El caso de Ernestina Ascencio Rosario es un paradigma de injusticia y de violencia hacia las mujeres, manifestó la diputada local perredista Margarita Guillaumín Romero, al presentar este sábado ante los medios de comunicación su libro “Las almas de los muertos sin justicia jamás descansan”. El caso de doña Ernestina Ascencio Rosario.
En conferencia de prensa, Guillaumín Romero, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso, recordó que un 26 de febrero de 2007, la señora Ernestina Ascencio Rosario, anciana indígena de la comunidad Tetlatzinga, municipio de Soledad Atzompa, murió “yo así lo creo, así lo señalo en este trabajo, a consecuencia de una violación múltiple presumiblemente cometida por miembros del Ejército Mexicano, por soldados”.
Pero independientemente de la causa de la muerte de la señora Ernestina, está más allá de nuestro entendimiento y nuestras posibilidades saber a ciencia cierta ya a estas alturas, pasado un año de su muerte, de qué murió por qué no lo sabemos.
A esta señora, puntualizó, también la mató el sistema político y el sistema de impartición de justicia de este país, porque “podría aceptar sin conceder que a lo mejor no fue violada, pero entonces me pregunto por qué ensuciar tanto la investigación, porque oficialmente nos dieron tantas diferentes causas de su muerte, y por qué finalmente darle carpetazo a la investigación y llevar a cabo esa manipulación perversa de su familia para evitar que continuara pidiendo justicia”.
Agregó que en este trabajo seguramente no se va a encontrar absolutamente nada nuevo, lo quiso dedicar no sólo a la memoria de la señora Ernestina Ascencio Rosario, sino también a los periodistas y comunicadores, que valientemente estuvieron reporteando sobre esta lamentable muerte, sobre esta injusticia y dedicarlo también a todas las voces y por eso están aquí los organismos no gubernamentales porque son esas voces las que pasado un año han seguido reclamando justicia.
El único ingrediente nuevo quizás es lo que ella puso en estas páginas acerca de lo que a le provoca como sentimiento, como ciudadana y como mexicana “esta gran vergüenza que fue el manejo de la investigación”.
Señaló que este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, encontró la oportunidad para presentar su libro, pues dijo, existe el riesgo de que esta fecha se vuelva una celebración frívola, con discursos acartonados que no tienen nada que ver con la realidad, con lo que es la violencia y las injusticias hacia las mujeres, por eso, reiteró, quiso presentar este trabajo, acompañada por representantes de ONGs, como Elisa Blanchet, Monserrat Díaz, Araceli González, Antonia Basurto y Ana Rebolledo.