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Columnas y artículos de opinión
Cabos Sueltos
Silvia Sigüenza
14 de septiembre de 2016
alcalorpolitico.com
“Yo que sólo canté de la exquisita/ partitura del íntimo decoro,/ alzo hoy la voz a la mitad del foro,/ a la manera del tenor que imita/ la gutural modulación del bajo,/ para cortar a la epopeya un gajo. (…) Diré con una épica sordina:/ la patria es impecable y diamantina. ---Suave Patria: permite que te envuelva/ en la más honda música de selva/ con que me modelaste por entero/ Al golpe cadencioso de las hachas,/ entre risas y gritos de muchachas/ y pájaros de oficio carpintero….( De: La Suave Patria. Proemio. Ramón López Velarde.)
 
Por hoy, una patria, y Veracruz el pedazo “… de patria que sabe reír y cantar.” están a punto de celebrar un aniversario más de la gesta heroica que nos dio identidad nacional. A muchos mexicanos nos enseñaron a querer a nuestra patria, a respetarla, a sentir el orgullo de haber nacido en este país que luchó por la libertad, y fue creciendo poco a poco pero seguro tanto en la parte gubernamental como en el crecimiento y fortalecimiento de nuestra convicción ciudadana. Costó sangre; sí. Pero lamentablemente a por lo menos dos décadas anteriores a esta que nosotros vivimos, teníamos casi tatuado el respeto, la admiración y el amor por nuestra patria. Nuestra historia en la que se entronizan personajes como Benito Juárez García, Lázaro Cárdenas, el propio Porfirio Díaz y muchos más.
 
Nos merecían respeto los cadetes del Colegio Militar que dieron su vida en defensa de la patria, en fin sólo señalo los hombres señeros; por supuesto que hubo muchos más. Y al caminar el tiempo fuimos perdiendo --nos obligaron_-- los gobernantes que se formaron minimizando a sus propias instituciones, en universidades extranjeras, copiaron sus modelos sin conocer a nuestros país que era el suyo, y llegaron los puestos de mando con cero o un mínimo saber de qué, quiénes éramos y qué era, qué requería el país.
 

Fue así entre otros yerros por supuesto, derivados en gran parte de esta situación, que nuestro país dio un vuelco de 180 grados. Se nos impusieron modas de todo tipo, y algo de lo más grave para cualquier nación; borrar de los libros de texto, la Historia Patria y la de sus héroes. No prestar atención a la correcta lectura y escritura de nuestra lengua. Nuestra lengua es nuestra identidad, con ella expresamos sentimientos, pensamientos y toda una gama de situaciones emocionales y racionales que por hoy desconocemos.
 
Quiero asentar aquí, que es terriblemente preocupante y doloroso que nuestra lengua (ya impuesta por el dominio de España) está totalmente descuidada, se da prioridad al aprendizaje del Inglés; al grado que se ofrecen a través de los medios electrónicos, clases las 24 horas del día. Esto que pareciera irrelevante, puesto que el pretexto que se nos ha dado es que el Inglés es el idioma del mundo, sí sobre todo del mundo de los negocios.
 
Y pueden anotarlo para que sus descendientes, a mi ya no me va a tocar verlo ni vivirlo, al menos conozcan y sepan que teníamos una lengua propia. En tres, máximo cuatro generaciones, nuestro país tendrá como lengua cuasi oficial el inglés. Y eso significa algo elemental pero muy grave: esas generaciones pensarán en inglés y su sometimiento como ciudadanos y como país será cosa de juego.
 

No estoy contra el avance cultural ni contra la mejor preparación de nuestros niños y jóvenes. Pero sí estoy contra el dominio cuasi pasivo a través del idioma. ¿Podrían pensar nuestras autoridades y padres de familia, más todos los mexicanos, en que nos enseñen a hablar y escribir correctamente nuestra lengua? Por esto es que a los jóvenes, tan página en blanco para casi todo, les escuchamos barbarismos tales como: "el hubiera no existe" Nadie les enseñó en sus clases de primaria que en el modo subjuntivo del verbo existe el pretérito pluscuamperfecto, que funciona como verbo auxiliar. En fin. Pobre mi país. Sólo la Morenita del Tepeyac podrá salvarlo. ¿Y está por mirarse?