Busca Diócesis de Orizaba construir segunda Casa de la Misericordia

El sacerdote Marcos Palacios Cárdenas, dio a conocer que existe el proyecto de construir una segunda Casa de la Misericordia; esta estaría ubicada en una zona de la diócesis de Orizaba donde hay mucha necesidad; sería justo en El Encinar.

En entrevista el presbítero, quien al concluir este 2019 finalizará su labor como líder en la Casa de la Misericordia, en Orizaba, la cual opera desde el 2016, dijo que el terreno está en el territorio parroquial de Santa Rosa de Lima y pegado a El Encinar.

"Desde hace algunos años yo he estado pensando y le echado el ojo a ese terreno porque es grande, son 14 mil metros cuadrados y que está a nombre de una asociación civil que se llama Opción Preferencial por los Pobres y que el presbítero Lino Larios había venido trabajando desde hace algún tiempo".



Ahí dijo, están algunas religiosas atendiendo, se le llama al terreno "El hospitalito", y expresó que considera que a ese terreno se le puede sacar mayor provecho si lo dividen. "Sería 7 mil metros para hacer un comedor para personas pobres que es por dónde vamos a arrancar".

Agregó que después vendrían los consultorios médicos, así como otros departamentos entre los que mencionó: psicología, jurídico, incluso destacó que ya ha platicado con un arquitecto y ha buscado la forma de hacer un excelente proyecto.

Sin embargo, reconoció que la edificación de este lugar sí va requerir bastante recurso económico, pero les impulsa a que sea una realidad, que existe ya un compromiso con la gente que más lo necesita.



El presbítero indicó que se ha sentado con el arquitecto con la finalidad de no cometer errores, aprovechar lo mejor posible el terreno, hacer un buen proyecto. "Pero también hay una gran tarea que es involucrar a los que van a participar como se está haciendo en la casa de la Misericordia de Orizaba. Ya abriremos los canales para ayudar".

Agregó que ese territorio de la zona de El Encinar es realmente necesitado y pobre, pero también acotó que hay gente muy buena. "Tenemos que transformar esas realidades y sólo lo podemos hacer con acciones muy concretas. Tenemos que hacer un proyecto a largo plazo, la economía de las personas que conforman la iglesia es complicada, pero vamos a trabajar", concluyó.