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Columnas y artículos de opinión
Parece que la Federación quisiera quebrar al nuevo gobierno
Luciano Blanco González
2 de diciembre de 2016
alcalorpolitico.com
Iniciamos el día de ayer una nueva e incierta experiencia democrática, cuyo final aún desconocemos, pero por la línea marcada en el discurso de empoderamiento del nuevo Gobernador, intuimos un futuro gratificante para Veracruz, pues por lo visto y escuchado ya no es un conjunto de expectativas vanas sino de resultados tangibles, por que una de las promesas de campaña mas importante, la de combatir la corrupción, se hace realidad con la recuperación de millones de pesos en efectivo y bienes inmuebles de incalculable valor, que se aplicarán para el desarrollo de los programas sociales y de beneficio colectivo en favor de los sufridos habitantes de nuestro querido Estado.
 
Podremos no estar de acuerdo con los métodos excluyentes y vindicantes del señor licenciado Miguel Ángel Yunes, pero en lo particular le aplaudo su inquebrantable decisión de denunciar y combatir la corrupción y como yo miles de priistas de todo el país que hemos alzado nuestra voz en los distintos foros, donde hacemos y haremos eco para que en este renglón se llegue hasta las últimas consecuencias sobre todo en nuestro Estado, donde con tiempo se estuvo alertando a la Auditoría Superior de la Federación y a la Procuraduría General de la República sobre el inmisericorde saqueo que Duarte y su pandilla estaban realizando, lástima que no se actuó, lástima que todo mundo, periodistas, analistas e intelectuales, pensaron que se trataba de una cuestión política y que las voces de los Senadores Yunes solicitando investigar y destituir a Duarte solo iban encaminadas a desplazar a un grupo político del poder para hacerse ellos, dueños únicos de la plaza. Error de óptica, visión corta.
 
La cruda realidad la puso en manifiesto el hoy Gobernador, que con hechos avaló sus discursos de campaña y que ahora forman parte de la enorme fuerza moral en que se sustentara su gobierno, no ha encarcelado a Duarte como lo prometió, pero sí lo acobardó, lo desestabilizó, lo desnudó y fue factor indiscutible para que presentara su encubierta renuncia y echarlo a correr, a huir del Estado y de la Ley.
 

Ya ha recuperado buena parte de lo sustraído y con el tono de su discurso e indiscutible formación de investigador, hizo y hace temblar a los principales aliados y prestanombres de Duarte quienes han revelado toda la ingeniería financiera que utilizaba él y sus colaboradores para enriquecerse, de no haberlo hecho así, todavía estaríamos especulando sobre la verdad, todavía nos detendríamos a meditar sobre su presunta inocencia.
 
Ahora toda la banda tiembla espantada de miedo, los delatores están formados en las puertas del palacio o ya confiesan y denuncian las propiedades de sus ex patrones ante la gente de confianza del mandatario, ante quienes algunos pretenden regresar bienes a cambio de impunidad y otros dan pelos y señales de en qué se gastaron y dónde están las riquezas del tesoro público.
 
Algunos se esconden avergonzados y arrepentidos. Otros transitan con el amparo en la bolsa, no duermen, su sueño es intranquilo, se sobresaltan, despiertan angustiados.
 

Otros más se aferran al fuero constitucional para librar las investigaciones pero hasta allá esta la mano del Gobernador, presionando para que comparezcan ante las autoridades y respondan por sus faltas.
 
Todos quieren perdón, todos piden piedad, a ellos advirtió, “No olvido, No perdono, No amnistía.
 
Por su propia militancia y formación el ahora Gobernador podía en campaña ser más agresivo, en aquel momento resonó su voz y ahora retumba, si en aquel momento Duarte nos engañó, estamos seguros que al señor Presidente no lo estaba engañando y ahora ya empantado en la maraña del tiempo, para dar satisfacción a la opinión pública, lo persigue, cuando lo procedente y ante las evidencias lo que procedía era destituirlo.
 

