12 de diciembre de 2016
alcalorpolitico.com
Precisamente en el marco del día internacional de los derechos humanos, 10 de diciembre, recibí un correo electrónico de una lectora que, actualmente, junto con su hijo (paciente) sufre un caso de Negligencia Médica por parte de médicos y personal administrativo en el Hospital del ISSSTE de esta ciudad.
El escrito narra la pasión que ha sufrido su hijo, AMC (siglas), un paciente que, desde el 24 de octubre ingresa al Hospital ISSSTE, recibe un diagnóstico no acertado, lo dan de alta el 29 de octubre y es ingresado, nuevamente, el 20 de noviembre debido a un dolor intestinal intenso, que, según el médico oncólogo subrogado, Edgardo Bermea, que, después de una valoración extensa, determina una colonoscopia para deslindar un posible cuadro de cáncer.
El doctor Bermea y el gastroenterólogo, Antonio Hidalgo Monasterio, determinan realizarla al día siguiente para obtener una muestra para biopsia o intervenir quirúrgicamente al paciente y realizar la operación ese mismo día.
Al paciente lo prepararon para la intervención, sin embargo, la operación quirúrgica no se pudo realizar porque sucede que, en las instituciones donde impera la burocracia, el médico internista, Alfredo Quintana, ajeno a las urgencia del paciente en mención, decide utilizar el quirófano todo el día, porque llegó primero y se dedicó hacer las intervenciones en serie ocupando el la sala de operaciones, todo el día.
Mientras, el paciente AMC, estuvo 26, 27 y 28 de noviembre en espera de ser operado, sin tomar alimentos y presentando cuadros febriles, dolor, náuseas y mareos, debilitándose por la falta de comida.
Los familiares del paciente preguntaron, ante la displicencia del doctor, que si ellos le podían dar de comer, despectivamente el galeno Quintana, dijo “para que le van a dar alimentos si todo lo vomita, pero si quieren denle” no encuentro ninguna referencia para justificar tanto desprecio por la vida humana de un “doctor” si se le puede llamar así, de Alfredo Quintana, para un enfermo.
La historia continúa y hay que exponerla para demostrar que, en el Hospital del ISSSTE, están pasando cosas graves y muy delicadas muy ajenas a la directora, Rebeca Pérez Astorga, que por acción u omisión, deja que el doctor Quintana haga y deshaga en la clínica, ordene operaciones , biopsias, lavados mecánicos pero como el “borras” a lo… menso.
La desatención por parte del equipo de enfermería está siendo bastante malo, porque sólo actúan por órdenes de un médico, y ante la omisión, las urgencias presentadas por la mala toma de daciones de los médicos, ha generado que el paciente AMC, este prácticamente acercándose a una etapa final, ¿por qué lo menciono? porque en una decisión de Quintana ordenó hacer la biopsia a otro médico, que hizo la intervención, sin el oncólogo, sin el gastroenterólogo y resultó que el paciente terminó con una perforación en el intestino que provocó derrame de materia fecal que finalizó en una peritonitis, que le cortaran 20 centímetros de intestino y que el paciente terminara en terapia intensiva. Carajo, si nada más era una biopsia.
En estos momentos no sabe la familia ni nosotros el pronóstico del paciente, porque aparte de la NEGLICENCIA MEDICA que han demostrado; principalmente, el pesado jefe de quirófanos doctor, Alfredo Quintana, el Dr. Rodríguez Alfonsín, Dr. Sergio López Castillo, una doctora Lobato, enfermeros, doctores de guardia y la Directora del Hospital Rebeca Pérez Astorga que no sabe nada de lo que está pasando en el hospital y mucho menos con los doctores y los pacientes, todos esperan, al igual que la familia, una ayuda celestial.
Las acciones del doctor Alfredo Quintana son una muestra irrebatible que ha incurrido en Negligencia Médica, porque las acciones expuestas aquí y las quejas de la familia demuestran que por las malas decisiones de Quintana, el estado de salud del paciente AMC, se ha deteriorado exponiendo la vida del mismo.
