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Sección: Estado de Veracruz

Cetemista discute con su líder en Acayucan, le dispara y huye; el agredido murió en el hospital

- Fueron tres los agresores, pero testigos aseguran que sólo fue uno, está plenamente identificado y lo busca la policía

- Javier Pulido Zárate estaba en su oficina; la agresión, alrededor de las 11:00 horas

Germ?n M?ndez Rodr?guez Acayucan, Ver. 08/02/2012

alcalorpolitico.com


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La mañana de este miércoles, aparentemente tras una discusión, fue asesinado de dos balazos el líder cetemista Javier Pulido Zárate, quien se encontraba en sus oficinas ubicadas sobre la calle Adolfo López Mateos No. 8 de la colonia Morelos de esta población.

Alrededor de las 11:00 horas, el líder de la CTM, se encontraba con sus compañeros José Daniel Andrade Maldonado, Vicente Ramírez Sánchez y Alex Ulises Pacheco Teoba, presidente, tesorero y contador, respectivamente de dicho sindicato, cuando de pronto se acercó un sujeto quien fue identificado como Eduardo Coguer Aguilar de 40 años de edad.

Éste le habló al Secretario de la CTM, pidiéndole que saliera ya que quería platicar con él, sin embargo, al hacerlo el agresor sacó de entre sus ropas un arma de fuego accionándola en dos ocasiones, huyendo con rumbo desconocido.

Mientras tanto, PulidoZárate fue llevado al Centro Médico Metropolitano de la ciudad de Acayucan, con dos disparos de proyectil de arma de fuego uno en el abdomen y otro en la cabeza, falleciendo minutos después.

Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Región XI, con base en la ciudad de Acayucan, al tener conocimiento de la situación se trasladaron al lugar de los hechos, en donde encontraron un gran charco de sangre; realizando un operativo por la zona para localizar al agresor, quien huyó en un automóvil color gris.

Sobre el agresor se supo que tiene su domicilio en calle Javier Mina, esquina Ruiz Cortines, de la colonia Morelos de esa misma población y quien ya está siendo buscado por las diferentes corporaciones policiacas.

A la clínica arribaron los ciudadanos: Javier Pulido Bueno y Victoria Zárate Ortega, quienes reconocieron el cadáver de su hijo, arribando las autoridades ministeriales para dar fe del cadáver y poderlo trasladar al anfiteatro local para la necrocirugía de rigor.