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Columnas y artículos de opinión
El peligro de México es similar al de Ucrania
Luciano Blanco González
25 de febrero de 2022
alcalorpolitico.com
El giro violento que toma el destino de la humanidad con la guerra de Ucrania, sacudirá a la sociedad mundial desde sus mismos cimientos, ahora la diplomacia tiene una nueva cara y un valor distinto en las relaciones mundiales.
 
Se acabaron los fingimientos y las falsas promesas de lealtad, el incumplimiento de compromisos, la deshonra de la palabra, se tendrá como traición entre los países involucrados, el guiño al enemigo será el signo que siembre la desconfianza.
 
Se consolidarán los bloques en los que no hay lugar para las medias tintas, de ahí que la definición política de cada país será el signo definitivo del destino de cada nación, aquí si son aplicables los principios de que los amigos de mis enemigos, son mis enemigos y los enemigos de mis enemigos son mis amigos, o estás conmigo, o estás contra mí.
 

Rusia en gran parte es un patrón económico muy similar al de México, la primera es un proveedor importante de todo Europa a la que energéticamente surte de gas para darle calor a los hogares y para preparar los alimentos, así como para mover toda la pequeña, mediana y gran industria de aquel continente, además de petróleo, de acero, de alimentos como el trigo, la cebada, el maíz, la leche, de minerales como el acero, el hierro, el zinc, el manganeso, el aluminio y el uranio entre otros no llegarán y la parálisis o las pausas intermitentes de la economía conmocionarán a todo Europa.
 
Por eso hasta ahora la reacción de los países que integran la alianza militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte ha sido tibia, se ha limitado a condenar y a imponer ridículas sanciones económicas y supuestos bloqueos que pronto se revertirán y tendrán que flexibilizar el supuesto castigo, convencidos de que se estarían enfrentando a una potencia militar y económica cuyo ejército está formado con una disciplina y formación guerrera muy superior a los mercenarios de occidente y a una artillería bélica equipada con la más alta tecnología digital y analógica que, de utilizarse, hará temblar la tierra con sus ojivas nucleares, submarinos atómicos, pero sobre todo con una despiadada y convencida intención de proteger a su patria.
 
La Unión Europea y Los Estados Unidos habían diseñado una estrategia infalible para posicionarse amenazantes en la frontera rusa, cuyo punto más vulnerable es la dolida y sufriente patria ucraniana a cuyos líderes convencieron con honores, con distinciones, con jugosos contratos comerciales para que se sumaran a este bando que prometía todo el apoyo y la grandeza a esa nación y en cumplimiento a su ingreso a la OTAN, el emplazamiento de armas letales para emplazar y amenazar a su eterno e invulnerable enemigo, el imperio ruso.
 

Con el debido respeto, la reacción a la intervención armada a ese país ha sido sumamente tibia, hasta cobarde se podría decir, aunque también habría que aplaudir la prudencia ante el ataque a sus entusiastas aliados que huele a abandono, porque no pueden argumentar de que no estaban preparados, todos, todos sabíamos de la intención intervencionista y no pueden argumentar a estas alturas que no sabían de la macabra idea.
 
Si se viene la guerra con la intervención de las potencias, se avecinaría una gran hambruna, los puentes del ferrocarril y carreteros son los primeros en sucumbir a los bombardeos, los alimentos y las materias primas no llegan, las rutas marítimas son extremamente vigiladas, los europeos no sobrevivirán tomando vino, que es lo que más producen, la economía de guerra cobrará todo su vigor por el desabasto, habrá dinero pero no habrá en qué utilizarlo, las grandes colas en los mercados serán cosa común, el tránsito terrestre será peligroso y muy vigilado, las aduanas selladas y la migración masiva de aquellos que huyen de la guerra será otro problema mayúsculo, dios nos libre de tan tremenda catástrofe.
 
México por su parte, mantiene un constante sinergismo con Estados Unidos en materia energética, comercial, turística, industrial, ganadera, agrícola, tecnológica y en general ambos nos complementamos y con ellos, aun cuando deberíamos de mantener relaciones tersas, lo cierto es que cada vez son más ríspidas.
 

Cuando los gringos nos cierren sus válvulas, nuestros automóviles no tendrán combustible para andar y entraremos en un racionamiento como el cubano haciendo temblar la economía, no habrá gas para cocer los frijoles y las tortillas o para calentar el agua y lavar nuestros cuerpecitos o será escaso y muy caro.
 
Los hoteles y restaurantes cerrados, pues en tiempos de guerra no hay turismo, serán tiempos peores que el que acabamos de atravesar por la pandemia, en cuyo panorama vimos y algunos vivimos la quiebra económica de los empresarios, el desempleo de los trabajadores, la ausencia de espectáculos y de fiestas, todo, todo se paraliza.
 
