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Columnas y artículos de opinión
El muro es una expresión de miedo de los Estados Unidos
Luciano Blanco González
3 de marzo de 2017
alcalorpolitico.com
México como nación, vive uno de sus momentos mas difíciles en materia de economía y seguridad, propiciada por la incertidumbre de la política imperialista de los Estados Unidos de Norteamérica, cuya vecindad nos coloca por nuestra debilidad bélica, en una peligrosa e incierta situación que no es mas que el reflejo de la dependencia a la que hemos estado sometidos por la necesidad que tenemos de su mercado y de sus inversiones en nuestro país.
 
La nociva imagen que se ha forjado Donald Trump por el contenido de sus discursos racistas, discriminatorios y substancialmente belicosos contra todo y contra todos en su afán de erigir una nación modelo, donde parece imperara la pureza de sangre de la raza blanca dominante que lo apoya y que lo aclama con encendidos aplausos y vítores, así como los inocultables fines del gobierno yanqui pretendiendo dominar al mundo a través de la fuerza de las armas, nos alertan de que estamos frente a un estilo similar al de la política nazi de Alemania comandada por Adolfo Hitler persiguiendo por igual a judíos, comunistas y católicos. Si no que lo digan los musulmanes a quienes intenta borrar de la faz de la tierra con el pretexto del peligro que representa para ellos el fundamentalismo islámico, a lo que lo han ahorillado sus intervenciones militares en Irán, Irak, Libia, Egipto, Yemen, Siria, Pakistán, Afganistán entre otros.
 
O muy similar a la política Staliniana de la URSS, en cuanto a la persecución de todo aquel y de todo aquello que no comulgara con el ideario Marxista, suprimiendo el comercio, la religión, los partidos y consecuentemente la democracia.
 

Todos los imperios tienen en común el mismo objetivo: el sometimiento y control del Mundo. La historia nos da vastos ejemplos de esta invariable tendencia nada ha variado desde que el homo sapiens existe. Esa es la historia de todos los imperios que han asolado a la humanidad, depredando los territorios sometidos con tributos y alcabalas que empobrecen a los pueblos dominados tal es el caso del imperio Mongol, el chino, el otomano, el romano, el japonés, el francés, el español, el italiano, el imperio azteca, el imperio, maya, solo por citar algunos..
 
El poderoso vecino tiembla ante la posibilidad de que nuestro país pudiera ser base de operaciones de los grupos terroristas mundiales que los mantiene ocupados en todo el orbe y más en su propio territorio.
 
El invulnerable territorio de los Estados Unidos, erigido ya como potencia fue transgredido por primera vez el 9 de marzo de 1916, por las tropas del General Francisco Villa, como una represalia a aquel Gobierno que en el fragor de la lucha interna por el poder entre los revolucionarios, había reconocido a Don Venustiano Carranza como Presidente legítimo del convulsionado Estado Mexicano.
 

Sin embargo el golpe bélico mas duro que le han infligido, fue el 7 de diciembre de 1941, en que la armada Japonesa atacó sorpresivamente su base militar en Pearl Harbor, destruyéndole aviones, barcos y provocando la muerte de mas de 2000 efectivos apostados en aquella guarnición.
 
La superpotencia, es víctima de terribles y sangrientos atentados que la población de países ofendidos le propina cada vez que interviene en sus países atropellando su dignidad, su cultura, su economía o su territorio en sí, registrando a lo largo de su negra existencia más de 38 atentados a sus representaciones, consulados y embajadas que han culminado en varias ocasiones con el asesinato de sus embajadores, agentes y personal diplomático.
 
Quién no recuerda en 1979, cuando guardias revolucionarios y estudiantes iraníes indignados por la deposición del Cha de Irán Reza Pahlevi, ocupan la Embajada de EEUU en Teherán y capturan a 52 funcionarios que fueron mantenidos como rehenes más de un año. En este siglo en el año 2000.- Mueren 17 "marines" estadounidenses en un ataque terrorista contra el destructor estadounidense "US Cole" en el puerto de Adén, en Yemen. En el 2002. Cinco miembros de las fuerzas de seguridad India resultan muertos en un ataque contra el consulado de EEUU (Centro Americano) en Calcuta (India). El Mismo año cinco personas resultan muertas, entre ellas la esposa y la hija de un diplomático estadounidense, en el ataque con granadas contra una iglesia protestante en pleno centro de Islamabad, cerca de la embajada de EEUU. La misma dosis le aplican pero con coches bomba en Lima Perú y en Pakistán, el mismo año sufren atentados suicidas en Aman, Yemen y Kuwait, los terroristas también usan bombas activadas a control remoto como en la franja de Gaza.
 

En fin que los terroristas usan de diferentes métodos, siendo el más usual el individual ataque suicida, en que el atacante se hace explotar cerca de su objetivo para destruirlo o también el fatídico coche bomba, cargado de detonantes que destruye y hace cimbrar edificios enteros. A ello se debe la construcción de grandes muros en las embajadas mas importantes y la colocación de bloks de cemento a su alrededor, con vallas y alambradas para hacerlas impenetrables.
 
