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Columnas y artículos de opinión
Metrópoli
¿Y la gasolina, Apá?
Francisco L. Carranco
2 de enero de 2017
alcalorpolitico.com
Justo al terminar las fiestas de año nuevo, donde se intercambiaron buenos deseos, esperanzas y todos los mejores propósitos y porvenires para recibir el 2017, quién no llenó su tanque de gasolina antes de la última campanada del año que se fue, comprará más caro el combustible, aun y con la amenaza de que no haya, eso debido a que las refinerías en este país están cerrando, pero, eso no es todo.
 
El impacto de esa nueva decisión que, nuevamente, pone muy mal al presidente, Enrique Peña Nieto, al sistema político y al gabinete priísta, a sus súbditos en el Congreso federal y los propios de la Cámara de Senadores, con la arbitraria decisión del aumento a las gasolinas condenan al pueblo, a todo el pueblo, exceptuando, obviamente, a la clases política privilegiada y a los ricos de este país, a ser los únicos que no resentirán el abrupto golpe a la economía nacional.
 
En nuestro país las clases sociales resurgen y, con el aumento a las gasolinas, la división de los que tienen con los que no tienen será más evidente porque, el principal impacto, no sólo repercutirá en el trasporte público, sino en toda la canasta básica, la vorágine inflacionaria reventará los bolsillos de la clase media y la más jodida porque todo, todo, aumentará de precio porque en este país la carga se mueve por transporte terrestre.
 

El costo de taxis, transporte urbano en camiones, combis, aviones, barcos, autos, motos y toda la industria que consume y se mueve con combustibles fósiles repercutirá el costo en toda la cadena de producción y de consumo...
 
Los que tienen pues no le pasará nada, porque tienen el poder de comprar a cualquier precio cualquier insumo, bien o servicio, hay capital, tienen trabajo y si están en la política pues más, pero, son los menos; los que batallarán serán los que apenas sobreviven con su ingreso producto del trabajo, que toma transporte público para ir a trabajar, dos o tres veces al día, compra las verduras, abarrotes, agua y todos los productos necesarios para la supervivencia del día.
 
Esos que ven como sus diputados reciben mega bonos y súper aguinaldos; las fabulosas prestaciones de toda la burocracia federal, todos los privilegios y canonjías para los sindicatos gubernamentales que, nada más agachan la cabeza, cada vez que agarran a patadas a los empleados, las subvenciones a los partidos políticos, a las campañas y los dispendios que acostumbra la clase política mexicana.
 

Al aumento a la gasolina no sólo afecta al que tiene vehículo, sino a todos los mexicanos que necesariamente consumen: desde los productos que señala la canasta básica hasta algunos suntuarios que el uso de las tarjetas de crédito, la usura y los abonos permiten.
 
Enrique Ochoa Reza, el flamante presidente del CEN del PRI, dice que no hay que politizar, el gasolinazo que es una medida para evitar que el Gobierno cree más impuestos; esto después de todas las reacciones medio tibias de los diputados opositores al PRI que ven que esta medida traerá consecuencias inflacionarias más allá del 30% y repercutirá en la estabilidad social.
 
El PRI y la elite presidencial, le apuesta a que los mexicanos somos agachones y aguantamos el flagelo de la imposiciones gubernamentales y autoritarias que el poder político otorga al Presidente y Gobernadores de éste país, que parece que lo que quieren es acabar con la paz social.
 

Las fiestas navideñas la esperanza y buenos deseos para el año que entra no se realizarán porque los ciudadanos comunes y corrientes tendrán que hacer maromas para sobrevivir al alto costo de la vida que generarán los incrementos en cascada, obviamente no se notará hasta que vayan al súper o al mercado a comprar lo indispensables para comer.
 
Pronto notarán que no alcanza el dinero del sueldo para la colegiatura, gasolina, transporte públicos, luz, agua, renta, ropa, libros y cuadernos, comida, etcétera, todo debido a que la cúpula política, en el gobierno, decidió que nuestro pueblo pagará más por la gasolina. Total el pueblo aguanta.
 
México, uno de los 10 países productores de petróleo en el mundo, no supo administrar la riqueza natural y ahora requiere de la privatización de la refinería del crudo, los gaseoductos y oleoductos y otros productos transformados a partir del petróleo, para tener gasolina y ver como se acaban los recursos provenientes del petróleo, el principal generador de dinero para este país.
 

No entendemos la modernización, ni los beneficios que trae consigo entregar Petróleos Mexicanos a la industria privada y, si no entendemos el sentido social y humanitario de las políticas públicas que emanan de las empresas paraestatales, veremos con resentimiento cómo el rico se hace más rico y como el pobre se hace más pobre.
 
Ya hemos manifestado que la gran mayoría de los pequeños comerciantes, micro y pequeños empresarios y prestadores de servicios no han visto los resultados de las reformas estructurales. Al contrario, hemos visto un incremento del más del 40 por ciento en los precios de las materias primas, además del cierre de miles de micro y pequeñas empresas durante estos cuatro años que van del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto.
 
Los titulares de las secretarías de Hacienda, José Antonio Meade, de Economía, Ildefonso Guajardo y de Energía, Pedro Joaquín Coldwell y el jefe supremo deberán modificar la política económica porque el futuro romperá todos los buenos deseos para este 2017, con una crisis financiera similar a la de 2004.
 

Suburbio 1
 
Aquí en la aldea las cosas no estarán del todo bien, aun así, trate de estar de lo mejor, lo necesitamos.
 
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