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Sección: Estado de Veracruz

Católicos abarrotan parroquias del sur del estado; en el inicio de la Cuaresma

Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo son días de ayuno y abstinencia: Párroco

Rafael Mel?ndez Minatitl?n, Ver. 13/02/2013

alcalorpolitico.com

“Arrepiéntete y cree en el Evangelio”, es la frase que, junto con la imposición de la ceniza en la frente, se da entre los fieles católicos hoy Miércoles de Ceniza, con el inicio de la Cuaresma, tiempo de oración, penitencia y ayuno, que son cuarenta días que la iglesia marca para la conversión del corazón, señaló el párroco Uriel Yépez.

Este día las parroquias del sur de Veracruz se han visto abarrotadas por la afluencia de creyentes en el marco de las actividades conmemorativas en la víspera de la Semana Santa.

Hoy Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo son días de ayuno y abstinencia, por lo que el presbítero ha llamado a la verdadera grey católica a cumplirlos a cabalidad.

“Debe ser un tiempo de reflexión de nuestra vida, de entender a dónde vamos, de analizar cómo es nuestro comportamiento con nuestra familia y en general con todos los seres que nos rodean”, señaló al ser cuestionado del significado real de esta importante fecha para la comunidad.

Explicó que la abstinencia es obligatoria a partir de los 14 años y el ayuno de los 18 hasta los 59 años; el ayuno consiste hacer una sola comida fuerte al día, mientras que la abstinencia es no comer carne.

“Este es un modo de pedirle perdón a Dios por haberlo ofendido y decirle que queremos cambiar de vida para agradarlo siempre”, enfatizó al insistir en que la oración es un acto que en la actualidad es importante, ya que nos ayuda a estar más cerca de Dios para poder cambiar lo que necesitemos cambiar de nuestro interior.

Pidió a los católicos a no equivocarse porque la imposición de la ceniza no quita los pecados, “para ello tenemos el Sacramento de la Reconciliación”.

Más bien este ritual es un signo de arrepentimiento, de penitencia, pero sobre todo de conversión, además de dar inicio al camino de la Cuaresma, para acompañar a Jesús desde el desierto hasta el día de su triunfo que es el Domingo de Resurrección.