Si nos apagan los satélites enmudecerán todas las plataformas de los teléfonos celulares, las computadoras se volverán inútiles al no recibir el servicio de internet, regresaríamos a la pluma y al papel, desde luego nuevamente a la mensajería o a la necesidad de traslados personales, largos, costosos, y cansados.
 

Adiós google, You Tube, Wathsap, Messenger, Apple, adiós amores secretos, adiós a los dulces y románticos flirteos, adiós a los videojuegos eróticos, volveríamos al papel, cobrarían vida nuevamente los cheques, las colas en los bancos serían tan largas que tardaríamos un día para hacer un trámite, el plástico y las tarjetas de crédito o de debito, serian inservibles, adiós Amazon, adiós Mercado Libre, tendríamos un retroceso tecnológico de 40 años.
 
Claro que no lo creemos y parece imposible, pero si ¿se ha quedado sin internet una hora?, ¿sin watshap un día?, ¿sin línea telefónica? ¿O sin luz? Nada más traslade esta situación a un estado de guerra, en el que todo es diferente, en el que las ciudades son bombardeadas y los campos invadidos y arrasados para dejar sin alimento a las poblaciones urbanas.
 
Advierte Putin que, quien se atreva a interponerse a las fuerzas de invasión y desde luego a los planes rusos, que se atenga a las terribles consecuencias, bendito sea dios que creemos los mexicanos ingenuamente que estamos lejos y por lo mismo inalcanzables a las garras del oso y a sus salvajes mordeduras, quien así lo crea que le pregunten al mundo de los ataques cibernéticos de los hackers rusos y los grandes trastornos que han infligido a las más poderosas compañías, incluyendo al sofisticado gobierno de los estados unidos cuya organización tecnológica se encuentra súper blindada, imagínese a los mexicanitos.
 

Lo peligroso para México es que ideológicamente se ha alineado con la corriente populista que gobierna América y donde no gobierna tiene importante presencia, con deformaciones como la de Donald Trump en Estados Unidos o en Brasil con Jair Bolsonaro, pero en Nicaragua, Honduras, El salvador, Venezuela, Bolivia, Perú y excluyamos Cuba por tener un plan social muy claro y por lo mismo respetable, formando parte de un plan inspirado por el General Hugo Chávez, diseñado e impuesto por él mismo, inclusive al mismo Fidel que ante la necesidad de petróleo y de apoyo se inclinó para firmar.
 
El Chavismo Mexicano, no podrá alcanzar el modelo Bolivariano de una América unida e independiente, mientras nuestro presidente continúe aherrojado por la constitución que lo inmoviliza para entregarse al bloque, pero ello no lo limita para que abiertamente manifieste su simpatía y apoyo de diversas maneras, lo que seguramente mantiene muy alertas y preocupados a los vecinos, quienes por esta razón, tienen la misma razón de Putin para invadir a Ucrania, cuando el mandatario manifestó, “Ucrania no nos interesa, nos interesa nuestra seguridad” , así puede opinar Tio Sam, “México no nos interesa, nos interesa nuestra seguridad”
 
Y cuidado por nuestro territorio, somos el país más asediado por el bloque oriental al que hemos coqueteado exageradamente en los últimos tiempos, invitamos a los chinos a presidir el desfile conmemorativo de la revolución mexicana, como para exhibirnos como pueblo muy amigo de los hijos del sol naciente, les hicimos fiesta especial por los 50 años de relaciones entre los 2 pueblos y les agradecimos la venta multimillonaria de la vacuna Cansino, contra el Covid-19, que al igual que los rusos nos vendieron la vacuna Sputnik y a los gringos que sí nos han vendido y regalado vacunas, que han abierto sus fronteras para que los connacionales vayan a su territorio a vacunarse gratuitamente, ni las gracias.
 

Por el contario, hemos tenido un lenguaje hostil, agresivo, a veces hasta insultante, recordándoles que no somos colonia, que somos libres y soberanos, como si quisiéramos que nos desconocieran, cuando menos les damos el pretexto y motivos para que desconfíen de nosotros y nos impongan medidas especiales.
 
Finalmente, los tiempos de guerra son diferentes y los mexicanos no tenemos por qué jugar con fuego, territorialmente somos aliados naturales de los Estados Unidos y eso lo tenemos que demostrar en los tiempos difíciles, nos guste o no nos guste, tenemos que ser aliados, la naturaleza nos obliga, claro sin abajismos, sin lambisconerías, sin actitudes o conductas lacayunas, tenemos que abandonar la peligrosa soberbia que nos puede llevar a un lamentable ostracismo económico de lo que no hay necesidad, conservar nuestra patria y la integridad del territorio debe de estar sobre cualquier posicionamiento político, ya habrá tiempo para continuar con el proyecto de la transformación con todos los hermanos latinoamericanos, porque este no termina con este sexenio, la lucha continua, es el destino histórico. Por el bien de la causa.