Los Estados Unidos viven un constante estado de zozobra y de temor a los atentados, para evitarlos ha montado un aparato de seguridad nacional que vive alerta las 24 horas del día para evitar una desagradable sorpresa para ello sus agencias espían, investigan, detienen, retienen y todo sospechoso es recluido en la inhumana base de Guantánamo, donde los sospechosos con el menor indicio de coparticipación en algún acto terrorista son torturados sin piedad, ahí no hay ley que proteja, ni derecho humano que aplicar.
 
La psicopatía gringa se acentúo a partir del fatídico 11 de septiembre del 2001, en que el grupo terrorista de la Red Yihadista de Al Qaeda les tundió certeramente en el corazón, pegándoles en su enfermizo orgullo, al utilizar como arma desconocida y suicida, el secuestro de 4 aviones comerciales que los victimarios hicieron explotar en pleno centro de Nueva York derribando las famosas torres gemelas e inflingiendo daños incalculables al legendario Pentágono, símbolo de poder y de grandeza de los Estados Unidos, pues ahí reside su Departamento de Defensa.
 

La acción tuvo como resultado la muerte de aproximadamente 3000 ciudadanos y más de 6000 heridos y el incurable trauma para todo el pueblo Norteamericano que volvió a cundirse de pavor en el año del 2013 con motivo del Maratón de Boston, sucediendo posteriormente una escalada de atentados y crímenes masivos en escuelas, universidades, clubs y centros de recreo que tiene al pueblo de Estados Unidos de punta, por este peligro latente que se experimenta en cualquier parte del territorio.
 
Esa es la razón por la que a partir del ataque a las torres gemelas se creó El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, abreviado como DHS, con la responsabilidad de proteger el territorio estadounidense de ataques terroristas y responder a desastres naturales. Cuenta con más de 200,000 empleados, Seguridad Nacional es el tercer ministerio más grande del gobierno y su actuar no tiene límite, siendo indolentes en la violación de la privacidad y las libertades civiles de los ciudadanos estadounidenses y extranjeros, están bajo su control el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, Servicio de Ciudadanía e Inmigración, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, y el  Servicio Secreto de los Estados Unidos. Además existe el Departamento de Defensa que se encarga de acciones militares.
 
El muro es la máxima expresión del miedo que tienen los Estados Unidos de que por nuestra frontera pudieran incursionar terroristas infiltrados, por ello hablan de que es una razón de seguridad. Pero además tienen el infundado temor de que los mexicanos con el tiempo constituyan mayoría en su país e influyan en sus decisiones.
 

Pero créanme el muro no es para detener el paso de todos, es para detener solamente el de los mexicanos desvalidos que han agotado en el país sus posibilidades para sobrevivir dignamente.
 
La visa y la tarjeta bancaria con abundantes dólares es capaz de traspasar el muro de Trump, sin ningún problema y con esas características hasta puede que seamos sus invitados especiales.
 
El Muro no debe de espantarnos, su cita es mediática, no es una bomba, no es una trampa, ni siquiera será una barrera eficiente.
 

Debe de preocuparnos la deportación masiva, de connacionales, debe de preocuparnos que se comiencen a tomar medidas para hacerle atractivo a nuestros paisanos que el producto de su trabajo se quede en los Estados Unidos y que nos disminuyan las remesas.
 
Como mercado somos importantes para comprar y vender, con la diferencia de que todo lo que producimos es mucho mas barato que los mismos productos que manufacturan ellos.
 
Los granjeros y los prestadores de servicios nos adoran, somos capaces de trabajar 12 horas o más sin descansar, sin resongar y sin ponernos exigentes. Los gringos no aguantan el sol, ni la insalubridad para trabajar, sus vicios y afectos a la comodidad los han hecho pesados, flojos, improductivos e inútiles.
 

En fin que somos un gran país que está traspasando el miedo y que paulatinamente recobra la confianza, ellos mismos se dieron cuenta que pueden sobre valuar su moneda, pero entonces nosotros no compramos y comenzamos a deprimirlos, si no gastamos con ellos por esa razón, se descapitalizan, así es que no hagamos caso de los absurdos.
 
Claro de un loco como Trump se puede esperar todo y por eso no debemos de bajar la guardia, debemos de estar alertas, Donald, tendrá como punto prioritario de sus quehaceres en el 2018, tratar de influir en las elecciones de México como nosotros tratamos de influir en la elección de aquel país. Con que cara le vamos a reclamar.
 
Debemos de utilizar al máximo nuestra suspicacia para adivinar el fondo de sus discursos que hasta ahora no han sido de doblez, sino directos, eso sí, no nos ha dorado la píldora como Obama.
 

Pero antes que a él, debemos de entender al señor presidente Enrique Peña Nieto, quien sí sabe las consecuencias de cada expresión, mientras nosotros irritados con grito patriotero podemos ofender, manotear e injuriar ruidosamente, el Presidente debe de conservar la cordura, el orden, el respeto, pero siempre guardando la soberanía como nación y la dignidad como mandatario para darnos la prosperidad que anhelamos y la paz con la que deseamos convivir con nuestras familias y con la sociedad, tanto en el ámbito nacional como en el internacional.- Por el bien de la causa.
 
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