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Sección: Estado de Veracruz

Cambio de uso de suelo acabó con 99% de biodiversidad; amenaza a ecosistemas

- La región que abarca el norte de Veracruz y parte de Tamaulipas, Nuevo León, San Luis Potosí e Hidalgo se está viendo mermada: Anthony Challenger

- De la vegetación original, sólo queda el 31%

Irineo P?rez Melo Xalapa, Ver. 08/07/2013

alcalorpolitico.com

Debido a las actividades agropecuarias y al crecimiento urbano, prácticamente están exterminadas las selvas húmedas de la región Golfo-Norte de México, al estar totalmente devoradas más de 5.2 millones de hectáreas de biodiversidad en esa zona, aseguró Anthony Challenger, asesor de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).

Expresó que actualmente sólo existen 26 mil hectáreas en toda la ecoregión, situación que calificó de bárbara, toda vez que había tres millones de hectáreas originalmente, “eso quiere decir que conservamos menos del uno por ciento y ahí podemos ver el impacto que el cambio de uso del suelo ha tenido en los ecosistemas”.

El funcionario alertó que ante las presiones más fuertes que enfrentan las especies para su conservación, en caso de seguir con esa tendencia en el cambio de uso del suelo, pueden llegar a desaparecer, o quedar reductos tan pequeños que prácticamente no se conserve la biodiversidad.



Por eso, puso énfasis en el cambio del uso del suelo como uno de los principales factores que amenaza las especies y ecosistemas, sobre todo por la rapidez con que avanzan las fronteras agrícola, ganadera y urbana.

Destacó que originalmente tenía 10.5 millones de hectáreas de biodiversidad, ahora queda sólo la mitad, de la región que abarca el norte de Veracruz y parte de Tamaulipas, Nuevo León, San Luis Potosí e Hidalgo, que independientemente de sus divisiones políticas, comparte ecosistemas como bosques y selvas del límite neotropical del Golfo de México.

Aclaró que esas 5.2 millones de hectáreas, sólo una parte está bien conservada, pues casi el 50 por ciento es vegetación secundaria, es decir, vegetación que ha crecido en parcelas agropecuarias abandonadas, lo que significa que no conserva la misma flora y fauna que tenía originalmente.



De hecho, dijo que de la vegetación original, sólo queda el 31 por ciento en toda la región, y eso porque más de la mitad es bosque de pino y encino, ecosistemas que predominan en la sierra, pero reconoció que en toda esta gran parte de la planicie que domina la ecoregión en términos espaciales sólo se conserva una parte muy pequeña de las selvas que antes predominaban.

Reiteró que la ley no permite el cambio de uso del suelo sin previo aviso y sin que haya un permiso expreso de esta Secretaría, y dijo que cuando se da, es generalmente a cambio de una restauración ecológica en otra parte; sin embargo, reconoció que existen muchos factores que la hacen insuficiente para frenar el avance ganadero, agrícola y urbano no planificado.

Asimismo, explicó, en primer lugar destacó el hecho de que las instancias de fomento agropecuario, tanto federal como estatales, tengan políticas y programas de fomento con subsidios directos que, cuando llegan a los poseedores o usufructos de la tierra, se convierten en incentivos para tumbar “aunque no fueron concebidos para eso”.



Explicó que los campesinos o ejidatarios que no reciben ingresos por el cuidado de sus bosques o selvas (aunque tiene beneficios como la conservación del suelo, del agua, de la flora y fauna, etcétera) ven en los subsidios agropecuarios una fuente económica, y eso los impulsa a transformarlos en parcelas agrícolas o ganaderas: “Así, con la tala hormiga, se va propagando este proceso de deforestación”.

Finalmente, confesó que la SEMARNAT está considerada como la instancia gubernamental para proteger a medio ambiente; sin embargo, su presupuesto y sus atribuciones legales no son suficientes para combatir la deforestación, cuando la causa de esta deforestación está en la cancha de otras secretarías o tomadores de decisiones que no toman en cuenta al medio ambiente.