La purificación administrativa agresiva y meticulosa de todas las dependencias gubernamentales que ha iniciado el nuevo gobierno, es un signo positivo que da confianza a la ciudadanía ansiosa de que se tomen medidas drásticas por parte de aquellos a quienes corresponde vigilar la aplicación óptima de los recursos y a quien molesta que estos se malgasten o se dilapiden en beneficio de una casta, de un grupo o de un partido.
 
Son insultantes a la comunidad, el despilfarro discreto o presuntuoso del tesoro público, en gastos considerados como innecesarios o suntuosos, ofende a nuestra raquítica formación cívica que un gobernante se comporte a la manera del frustrado Emperador Agustín de Iturbide, preocupado por la pompa y el lujo esplendoroso de su corte ungida al boato clerical y a su reluciente milicia criolla, pero ajeno a los ideales de independencia, libertad e igualdad que le dieron sustento popular para fincar su sueño imperialista.
 
Es injurioso y ofensivo al pueblo que aparentemente sin objeciones ni reclamos, silencioso observa y valora la conducta de los hombres públicos, pero que mudo en su interior abomina y reprocha el hecho de que los funcionarios aprovechen los puestos públicos y el erario para lograr preferencias y favores personales, exclusiones y perversidades en contra de sus adversarios, contrarios o enemigos.
 

La sociedad, condena y maldice a quienes valiéndose de su investidura cumplen y satisfacen sus caprichos gobernando con amigos y compadres aunque los amigos y compadres no tengan la culpa de serlo, porque pareciera que esa es la divisa para encumbrarse y no el esfuerzo, el trabajo, el estudio y la preparación, así lo hicieron Antonio López de Santa Anna y Porfirio Díaz, cuyas camarillas fueron borradas por los movimientos de la reforma y de la revolución, pero su ejemplo de corrupción y de vilezas, parece brincar de sus horridas y sombrías tumbas a cada momento e impregnar todo el ambiente, también contagia la mente y la imaginación de pequeños dictadores disfrazados de demócratas que deambulan sonrientes, disimulando su verdadera catadura, en cada municipio, en cada estado, en toda la república, en todas las dependencias depredando todo con sus voraces maleficencias, ansias del maldito poder y su glotónica e insaciable ambición de riquezas.
 
El pueblo odia la mentira, en su resignación acepta la promesa como un halo de esperanza para paliar el crónico estoicismo al que está acostumbrado, pero su aguante se rompe escandalosamente cuando aflora la verdad, por eso los veracruzanos encendidos de pasión y de coraje, ante las mentiras y falsedades de que fue víctima, exige que las autoridades cumplan con toda la inmediatez posible, la sujeción a proceso y encarcelamiento del ex gobernador Javier Duarte y su temible pandilla que se caracterizó por un inmisericorde saqueo y el mal uso de los recursos públicos en su favor, aquella banda que para encubrir sus ilícitas actividades encantó a los gobernados con la cantaleta de que éramos un estado próspero y de que estaban construyendo un estado de prosperidad.
 
El tiempo transcurre y la sospecha de solapamiento, acuerdos, protección e impunidad al tránsfuga, crecen. No es posible que a estas alturas después de transcurrir casi dos meses no se sepa de su paradero y sí, él cachondamente se de el lujo de solicitar su revocación de licencia en la Legislatura, promueve amparos en los juzgados, saluda a sus amigos por las redes como si también fuera un fantasma como sus empresas.
 

En qué país estamos en que los malandrines se burlen a carcajadas de la autoridad, en qué nicho de responsabilidades y de compromiso está la autoridad federal que no ha podido o no ha querido dar una respuesta para la que ha tenido tiempo de sobra, lo que nos hace pensar, o que Duarte es muy hábil para esconderse y es capaz de escabullirse sin ser detectado o de plano nuestros servicios de inteligencia e investigación son muy torpes e incapaces que ni tan siquiera lo huelen.
 
No es aventurero afirmar que el modelo de estadista que el pueblo de México admira y anhela es el de un Benito Juárez, austero, patriota y republicano, ajeno a las pasiones humanas que inclinan en el político a la perversión del poder. Congruente en su ideología liberal, cuya imagen brilló mas por su integridad laica, y nos demostró que quien crea que necesita a las iglesias y a los pastores a su lado para gobernar está equivocado.
 
Todo gobernante como Juárez, necesita solo la presencia de dios a su lado, para que ilumine su conciencia y el buen camino, pero cuando aparecen juntos políticos y curas, el gobierno es criticado y la iglesia más, pues los políticos parecen curas trasnochados y los curas con su mimetismo semejan ser políticos corruptos. Mala mezcla señor la del Arzobispo de la diócesis de Xalapa, Hipólito Reyes, y el entonces Gobernador Duarte. Uno bendiciendo y otro robando. Algo le tocó.
 