Su actuación como doctor, violenta los derechos humanos a la salud y vida; compromete a la institución ya que nadie supervisa, y por lo visto, las acciones de los doctores, ni los protocolos, ni procedimientos en la atención de los pacientes son supervisados.
Se considera que un médico profesional adscrito, a un hospital público, debe actuar conforme a las practicas establecidas que un médico debe llevar a cabo para salvar la vida de un paciente en un momento dado y con unos medios determinados.
La falta de supervisión genera daños colaterales, porque en el caso de Negligencia Médica la responsabilidad recae en el ISSSTE, la Secretaria de Salud, claro la Federal, por tratarse de un Hospital público Federal, los daños colaterales afectarán las aspiraciones políticas del Delegado, Renato Alarcón, que tendrá que dar cuentas, la directora del Hospital, Rebeca Pérez Astorga, por su nulo control sobre lo que pasa en su hospital, el Médico Alfredo Quintana que tendrá que responder por incumplimiento de un deber legal, violentar los derechos humanos del paciente, incluso discriminación para atender selectivamente la práctica médica, la urgencia y el repudio social de todos los pacientes que se pueden convertir en víctimas de este médico burócrata.
Algún jefe de médicos o quirófano, si es que lo hay, por su indolencia y en cadena; empezando por Antonio Quintana, al que habría que retirarle la licencia para ejercer la medicina por la mala atención y desprecio por los Derechos Humanos, que dicho sea de paso, también es corrupción…
Dos justicias le quedarán a este multicitado sujeto, la justicia divina y la justicia legal. Afortunadamente, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, tiene conocimiento de este horroroso y triste caso, procesa la queja y serán las autoridades correspondientes, las que determinarán la responsabilidad y, si la vida de este paciente Antonio se pierde, será culpa de la burocracia médica esa a la que la jerga popular dice: los médicos entierran sus errores, que lastima, porque sabemos y confirmamos que el caso de este paciente-víctima, Antonio MC, no es el único en el hospital del ISSSTE en Xalapa.
[email protected]
El escrito narra la pasión que ha sufrido su hijo, AMC (siglas), un paciente que, desde el 24 de octubre ingresa al Hospital ISSSTE, recibe un diagnóstico no acertado, lo dan de alta el 29 de octubre y es ingresado, nuevamente, el 20 de noviembre debido a un dolor intestinal intenso, que, según el médico oncólogo subrogado, Edgardo Bermea, que, después de una valoración extensa, determina una colonoscopia para deslindar un posible cuadro de cáncer.
El doctor Bermea y el gastroenterólogo, Antonio Hidalgo Monasterio, determinan realizarla al día siguiente para obtener una muestra para biopsia o intervenir quirúrgicamente al paciente y realizar la operación ese mismo día.
Al paciente lo prepararon para la intervención, sin embargo, la operación quirúrgica no se pudo realizar porque sucede que, en las instituciones donde impera la burocracia, el médico internista, Alfredo Quintana, ajeno a las urgencia del paciente en mención, decide utilizar el quirófano todo el día, porque llegó primero y se dedicó hacer las intervenciones en serie ocupando el la sala de operaciones, todo el día.
Mientras, el paciente AMC, estuvo 26, 27 y 28 de noviembre en espera de ser operado, sin tomar alimentos y presentando cuadros febriles, dolor, náuseas y mareos, debilitándose por la falta de comida.
Los familiares del paciente preguntaron, ante la displicencia del doctor, que si ellos le podían dar de comer, despectivamente el galeno Quintana, dijo “para que le van a dar alimentos si todo lo vomita, pero si quieren denle” no encuentro ninguna referencia para justificar tanto desprecio por la vida humana de un “doctor” si se le puede llamar así, de Alfredo Quintana, para un enfermo.
