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Columnas y artículos de opinión
Café científico
Luz otoñal
Paula Ximena García Reynaldos
23 de septiembre de 2016
alcalorpolitico.com
“Do not go gentle into that good night.
Rage, rage against the dying of the light.”
-Dylan Thomas, poeta galés (1914-1953)
 
En el hemisferio norte es de nuevo otoño, este jueves 22 de septiembre a las 9:21 de la mañana (hora del centro del México), ocurrió el equinoccio de otoño, este evento astronómico en el que el Sol queda en línea con el ecuador terrestre, de modo que por ese día, en la Tierra el día y la noche duran el mismo tiempo, de ahí el nombre equinoccio que quiere decir “noche igual”.
 
En el hemisferio sur del planeta, también ocurre el equinoccio, pero en ese caso el cambio de estación va de invierno a primavera.

 
Después de este día, cuando avanzamos hacia el invierno, los días y las noches no duran igual, sino que las horas de luz se van acortando y tenemos noches más largas, lo que es más notable mientras más al norte del planeta estemos.
 
Esta disminución de cantidad de luz durante el día, también tiene que ver con otro de los cambios con los que más identificamos al otoño: muchos árboles pierden sus hojas, o si no las pierden, éstas cambian el color.
 
El color verde de las hojas se debe a la clorofila, pigmento producido por las plantas gracias al cual pueden llevar a cabo la fotosíntesis: el proceso a través del que las plantas producen propio alimento a partir del dióxido de carbono del aire, el agua del suelo y la luz solar.

 
Las hojas de las plantas pueden contener pigmentos diferentes a la clorofila, con colores diferentes pero mientras reciben suficiente cantidad de luz solar el color que muestran en sus hojas es el de la clorofila predominante.
 
Cuando la luz solar comienza a escasear en el otoño, algunas plantas producen menos clorofila y podemos ver los colores de los otros pigmentos: los flavonoides hacen que veamos hojas amarillas, los carotenoides, anarajandas. A medida que avanza el otoño, algunas plantas incluso producen pigmentos diferentes a los que tienen en las estaciones soleadas, como las antocianinas que dan colores rojos oscuro a las hojas. (1)
 
Pero no sólo los árboles se ven diferentes en el otoño, hay quien piensa que a la par que los días se vuelven más cortos los atardeceres se vuelven más coloridos. Aunque a decir de Stephen Corfidi, meteorólogo de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EUA, NOAA, por sus siglas en inglés: “siempre hay buenos atardeceres; sólo que no siempre podemos verlos bien desde la tierra.” (2)

 
En una entrevista con la revista National Geographic, Corfidi explica cómo en los amaneceres y atardeceres por la posición del Sol respecto a nuestra posición en la Tierra, es posible que podamos ver cómo la atmósfera dispersa la luz solar.
 
El oxígeno y el nitrógeno, principales componentes del aire en la Tierra, son moléculas muy pequeñas, lo cual influye en la forma en la dispersan la luz del Sol.
 
Recordemos que la luz que percibimos como blanca está formada por diferentes colores, que corresponden a diferentes longitudes de onda. Los colores azules corresponden a luz de longitud de onda pequeña, mientras que los rojos corresponden a longitudes de onda más grandes.

 
Así las moléculas pequeñas de la atmósfera al interactuar con la luz del Sol dispersan mejor las longitudes que también son pequeñas, razón por la cual en el día, cuando el Sol nos da directamente, vemos el cielo azul.
 
Sin embargo al atardecer, cuando la luz del Sol no nos da directamente, sino que tiene que recorrer un camino más largo en la atmósfera para llegar a nuestro ojo, esto da oportunidad de que, al tener esta que atravesar conjuntos grandes de moléculas pequeñas, sea posible que veamos las dispersiones de la luz en longitudes de onda más largas, es decir en tonos naranjas.
 
De cualquier forma eso pasa en cualquier estación del año, sin embargo el meteorólogo Corfidi, apunta que es posible que los atardeceres otoñales parezcan más coloridos, por las condiciones del tiempo atmosférico: hay más viento y los días son más secos y la ausencia de humedad en la atmósfera, también favorece que la dispersión de la luz sea hacia los colores naranjas y rojos.

 
Así, les deseo que este otoño disfruten de muchos atardeceres despejados.
 
Comentarios, preguntas y sugerencias en [email protected] o en twitter a @paux_gr
 
(1) The Chemicals Behind the Colours of Autumn Leaves, Compound Interest: http://www.compoundchem.com/2014/09/11/autumnleaves/

(2) Red Sky at Night. The Science of Sunsets. Amanda Fiegl, National Geographic http://news.nationalgeographic.com/news/2013/10/131027-sunset-sky-change-color-red-clouds-science/