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Sección: Estado de Veracruz

Las palabras de la ley

Cambios en la función judicial

Salvador Mart?nez y Mart?nez Xalapa, Ver. 17/05/2017

alcalorpolitico.com

El Comité de Contraloría de ciudadanos de Coatepec y la Asociación Civil Reconstruyendo juntos acciones por México invitaron al autor de estas líneas para que, el 19 de mayo del año en curso, a las 17:00 horas, en la Casa de la Cultura de Coatepec (IVEC), dicte una conferencia sobre el Proceso Penal Acusatorio y Oral [¡La entrada es libre!].

Las circunstancias actuales exigen de esta exposición, primero que nada, el esfuerzo por aproximarse al proceso penal en el discurso oficial y en los hechos, esto es, no basta poner a la vista de todos solamente la verdad jurídica sino que se requiere una aproximación a la verdad fáctica. Pero, existe una segunda dificultad, es necesario observar el problema judicial en su contexto político, como decía algún maestro “En todo está la política”.



Siempre que se aborda un tema referido a la administración de justicia, la mayoría de las expectativas, dice Alberto M. Binder, se centran en el plano técnico. En especial, se suele tener la impresión de que la respuesta deberá consistir en el análisis de algún problema procesal en particular, detectar alguna falla del proceso o difundir los dictados de alguna escuela del derecho procesal. Pero, el problema de la administración de justicia en general y el problema de la justicia penal, en particular, no tiene solución alguna, según este autor, fuera del contexto político en el que ellas actúan.

La tarea de reformar el Sistema de Justicia Penal ha resultado gigantesca. Basta una visita a la sede de los tribunales en Coatepec, cabecera del XII Distrito Judicial de Veracruz, para encontrar oficinas que atienden el rezago de los procesos judiciales anteriores a la implementación del Sistema de Justicia Penal nuevo, implementación motivada en la Reforma Constitucional en materia de Justicia Penal y Seguridad Pública, 2008.



Abatir ese rezago era condición indispensable para que aterrizara el modelo de justicia penal nuevo. Las autoridades implementadoras en el año 2012 concedieron la necesidad de un retraso, pero nunca que el rezago se quedara para siempre. Ahora, según nota de El Universal (15/05/2017), resulta que el cambio presenta rezagos y, entonces parece que se quedó para siempre [http://www.eluniversal.com.mx/articulo/nacion/seguridad/2017/05/15/dossier-seguridad-justicia-penal-el-cambio-presenta-rezagos].

No hay novedad alguna en la afirmación de que el Poder Judicial se caracteriza por no poder realizar su función, en realidad, aquí y ahora, no es un poder. Lo novedoso es que de 1970 a 2008 se dieron cambios muy relevantes en la función judicial. Otra vez los jueces son importantes, acaso en México por primera vez son importantes, pero los ciudadanos perciben “[…] que los jueces reales no están a la altura del alto desempeño que se espera de ellos” (Rogelio Pérez Perdomo).

Estos personajes, los jueces, olvidados por tan largo tiempo, son percibidos como poco calificados, con hábitos de obediencia al Poder Ejecutivo, con tendencia a la corrupción o a formar redes perversas con poca capacidad de asumir la justicia como un servicio público eficiente. La gente sencilla, el ciudadano de a pie, suele mirar en los jueces al burócrata mediocre (“Sí Señor, lo que usted diga”, “¿Qué horas son?, las que usted quiera Señor”).



Solamente que dicha percepción significa atender una cara del problema que, en cierta medida, tendría una respuesta en el establecimiento de buenos programas de formación de jueces, sensibilizarlos a los problemas de derechos humanos y las necesidades de la población. La idea sería convertir a los tribunales en organizaciones eficientes, hacer a los jueces independientes e imparciales. Amén de que se conoce en la judicatura mujeres y hombres probos, entregados a su labor de todo corazón.

En la conferencia del próximo viernes, en la Casa de la Cultura de Coatepec (IVEC), trataremos de mostrar otra cara del problema e intentaremos dialogar sobre las vías de solución y las implicaciones que el problema tiene en la seguridad pública. Que esto y no otra cosa, es la preocupación de los coatepecanos, en unidad con todo el pueblo de México.



Política judicial.- No es extraño encontrar en los tribunales policías disfrazados de jueces o magistrados que miran en el imputado o acusado a un subhumano, a un enemigo a vencer y nunca alcanzan a observar a una persona infractora de las leyes penales.

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