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Cayó el telón: Diablos 3, Águila 2

Juan Carlos Plata Xalapa, Ver. 30/07/2007

alcalorpolitico.com

Con 45 ganados y 64 perdidos, los emplumados terminaron como el cuarto peor equipo de la liga, sólo por encima de Rieleros –también administrados por los Mansur–, Petroleros y Dorados; Willis Otañez, Abraham Elvira, Emigdio López, Adolfo García Layna –hasta antes de su lesión–, lo único rescatable de una temporada llena de promesas sin cumplir

Con dos relampagueantes ofensivas –con jonrones de Daniel Fornés en la primera y de Roberto Saucedo en la sexta–, los Diablos Rojos del México derrotaron a los Rojos del Águila de Veracruz en el último juego de la temporada regular de la Liga Mexicana de Béisbol. Los veracruzanos dicen adiós a la temporada con un record de 45 ganados, 64 perdidos y 1 empate que no va a las estadísticas oficiales.

En el mimso primer episodio, los Diablos atacaron al abridor jarocho rafael Cruz Chávez: Eduardo Arredondo abrió el encuentro con infield hit y avanzó a segunda en error del José Guadalupe Chávez; y luego de que Víctor Bojorquez fuera retirado en línea al central, Daniel Fornes conectó su cuadrangular número 16 de la temporada, para poner el marcador 2 carreras a 0 a favor e los visitantes.

En la segunda entrada los locales se acercaron en la pizarra: Willis Otañez recibió pasaporte, Roberto Mejía se embasó en toque de pelota, Jesús Veha llenó las bases al recibir transferencia y Francisco Esparragoza, con sencillo a las paradas cortas, remolcó la primera carrera jarocha; luego, con la casa llena y un out, Rufino Candelario conectó una rola para doble matanza y el Águila dejó escapar la posibilidad de un rally.

En el tercer acto, los locales nivelaron el encuentro: José Guadalupe Chávez dio la voz de ataque con sencillo al central, avanzó a segunda en sacrificio de Enrique Osorio, y Willis Otañez lo trajo a la registradora con sencillo al izquierdo.

Luego de tres entradas de igualdad, en la sexta, con dos outs, Roberto Saucedo sacudió al relevista David Sinohui, con cuadrangular solitario que le regresó la ventaja a los Diablos, que a la postre sería definitiva.

El pitcher ganador fue el veracruzano Francisco Córdova que en labor de relevo lanzó 1 entrada completa, permitiendo 1 hit y ponchando a 1 oponente, para dejar su marca personal en 9 ganados y 4 perdidos. El derrotado fue David Sinohui –que fue uno de los puntos más flacos del bull pen emplumado en toda la campaña–, que trabajó una entrada completa, permitiendo 1 hit –el cuandrangular de Saucedo–, 1 carrera, y dejó sus números en 3 ganados y 3 perdidos. Mauricio Tequida se agenció su juego salvado número 14 de la campaña.

El Águila termina como la última ofensiva de la temporada, con .267 de porcentaje de bateo, 489 carreras, 992 hits, 74 cuadrangulares, 440 bases por bolas, 645 ponches y 73 bases robadas. Y tuvo el quinto mejor cuerpo monticular de la liga, con 4.25 de promedio de carreras limpias admitidas, permitieron mil 40 hits, 106 jonrones, regalaron 358 bases por bolas y poncharon a 522 oponentes.

Raúl Sánchez fue el jugador más regular de la novena jarocha, con 102 partidos disputados, le siguen Willis Otañez con 100, el receptor Jesús Vega con 85, Sergio Guerrero con 82. Otañez –con .362– fue el único bateador que alcanzó más de .300 milésimas de porcentaje, Raúl Sánchez lo arañó con .290 y luego de ellos, todos batearon debajo de .250.

Emigdio López fue el pitcher con más aperturas, con 22, le siguen Abraham Elvira con 20, García Layna con 18, Ignacio Montaño con 16, Rafael Cruz con 8, Francisco Rivera con 6, Juan Villanueva con 3, Jorge Meza con 2 y Noé Romo con 1. La mejor efectividad fue la de Elvira, con 3.16, Emigdio López con 3.77 y García Layna con 4.19. Héctor Navarro fue el que más salvados consiguió, con 15, en 15 oportunidades.

Hay muy pocos que podrán irse a su casa con la conciencia tranquila, por enésima vez, el equipo tuvo una muy mala temporada. Desde hoy mismo se tiene que empezar a trabajar, primero haciendo un análisis serio de lo que falló y no caer en el simplismo y en los lugares comunes de culpar a los jugadores y decir “que algunos no rindieron lo que se esperaba de ellos”, en necesario analizar cada punto de la (des) organización.

La directiva y su reiterada falta de paciencia y visión para armar un proyecto a largo plazo, que tenga tiempo e madurar y echar raíces. La experiencia de este año confirma que es el mejor camino, o por lo menos que los cambios intempestivos no resultan: cada equipo que cambió de manager durante la temporada terminó con record perdedor: Tijuana, Campeche, Dorados, Veracruz.

Es tiempo de que las cosas se hagan de acuerdo a un plan, no a un capricho. El Águila no es un equipo cualquiera, es un equipo de tradición, con historia, con campeonatos, y todo eso, aunque parezca anacrónico, pasado de moda y vetusto, merece respeto. Al fin y al cabo, este es un deporte anacrónico, pasado de moda, vetusto y orgulloso de lo que es.