En Shanghái, cerca de2 mil dronessobrevolaron la ciudad más grande de
China, creando esferas gigantes, textos e incluso la figura de un hombre que parecía correr.
La tradicional cuenta regresiva de medianoche también fue realizada por el enjambre de drones sobre el río Huangpu, en el este de la ciudad.
El medio de comunicación estatal CCTV dijo que la configuración del corredor ilustraba "los grandes cambios y los logros gloriosos queShanghái ha logrado en los últimos 40 años de reforma y apertura".
Se logró a través de vastos esfuerzos de programación para coordinar losdrones, en lugar de pilotos de drones individuales.
La exhibición es parte de una tendencia creciente de encontrar alternativas a los
fuegos artificiales, que crean contaminación acústica y de humo y pueden ser un peligro de incendio.
Varias ciudades australianas se vieron obligadas a cancelar los fuegos artificiales en medio de la actual crisis de incendios forestales que hasta ahora ha matado a500 millonesde
plantas y animalesen el país.
La decisión de Sydney de celebrar elAño Nuevo
confuegos artificialesresultó controvertida, después de que más de 250 mil personas firmaron una petición para cancelar la famosa exhibición.
La demostración de aviones no tripulados de alta tecnología de Shanghái también se produce en medio de las preocupaciones sobre el desarrollo de aviones no tripulados policiales avanzados para su uso en las ciudades de
China.
En noviembre, una empresa de tecnología china probó un avión no tripulado de ataque diseñado para llevar a cabo vigilancia a nivel de la calle y eliminar objetivos.
El desarrollador Tianjin Zhongwei Aerospace Data System Technology dijo en un informe que los drones son adecuados para "combate asimétrico, contraterrorismo y fuerzas especiales [operaciones] y batallas callejeras".