El nuevo gobierno en Veracruz, hace un plausible esfuerzo en el que está aportando la mejor de las intenciones, por ahora buenas y sanas por el bien de la sociedad que gobierna, topándose desde luego con los naturales escollos y resistencias debido a que se están afectando los viejos intereses creados, es como la fuerza de una tormenta que está sacudiendo y tratando de arrancar desde sus raíces el viejo árbol y esta haciendo caer las frutas podridas en los suelos ya áridos e insalubres por la añeja contaminación natural del sistema.
 
Esta sacudida la sufren los aviadores y los holgazanes, acostumbrados a recorrer las pagadurías para chupar cómodamente de la suculenta ubre oficial a costa del demérito en la prestación de los servicios y obras. Ojalá y no haya nuevos aviadores para substituir a los que se van.
 
El cambio lo padecen los favoritos, habituados a generosos viáticos y abundantes prestaciones en compensación, bonos, vehículos, gasolina, celulares, canasta y todo aquello que hace la vida bonita. Como el pinche poder a que se refiere humorísticamente Don Manuel Rosete. Ojalá y no haya nuevos favoritos.
 

Las nuevas formas acongojan a aquellos que estaban acostumbrados a gritar, a atropellar, a tratar con desdén y con desprecio a las personas, a violar los derechos y las garantías de los individuos, a levantar, a extorsionar, a desaparecer, a morder, a recibir la mochada, a poner oídos sordos a las quejas, a ser indiferentes a las solicitudes de auxilio, estos son los mas renuentes, los que ahora ya no podrán poner a cuota a los choferes de las patrullas, a los grueros, a los agentes de cruceros, los mismos agentes que estarán vigilados para que no extorsionen.
 
No hay duda del cambio sustancial que viviremos los veracruzanos en materia de seguridad. Por fin la certeza de que la policía protegerá nuestras vidas, nuestra familia y nuestro patrimonio la tenemos desde el momento en que el Licenciado Jaime Téllez Marié asumió la Secretaría de Seguridad Pública, él, es un civil con alta formación académica en las aulas universitarias, que sabe ser respetuoso de los derechos humanos de los ciudadanos, pero además es un hombre enérgico y decidido a no permitir que la delincuencia anide en el territorio veracruzano. Su estancia en esa dependencia es un respiro de alivio que nos libera de la angustia de ver un policía o a un agente de tránsito por temor a la mordida o al atropello.
 
Estarán con ganas de que se los lleve Judas el malo o el mismísimo demonio, los líderes embaucadores que organizan movilizaciones por todo, los encueristas, los que han hecho de las necesidades y de la ignorancia un auténtico modus vivendi, estafando a los necesitados con promesas a cambio de apoyos, los dirigentes bribones vende plazas, los vende placas, los vende permisos, los vende concesiones y todos aquellos acostumbrados a lucrar con las autorizaciones oficiales para trabajar.
 

En este ejercicio, son muy importantes todos los factores y todos los actores y en la conformación del nuevo gabinete y en todos los actos de gobierno, todos tenemos el sagrado e incuestionable derecho de opinar, pero por mandato de la ley, sólo uno que es el Gobernador del estado es quien tiene el derecho de decidir quiénes integrarán el gabinete, solo él puede nombrar a sus colaboradores, quisiéramos que sus decisiones fueran a nuestro modo y deseo, pero no, el gabinete es al modo y deseo del Gobernador, por que ante la sociedad y ante la ley él es el único responsable de los actos de todos sus colaboradores.
 
Desde luego se levantan voces interesadas en descalificar sus disposiciones, criticando a las personas designadas o los procedimientos utilizados, pero estos no pasan de ser manifestaciones internas o externas de la desgastante e intensa lucha por el poder.
 
La designación del señor secretario de Gobierno, licenciado Rogelio Franco Castan, es un nombramiento que obedece a la necesidad de cumplir compromisos políticos acordados con la cúpula de las dirigencias nacionales del PAN y del PRD, pero ello no quiere decir que sea impuesto por alguien en particular.
 

Si bien es cierto que es oriundo del Distrito Federal hoy Ciudad de México, la verdad es que su vida académica, social y política la ha hecho en Veracruz, esto nada tiene que ver con la tramitación tardía y express de su Título de Licenciado en Derecho, como requisito constitucional para ocupar el puesto para el que fue nominado.
 
El procedimiento no lo exhibe a él en lo particular, ni pone en duda su calidad académica, ni su autenticidad. Como ciudadano habría que felicitarlo, porque seguramente esa es una de las grandes satisfacciones personales y familiares con las que se sueña desde la infancia.
 
Que gratificante es saber que nuestra Universidad se esmera por desburocratizar sus procedimientos, aunque sea por excepción, ya que siendo cierto que el Consejo Técnico de la Facultad de Derecho y el Oficial Mayor, por convicción y por responsabilidad se esmeraron por agilizar los engorrosos tramites para expedir el titulo profesional, sin que nadie les hablara y sin saber de quien se trataba y menos que urgía por que el sustentante iba a ocupar un puesto relevante en el Gobierno del Estado.
 