La historia continúa y hay que exponerla para demostrar que, en el Hospital del ISSSTE, están pasando cosas graves y muy delicadas muy ajenas a la directora, Rebeca Pérez Astorga, que por acción u omisión, deja que el doctor Quintana haga y deshaga en la clínica, ordene operaciones , biopsias, lavados mecánicos pero como el “borras” a lo… menso.
La desatención por parte del equipo de enfermería está siendo bastante malo, porque sólo actúan por órdenes de un médico, y ante la omisión, las urgencias presentadas por la mala toma de daciones de los médicos, ha generado que el paciente AMC, este prácticamente acercándose a una etapa final, ¿por qué lo menciono? porque en una decisión de Quintana ordenó hacer la biopsia a otro médico, que hizo la intervención, sin el oncólogo, sin el gastroenterólogo y resultó que el paciente terminó con una perforación en el intestino que provocó derrame de materia fecal que finalizó en una peritonitis, que le cortaran 20 centímetros de intestino y que el paciente terminara en terapia intensiva. Carajo, si nada más era una biopsia.
En estos momentos no sabe la familia ni nosotros el pronóstico del paciente, porque aparte de la NEGLICENCIA MEDICA que han demostrado; principalmente, el pesado jefe de quirófanos doctor, Alfredo Quintana, el Dr. Rodríguez Alfonsín, Dr. Sergio López Castillo, una doctora Lobato, enfermeros, doctores de guardia y la Directora del Hospital Rebeca Pérez Astorga que no sabe nada de lo que está pasando en el hospital y mucho menos con los doctores y los pacientes, todos esperan, al igual que la familia, una ayuda celestial.
Las acciones del doctor Alfredo Quintana son una muestra irrebatible que ha incurrido en Negligencia Médica, porque las acciones expuestas aquí y las quejas de la familia demuestran que por las malas decisiones de Quintana, el estado de salud del paciente AMC, se ha deteriorado exponiendo la vida del mismo.
Su actuación como doctor, violenta los derechos humanos a la salud y vida; compromete a la institución ya que nadie supervisa, y por lo visto, las acciones de los doctores, ni los protocolos, ni procedimientos en la atención de los pacientes son supervisados.
Se considera que un médico profesional adscrito, a un hospital público, debe actuar conforme a las practicas establecidas que un médico debe llevar a cabo para salvar la vida de un paciente en un momento dado y con unos medios determinados.
La falta de supervisión genera daños colaterales, porque en el caso de Negligencia Médica la responsabilidad recae en el ISSSTE, la Secretaria de Salud, claro la Federal, por tratarse de un Hospital público Federal, los daños colaterales afectarán las aspiraciones políticas del Delegado, Renato Alarcón, que tendrá que dar cuentas, la directora del Hospital, Rebeca Pérez Astorga, por su nulo control sobre lo que pasa en su hospital, el Médico Alfredo Quintana que tendrá que responder por incumplimiento de un deber legal, violentar los derechos humanos del paciente, incluso discriminación para atender selectivamente la práctica médica, la urgencia y el repudio social de todos los pacientes que se pueden convertir en víctimas de este médico burócrata.
Algún jefe de médicos o quirófano, si es que lo hay, por su indolencia y en cadena; empezando por Antonio Quintana, al que habría que retirarle la licencia para ejercer la medicina por la mala atención y desprecio por los Derechos Humanos, que dicho sea de paso, también es corrupción…
Dos justicias le quedarán a este multicitado sujeto, la justicia divina y la justicia legal. Afortunadamente, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, tiene conocimiento de este horroroso y triste caso, procesa la queja y serán las autoridades correspondientes, las que determinarán la responsabilidad y, si la vida de este paciente Antonio se pierde, será culpa de la burocracia médica esa a la que la jerga popular dice: los médicos entierran sus errores, que lastima, porque sabemos y confirmamos que el caso de este paciente-víctima, Antonio MC, no es el único en el hospital del ISSSTE en Xalapa.
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