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Columnas y artículos de opinión
A salto de mata
Máquinas de la muerte
Gino Raúl De Gasperín Gasperín
29 de diciembre de 2016
alcalorpolitico.com
El reportaje realizado por Erick Cruz, aparecido en Diario El Mundo de Córdoba (http://www.elmundodecordoba.com/19/11/16) viene a sumarse a una serie de denuncias hechas una y otra vez por todos los medios habidos y por haber, en contra de la peligrosa circulación de los tráileres, especialmente los de doble caja, conocidos como fulls.
 
El reportero hace una reseña de dos tragedias muy recientes: la ocurrida el 1 de octubre, cuando un autobús de pasajeros se impactó contra un tráiler cargado con vigas de concreto, que circulaba lentamente en el carril de alta velocidad en la carretera Córdoba-Veracruz. En esa ocasión, fueron 13 muertos. El otro, un doble remolque se estrelló contra un restaurante: dos personas lesionadas y una casa destrozada. El operador se había dormido.
 
Dos de los peores accidentes de fulls ocurrieron en el año 2001. Entonces fueron 49 muertos y más de 50 heridos de ambos eventos provocados por dobles remolque “cuyas cajas sobrecargadas se les desprendieron a gran velocidad, uno, en el tramo Álamo-Potrero del Llano, en el estado de Veracruz, y otro en el kilómetro 41 de la carretera México-Toluca, en el que fallecieron cinco estudiantes y un maestro de la UNAM. (Viedeorevista El faro de México, Publicado el 22 abr. 2012 y reproducido en https://www.youtube.com/watch?v=zmRzQXEVhqs). Y apenas el año pasado, otro accidente originado también por el desprendimiento de una de las cajas del tráiler ocasionó la muerte de una decena de estudiantes de bachillerato en San Luis Potosí. El chofer iba drogado con mariguana recreativa. (Univisión noticias /20/5/15, reproducido en https://www.youtube.com/watch?v=HC6XiTseB-k). Otro video muestra un monstruo de estos, con exceso de dimensiones y una carga de 150 toneladas, circulando por una sinuosa carretera en Puerto San Luis, Chihuahua. Y así pueden enumerarse muchos casos más.
 

Según los datos del reportaje de Diario El Mundo, “Desde el 2012, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) planteó prohibir la circulación de los tráileres de doble remolque, ya que se han visto involucrados en centenares de accidentes, sin embargo, siguen circulando causando tragedias”. En efecto, hace años el presidente de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos, Elías Dip Ramé, expuso la urgencia de prohibir la circulación de estos “monstruos mortales en movimiento”, pues está comprobado que esta “desleal y criminal” forma de transporte origina múltiples accidentes por “exceso de velocidad, sobrecarga y pésimas condiciones mecánicas de la unidad y mala calidad de sus llantas”. Según la norma 012-SCT-2-2008, los límites son: 31.5 metros de largo y 60 toneladas de carga, límites que muy frecuentemente no son respetados y, aunque lo fueran, es un despropósito un monstruo de esas dimensiones circulando en estas pésimas carreteras.
 
Según el testimonio de Misael Cano, jubilado conductor de estos transportes, recogido en el reportaje de Erick Ramos, “algunos jefes (‘dueños’), quienes buscan ahorrar tiempo, espacio y traslados, son los causantes de que se busque prohibir la circulación de los full. Hay unidades que llevan casi 80 toneladas de peso, está(n) sobrecargado(as) y eso es lo que influye para que se den los accidentes, las fallas mecánicas y demás, pero eso no les importa (a los patrones)".  
 
Algunos legisladores federales han hecho ya propuestas para modificar estas dimensiones o prohibir definitivamente estás máquinas de muerte. La idea es que se limiten a 22 metros de largo y 40 toneladas de peso, lo que ya de por sí las sigue catalogando como máquinas mortales, pero, como señala el jubilado chofer, “estas modificaciones no serían necesarias si los patrones y transportistas respetaran los estándares ya establecidos, pero al haber dinero de por medio se hacen de la 'vista gorda' y siguen sobrecargando la unidad para ahorrarse costos de traslado y es ahí donde entra la corrupción. Al patrón no le conviene tener más parque vehicular. Un full equivale a dos tráileres y dos cajas, tendría que contratar dos operadores y de paso son más gastos de mantenimiento, pero sobre todo la ganancia disminuiría y eso es lo que no les conviene, por eso presionan para que siga todo como está y sobrecargando las unidades". Y, desde luego, no podía faltar el otro elemento indispensable en el enjuague: “sumado al interés del patrón está la participación de la Policía Federal, la cual no vigila adecuadamente los lineamientos de carga, pues al recibir un dinero, aparentemente de parte de los patrones, permiten que los full circulen sin mayor problema”.
 

Los resultados del coctel son los que estamos conociendo; sobre todo, el dolor de tantas familias. Como confiesa el rescatista José Sánchez, que “jamás podrá olvidar las imágenes, el olor y el sentimiento de desesperación e impotencia, pues en este tipo de casos no siempre hay justicia”.
 
Entretanto, el negocio (y la muerte) continúan en nuestras vergonzosas carreteras.
 
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