Cuatro días de gobierno han transcurrido y el Gobierno, de Miguel Ángel Yunes Linares, empieza a generar el orden prometido; en todas las dependencias del estado está el proceso de entrega recepción y los nuevos funcionarios se imponen para trabajar bajo el nuevo esquema de transparencia en el gobierno: esperanza para los veracruzanos y desconfianza para los empleados.
 
Se ha comentado ya, en los medios de comunicación, los mensajes de la toma de posesión del Gobernador Yunes, emotivos, contundentes y hasta eufóricos, donde desde el primer día el ejecutivo entrega algunas propiedades y dinero recuperado para los veracruzanos.
 
Entrega el compromiso del trabajo diario, incluidos sábado y domingo, porque Veracruz necesita eso el trabajo continuo del gobierno y sus dependencias para ejecutar las políticas públicas para sacar a Veracruz del atraso y del boquete financiero en el que la entidad y los veracruzanos estamos metidos.
 

Sabemos que habremos de recibir, también, un gobierno austero, sin lujos, ni derroches, transparente como ha prometido y ordenado, el principal activo del nuevo Gobierno, con ello la sociedad tendrá que circunscribirse al estilo de gobernar para detener el colapso del estado.
 
Aunque, en el plan veracruzano de desarrollo, estén plasmadas todas las necesidades apremiantes que requiere el estado para medio salir del bache, no habrá tiempo ni dinero para atender todas las demandas sociales urgentes.
 
Esto conlleva a que el Gobernador y su gabinete deberán optimizar el trabajo de cada dependencia y sus respectivas políticas públicas, cómo se usará el presupuesto para atender lo más necesario y como se desempeñarán los funcionarios de cada oficina de atención a la sociedad.
 

Obviamente, pensamos en las Secretarías de Seguridad Pública, Sefiplan, Salud y de Gobierno, principalmente, porque es de ellas donde emanan los principales problemas de Veracruz.  
 
Todos los veracruzanos sabemos que el problema financiero y económico de Veracruz es lo más urgente de atender, porque la falta de dinero es la mecha más cercana para encender las protestas que, dicho sea de paso, se han convertido en un peligro para la gobernabilidad y la paz social.
 
El Gobernador Yunes, ha manifestado que las protestas y manifestaciones contra el Gobierno deben de seguir, pero, en orden, privilegiando el diálogo y buscando junto con los agraviados soluciones dentro del estado de derecho y respetando las ley.
 

Con los manifestantes, el principal reclamo es el pago de adeudos. El Estado no tiene dinero gracias al último gobierno que, afortunadamente, ya se fue, por lo tanto, no es bloqueando, ni paralizando las ciudades como se van a resolver las cosas, por el contrario, los grupos afectados deben dar el voto de confianza al gobernador para que las soluciones se logren.
 
La ayuda para Veracruz requiere una gran dosis de política, que solo, a nivel federal, se puede lograr que se bajen recursos frescos para atender el principal problema que tiene el nuevo gobierno, precisamente, este 7 de diciembre, Yunes Linares, estará en México en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, para gestionar estrategias para no dejar a los empleados sin aguinaldos y sueldos, en su primera quincena, si no se logra este objetivo se advierte una crisis social de pronóstico reservado que afectaría directamente la gestión del Gobernador y la estructura gubernamental.
 
Sabemos que los problemas económicos y financieros son heredados, pero, la experiencia presumida por el Gobernador, Miguel Ángel Yunes, está a prueba y quienes lo conocen, saben que será capaz de sentar las bases primero de confianza, de política de altura y soluciones contundentes, como las hemos visto hasta hoy, en cinco días de gobierno.
 

Definitivamente, Miguel Ángel Yunes Linares, tiene que cumplir expectativas en el ejercicio público gubernamental, PERO, en el inter y hacia el interior del Gobierno el orden y la disciplina que se pretende instaurar para hacer una administración ejemplar, debe cuidar las formas de los Secretarios y demás funcionarios que están resultando “más papistas que el Papa”, aplicando una férrea discriminación contra los empleados de las dependencias del estado.
 
Ya en algunas dependencias como la Secretaria de Salud y Sedarpa, se habla de acciones que los neo funcionarios están aplicando contra personal que han tenido puestos de mando, principalmente, jefes con autoridad pues, donde todos son calificados por los “nuevos” como personal indigno de confianza.
 
En Sedarpa la desconfianza llegó a tal grado que los “nuevos” no permitieron la entrada al personal de base, confianza y contrato, hasta que cada uno demostrará su personalidad. En Salud, están dando de baja a los jefes de oficina, departamento, etcétera, de una manera unilateral sin permitir explicaciones, bajan sueldos, eliminan bases y quitan compensaciones, presumiéndose un posible caso de violación de derechos laborales, según mencionan afectados.
 

En las demás Secretarías, quizás no sabemos, suceda algo similar y si no se cuidan las formas, de ser así, pronto, el Gobernador empezará a tener problemas hacia el interior del aparato gubernamental y los sindicatos que protestarán por los atropellamientos contra el personal, que están haciendo sus nuevos colaboradores, principalmente, con los de base y, en consecuencia, empezarán aparecer demandas laborales que pondrán en entredicho la propuesta de diálogo que presumió el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.  
 
Ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre…
 
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