El costo político de la inacción al no activar los mecanismos legales para actuar a tiempo contra Duarte lo pagaremos todos y cuando digo todos, incluyo al mismo señor Presidente, Enrique Peña Nieto, quien al parecer y por el contenido del primer discurso oficial del señor Gobernador, en las múltiples entrevistas con él, solicitando apoyo y ayuda para resolver el problema económico de Veracruz, sólo le ha dado el avión, con buen trato, abrazo, palmaditas, saludo cordial y sonrisita, pero cero money, direccionándolo cordialmente ante el Secretario del ramo, quien hasta ahora ha adoptado una actitud huidiza sin que asuma la orden presidencial, no dudaríamos que existe la intención de dejar solo a nuestro mandatario local para que se ahogue en la impotencia hasta inmovilizarlo totalmente, se doblega en su osadía de reclamar, se silencie en su afán de denunciar los atracos oficiales, lo que sería más grave para los Veracruzanos, pues entonces sí se detendría el de por sí lento desarrollo social y económico del Estado condenándonos a seguir en la pobreza.
 
Cómo nos duele la indiferencia de nuestro aliado histórico que nos da la espalda en estos momentos difíciles en que abusa de nuestra debilidad y desgracia.
 
Qué nos mantiene entonces en el pacto Federal, acaso la dulce miel que surge de sus labios divinos cuando nos proclaman como un gran Estado, como una potencia económica, como una fuerza electoral, seriamos muy pequeños si mareados por el sopor encantador del verbo, subyugados por la lisonja, siguiéramos durmiendo pacientemente en nuestra hamaca.
 

Lo dijo bien el Gobernador, “Del Gobierno Federal, no demandamos limosnas, exigimos justicia y equidad” y para ello agregamos, con necedad y contumacia, habrá que hacer una revisión a fondo de los convenios de coordinación fiscal, con el equipo más capacitado profesionalmente, para oponernos al reparto discrecional y caprichoso que actualmente se hace del presupuesto Federal.
 
El grupo de trabajo debe determinar qué producimos, qué cantidades aportamos en impuestos, productos y aprovechamientos, cuanto recauda Doña Fede y qué merecemos.
 
Pero no cruzarnos de brazos, o tendremos que atenernos a las consecuencias enmarcadas en la posibilidad de que ante la falta de recursos, el gobierno local, comience por necesidad a esquilmar a sus habitantes, cargándonos de nuevos o más caros impuestos, de por sí en las ultimas fechas del Duartismo, se vivió un clima de acoso y de abuso con elevadas multas de tránsito para hacer valer el reglamento y con ese válido pretexto se podría comenzar a hacer valer todos los reglamentos, el más socorrido, el de los ayuntamientos que por cualquier motivo cuando les hace falta dinero llenan las cárceles municipales para cobrar las multas y poder así completar la nómina.
 

Ello sí sería lamentable, estaríamos pagando consecuencias que no sabríamos si se deben a los colores partidistas, a la falta de tacto en las negociaciones o un calmante abusivo para nuestras exigencias.
 
Pues es norma que en los Ayuntamientos y en las Legislaturas, los grupos contrarios al grupo dominante son marginados de toda prestación, para que no crezcan.
 
Es presunción que a los ayuntamientos que no son del partido del jefe, se les excluye de programas que deberían de ser generales.
 

Y como a los grandes jefes les encanta que se les suplique, se les ruegue y casi se les pida de rodillas y no les gusta de ninguna manera que se les señalen sus errores o torpezas, su venganza por ser exigentes los solicitantes, es el castigo con la fría indiferencia, con la estupida cerrazón disimulada con cortesías, del atropello sin razones, ni explicaciones. Así es nuestro sistema.
 
En Veracruz, tenemos la certeza de que van a topar con pared, una cosa es el jarocho bullanguero y otra el veracruzano enojado. Bravo y valiente que se la juega en cualquier terreno.
 
No cabe duda que tal posibilidad sí provocaría una situación mas grave que la actual, a los trabajadores y al pueblo no le interesa quien gobierne, como se apellide o de que partido sea, eso es lo de menos, lo que le interesa son los resultados, la atención y solución a sus problemas, no basta con decir no hay dinero, estamos en austeridad y que veamos el manejo transparente de los recursos, no basta la buena fe y las grandes razones, importa que el Estado cumpla sus obligaciones en la prestación de los servicios públicos, desarrollo social, infraestructura y puntual política asistencialista.
 

