Ir a Menú

Ir a Contenido

Sección: Estado de Veracruz

Sursum Corda

Cada niño es un universo de posibilidades que llega a la eternidad

Pbro. José Juan Sánchez Jácome 23/08/2021

alcalorpolitico.com

Ese día la comunidad católica se encontraba celebrando la fiesta del Divino Niño Jesús. El misterio de la infancia de Jesús está bien metido en la espiritualidad del pueblo de Dios que rinde honor y expresa una especial devoción al Niño Dios, a ejemplo de los santos.

Como un eco de la Navidad volvíamos a admirar la ternura, bondad y belleza del Niño Jesús. ¡Qué ironías de la vida! En un marco tan íntimo y sagrado como éste, a media mañana de ese fatídico 20 de julio, comenzaba a circular la desgarradora noticia de la despenalización del aborto en Veracruz.

Nos encontrábamos admirando y contemplando la bondad, ternura y belleza de la niñez, mientras los diputados de Veracruz se encontraban decretando y descargando su odio contra los bebés. En el momento en que la fe nos ponía delante la celebración del Niño Jesús, se orquestaba en el Congreso de Veracruz la eliminación de los niños.



Sufriendo y lamentando una jornada fatídica como ésta que ha impuesto el luto en la historia de un Estado que ama la vida, quedaba sólo al alcance de los creyentes la constatación de las maquinaciones del maligno que se ensañó de esta manera contra el pueblo de Dios, haciendo coincidir la aprobación de una ley contra la niñez el día que celebrábamos la divina niñez de Nuestro Señor Jesucristo. Así se urdía un escenario blasfemo que acentuaba el sufrimiento de los creyentes.

No se necesita ser creyentes para reconocer con alarma que esta ley condena a Veracruz a un mayor proceso de degradación, descomposición e inseguridad. De esta forma se seguirá postergando el anhelado ambiente de paz y prosperidad para nuestro querido Estado de Veracruz.

Será muy difícil recuperarnos emocionalmente del golpe perpetrado cobardemente por los diputados del Congreso de Veracruz al despenalizar el aborto. Con una decisión atroz como ésta, la corrupción que este gobierno juró erradicar continúa rampante y siendo una cosa con las instituciones. Con la aprobación del aborto se abandona el discurso anticorrupción, mostrando de manera descarada las verdaderas intenciones.



Se ha compartido la tristeza y la impotencia que ha generado la decisión dictatorial de los diputados de Veracruz, que cobijados por un gobierno que sigue entregando nuestro país a la internacional socialista, ha despenalizado el aborto.

Al cumplirse un mes de la despenalización del aborto en Veracruz, pasó el huracán Grace. Nos tocará enfrentar la devastación que cause la aplicación de esta ley, pero no dejaremos de luchar contra estas imposiciones ideológicas, pues como dice el Cardenal Robert Sarah:

“Hoy nadie puede mostrarse insensible ni indiferente ante la obligación imperiosa de defender al niño que está por nacer. Más allá del aspecto moral que nos prohíbe atentar contra toda vida humana, sobre todo la que es inocente e indefensa, la protección del embrión es la condición sine qua non para que la civilización salga de la barbarie y asegurar el futuro de nuestra humanidad”.



Reconociendo el dolor que sentimos ante este panorama de muerte y destrucción, pero confiando también en que la gracia de Dios nos permitirá recuperarnos para seguir luchando por la vida humana naciente, siento la necesidad de dedicarle estas palabras al Niño Jesús, a nombre del pueblo de Dios que experimenta un profundo dolor en su alma.

Divino Niño Jesús, reconozco en tu mirada la tristeza que es el reflejo de un pozo infinito de amor que no nos dejas de ofrecer a pesar de nuestro rechazo y de nuestras traiciones; a pesar de las decisiones inhumanas para que no crezcas y seas crucificado en la persona de los niños, sentenciados por esta ley de muerte.

Perdónanos por el desenfreno y la actitud inhumana de esta ley que permitirá el aborto hasta las 12 semanas de gestación, aunque sabemos que el mal no tiene honor y que será muy difícil -una vez que se ha pactado con el mal- que se respeten estos términos pues la maldad, la corrupción y el desenfreno pueden llevar a actos más crueles y vergonzosos para la humanidad y especialmente para el pueblo de Veracruz, tan castigado por el flagelo de la violencia y ahora también tan lastimado por la corrupción de las autoridades que, detentando mayoritariamente el poder, siguen propagando la muerte y la destrucción.



Ocupando las palabras del P. José F. Rey Ballesteros, quiero decirte Niño Jesús: “Ten cuidado con la gente, Niño Dios. Porque tu pureza no puede soportarla el mundo. En lugar de postrarse ante Ti, se llenarán de envidia y querrán acabar con tu vida. Así harán también con tus mártires”.

Hace falta recordar a las autoridades lo que dice Mons. Chaput, arzobispo emérito de Filadelfia: “El dinero es importante, pero nunca es lo más importante. El futuro pertenece a las personas con hijos, no a las cosas. Las cosas se oxidan y se rompen. Pero cada niño es un universo de posibilidades que llega a la eternidad, conectando nuestros recuerdos y nuestras esperanzas en un signo del amor de Dios a través de las generaciones. Eso es lo que importa. El alma de un niño es para siempre”.

Cuánto deseamos que se pueda rectificar y que las palabras del poeta no tengan que aplicarse a esta generación de políticos:



“Comprendí que al hombre
nada le alcanza
cuando se pierde ese niño
que se lleva en el alma”.