Aquí tenemos que descartar la influencia o la casualidad y agradecer a la bendita suerte que acompaña a nuestro Secretario por favorecerle de manera tan generosa. Suerte te de Dios y lo demás nada te importe.
 
Quien no aguantó la presión de la camarilla Duartista fue el Licenciado Luis Ángel Bravo, quien hasta hace unos días se desempeñara como Procurador de Justicia en el Estado, a él no lo obligó el Gobernador Yunes, a el lo obligaron los sentimientos encontrados de su enfermiza conciencia, al tener que investigar y sentar en el banquillo de los acusados a sus propios amigos y cómplices como Arturo Bermúdez Zurita, ex Secretario de Seguridad Pública, a Gabriel Deantes Ramos ex Subsecretario de Finanzas y ex Secretario de Trabajo y a varios miembros de la banda con los que seguramente compartió el botín, el pan y el vino, las tajadas y las prebendas, el cariño y el afecto sentimental del doctor Duarte, para convertirse luego por las presiones del actual Gobernador, en el verdugo de ellos y de sí mismo. Dimitió, se fue, se largó y con él, el último reducto del blindaje judicial que por 9 años iba a proteger a la gran familia, ya no quiso gozar de la placentera autonomía, no quiso que los diputados lo despellejaran, dejando a la vista su delicada y fina figura.
 
Que bueno que fue así, de lo contrario Luis Ángel Bravo, hubiera enfrentado en la Cámara Local un vergonzoso juicio político o hubiera tenido que encarar en las comparecencias los reclamos de una mujer furiosa por las vejaciones de que fue objeto por parte de Luis Ángel, durante el juicio penal tortuoso y vengativo a la que fue sometida. Marijose Gamboa, tiene mucho que decir, lástima, se quedó con las ganas.- Bien decía el siempre bien recordado Licenciado, Nicolás Clímaco, haciendo acopio de su larga experiencia en desfacer agravios, que en política, los carniceros de hoy, serán las reses del mañana.
 

A propósito de justicia y de los quehaceres del gobierno, llama la atención el hecho de que las dependencias de procurarla, más que nada se avocan a perseguir a los violentos depredadores que despojan, violan y asesinan y dejan de lado para después o para nunca delitos aun más graves que agravian a la sociedad en general.
 
En Poza Rica, además del desempleo y sus lamentables consecuencias, miles de trabajadores jubilados de PEMEX, claman la intervención urgente del señor licenciado Miguel Ángel Yunes Linares, para que se les devuelvan sus ahorritos de toda la vida, que con esperanza y buena fe depositaron en las Cajas de Ahorro, en su momento avaladas por la Sección 30 del Sindicato Petrolero y por PEMEX.
 
El fraude es mayúsculo, asciende a mas de 300 millones de pesos aportados por 3 900 trabajadores jubilados de la empresa, quien en este momento cuenta con más de cien millones de pesos que retiene en cuentas bancarias, provenientes de los descuentos en nómina, hechos a los trabajadores y que conforme a los convenios ya derogados, deberían de entregarse a la Caja de Ahorros, este mejoral repartido equitativamente entre los deudores, hablaría mucho de la voluntad política de nuestro gobernante. Además hay suficientes bienes inmuebles de la Sección 30 y de las cajas que pueden y deben de responder para resarcir el atraco.
 

Para finalizar, diremos que esperamos que la alternancia en el gobierno sea compatible con la convivencia política civilizada, en el momento en que entendamos que el máximo interés de todos los ciudadanos de este Estado es vencer el estancamiento y que esta es una tarea que corresponde a todos, con las pilas puestas dentro del marco de la ley, que cada uno haga lo que tiene que hacer sin lesionar a los demás.
 
Por lo pronto los ideólogos, fundadores y la clase política emergente conformada por la juventud revolucionaria se preparan para asistir a la comida anual que ofrece Vía Veracruzana, en esta ocasión será a las 2 de la tarde en Tlalixcoyan, para lo que toda la Mixtequilla orientada por su guía moral, el Contador Mario Tejeda Tejeda, se prepara para dar la bienvenida a los concurrentes a tan trascendente acontecimiento. Veremos si es cierto que Vía no tiene colores.
 
En la medida en que tengamos partidos fuertes, tendremos una sociedad sólida, madura, progresista. Hagámoslo con el afán y la entereza con que se hace cotidianamente en el PRI, con un diálogo abierto y sincero entre militantes y líderes, entre sociedad y partido para clarificar objetivos e intenciones y cerrarle el paso al oportunismo dirigido que pretende atajar el trabajo de unidad y fortaleza que desarrolla su líder estatal Amadeo Flores Espinoza.- Por el bien de la causa.
 

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