De hecho la inconformidad de la población la vamos a seguir viviendo los primeros días, sobre todo en enero por el recorte de personal, con la supresión de dependencias, el recorte en los gastos, la exigencia de pago a deudores particulares, el pago de subsidios a instituciones asistenciales, becas a estudiantes, deportistas, ayudas a los discapacitados, reintegro de los descuentos hechos por la Secretaría de Finanzas, vía nomina para pago de préstamos de los trabajadores que no se aplicaron, pago del impuesto sobre la renta de los trabajadores de la universidad, los mismos maestros, los mismos reclamos como actitud inercial y de catarsis de estar en las calles gritando y la exigencia del pago de mil deudas que quedaron en el aire. Pero que sus beneficiarios ahí están desesperados y ansiosos de recibir la justicia prometida.
 
Vamos hasta algunos ayuntamientos pueden bajar la cortina por falta de dinero.
 
Mientras tanto, debemos de reconocer que la ceremonia formal de la toma de protesta del licenciado Yunes, estuvo llena de colorido y logró reunir a lo más destacado de las dirigencias nacionales de la irrompible alianza PAN-PRD y a los posibles candidatos a la Presidencia de la República en 2018 por esos partidos y es posible que también el del PRI, haya estado presente representando al Presidente de la Republica.
 

Lástima que la Comisión de protocolo de la Cámara Local, haya cometido el grave prejuicio de antaño al no practicar la necesaria diplomacia en este tipo de eventos. Se vio muy mal que los Senadores José Francisco Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa atendiendo a la invitación que se les formulara concurrieran a la ceremonia, para llegar y enterarse que no tenían lugar en la sala, que sus nombres no figuraban en las listas de invitados y por lo mismo con todo respeto los altos funcionarios se retiraron.
 
Por este incidente grosero y descortés, el pueblo Veracruzano ya sabe muy bien a lo que le tirará cuando quiera dirigirse a la Cámara. Que nadie se acerque ahí, si previamente no lleva los carnets de aquellos partidos.
 
La cultura aldeana y corriente sigue prevaleciendo, el enanismo político cobró carta de presentación en quienes por el insano deseo de quedar bien con el patrón se les olvida que una de las más importantes funciones de los Estados democráticos, es el respeto y la inclusión de las minorías. Su actitud seguramente fue a espaldas del Señor Gobernador que se ha comprometido con una política incluyente.
 

La buena noticia, el toque relevante de la ceremonia, se lo dio el nuevo Presidente del Tribunal de Justicia del Estado, Magistrado Edel Álvarez Peña, quien por su reconocida solvencia y capacidad fue nombrado ese mismo día como cabeza del Poder Judicial en el Estado.
 
El Magistrado, lució solemne y austero, con seguridad estará a tono en coordinación con el Ejecutivo para dignificar con la honradez y la transparencia en la aplicación de las leyes, a todo el cuerpo colegiado de Magistrados, Jueces y Secretarios que él coordina por acuerdo unánime de sus pares.
 
Ejecutivo, Legislativo y Judicial, no son rivales, se ha mal entendido la teoría de Montesquiu, son parte de un mismo cuerpo político encargado de la gobernabilidad social, que para lograr sus fines, se complementan y se limitan entre ellos, pero ninguno se excluye, solo que cada uno tiene su propia tarea y debe de cumplirla de manera independiente y autónoma.
 

Lo que es criticable es la influencia que pudiera tener alguno de ellos sobre otro, para subordinarlo y someterlo de manera incondicional. Por eso en la teoría política, El Legislativo hace las leyes, El Judicial las aplica y El Ejecutivo las ejecuta. Así sea.
 
Finalmente saludamos la alternancia, bienvenido el nuevo gobierno, los que tengan que tirar cuetes que los tiren y a quienes corresponde recoger las varas que las recojan, son tiempos y estilos nuevos, nuevas caras, nuevas formas, nuevos dueños de la casa, nuevos comensales en Palacio, los mismos reclamos, los mismos problemas, pero renace la esperanza y esta la compartimos todos los Veracruzanos de buena fe. Por el bien de la causa.
 
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