, donde el texto más representativo es “Diario de una Madre Mutilada”

?ngel Camarillo Xalapa, Ver. 11/10/2017

alcalorpolitico.com

El embate de la violencia en Veracruz encaminó a autores literarios a adoptar el género de las necronarrativas, señaló la académica de la Universidad Veracruzana (UV), Magaly Velasco Vargas.

Al abrir el panel 1 "El dolor en Veracruz", dentro del IV Coloquio Internacional Discursos en Fronteras, la universitaria citó como ejemplo al municipio de Ciudad Juárez, Chihuahua, donde entre 2008 y 2010 la producción artística mudó de una poesía y una narración sustentada en la cotidianidad a la nueva realidad de Juárez: las masacres, los desaparecidos, los feminicidios y la impunidad.

La tendencia que arrancó en Ciudad Juárez, dijo, salpicó a la dramaturgia y las puestas en escena sirvieron de crítica y denuncia contra la inseguridad en aquella ciudad fronteriza.



El fenómeno viaja a Veracruz, en donde uno de los textos más representativos es el “Diario de una Madre Mutilada”, de Esther Hernández Palacios y pronto la producción literaria generará nuevos ejemplos como el montaje teatral “El Puro Lugar”.

Este drama, ambientado en Xalapa, gira en torno a la agresión contra ocho jóvenes en un departamento de la colonia Ferrer Guardia un 5 de junio de 2015 y en el que pese a las acusaciones provenientes de la cúpula del Gobierno del Estado en aquel entonces, la hipótesis que sugirió la obra es que fue una acción gubernamental.

No querían publicar diario de Esther Hernández



Por su parte, Esther Hernández Palacios, autora del “Diario de una Madre Mutilada”, recordó que al presentar su texto a las editoriales nacionales todas se negaron a publicarlo; en tanto la escritora y académica no "suavizara" el lenguaje.

Un casa editorial, incluso, no tuvo el suficiente tacto ante la mujer que había perdido una hija y le pidió fotos, tanto de Irene Méndez, su hija, como de su yerno.

Lo que enfatizó Hernández Palacios es que ante la censura de las editoriales presentó el “Diario de una Madre Mutilada” en un concurso de relato celebrado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
El jurado le dio a Esther Hernández el primer lugar y el derecho a la publicación del texto.



Ante tales antecedentes, Esther Hernández insistió en que el libro ha servido no sólo de denuncia, sino como muestra de la persistencia en la memoria de la joven embarazada asesinada en la calle Cayetano Rodríguez y cuyo esposo fue hallado muerto en un basurero en las inmediaciones de la Capital.

Recordó que en esos días las noticias de su hija se confundían con las inserciones publicitarias de la campaña de Javier Duarte de Ochoa.

"A los veracruzanos nadie los para", versa el titular de una nota publicada en esa semana aciaga.

Por lo anterior, acusó que los veracruzanos han olvidado que Duarte de Ochoa fue una simple cuña del entonces gobernador Fidel Herrera Beltrán.



"Fue un títere de Fidel", afirma.