La afluencia de inmigrantes en ciertas ciudades del país, entre ellas Tijuana, genera una polarización de la población, con posturas a favor y en contra de los indocumentados, observó la académica de la Universidad Iberoamericana, Érika Nayeli Clairgue Caizero, previo a su conferencia "Clasismo en la frontera México-Estados Unidos".
Indicó que el arribo de la caravana migrante a Tijuana, proveniente desde Honduras y El Salvador, evidenció un discurso racista contra la población indocumentada.
"Es una población rechazada por los discursos de xenofobia. Tijuana es una ciudad formada por migrantes y cuenta con mucho movimiento transcultural por ser la frontera con el Estado más rico de los Estados Unidos: California", refirió.
Y así, por no poder ingresar a los Estados Unidos, o por elegir a Tijuana como residencia, dicha ciudad cuenta con una alta diversidad de migrantes.
"Tenemos una gran diversidad de migrantes y algo que quiero enfatizar es que los migrantes norteamericanos no son vistos como tal; son vistos como extranjeros y los migrantes de la parte sur, son vistos como migrantes y son rechazados", explicó.
Por lo anterior, dijo que la población "se polariza", con ciudadanos que muestran solidaridad y otras más, son "ruidosas" en redes sociales, con reacciones violentas contra los centroamericanos.
"Hay muchos estereotipos asociados a los centroamericanos y que principalmente están basados en la ignorancia", concluyó.