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Columnas y artículos de opinión
Un piojo en la cabeza del Presidente
Luciano Blanco González
24 de marzo de 2017
alcalorpolitico.com
La democracia universal, es un sueño de los hombres libres que pretenden la constitución de sociedades igualitarias mediante el sistema de consensos mayoritarios en un marco de equidad y de absoluto respeto a los derechos de los semejantes.
 
Este tipo de democracia es calificado como ideal, pero para los sistemas capitalistas de tendencia liberal, es causa de los grandes fracasos de la humanidad ya que argumentan que las mayorías no siempre tienen la razón y el pueblo que forma las mayorías es fácilmente manipulable por líderes populistas con signos de naturaleza ideológica, religiosa, de raza o de condición económica.
 
Así los países árabes conducen a sus pueblos en partidos políticos que se desarrollan bajo la bandera de Alá, los países comunistas, viven y se inspiran en base a las teorías económicas del materialismo dialéctico y del materialismo histórico, basados en las ideas principalmente de Carlos Marx, instaurando la dictadura del proletariado y eliminando todos los rescoldos del capitalismo y excluyendo a todos los que piensan o actúan diferente.
 

Israel, el pueblo más civilizado de la tierra, edificado sobre la milenaria pureza de raza y veneración de su dios, ha cuidado que su política se fundamente en la genética judía y consecuentemente solo ellos son ciudadanos en ese país que oprime a millares de palestinos y musulmanes, por su riqueza han forjado una gran influencia sobre las grandes potencias que los protege y apoya en el plan del sionismo mundial para dominar a la humanidad.
 
Así en un rápido repaso de la historia encontramos que la religión católica dominó por siglos a toda la población del continente europeo y americano a través de las monarquías cuyas consecuencias en México fueron de un tinte dramático y retardatario que destruyó nuestra cultura original y erigió un sistema de sometimiento y esclavitud utilizando como medio el fanatismo de la religión católica (Con su riguroso sistema de castigos y premios espirituales) que inclusive en la época de la independencia hasta la reforma se impuso al pueblo de México con el partido conservador, trascendiendo toda una época con sus líderes más representativos como Agustín de Iturbide y Antonio López de Santa Ana.
 
Todo esto se cita para ejemplificar que la democracia cuando se encierra en cartabones específicos, particulares, excluyentes y exclusivistas constituyen un signo contradictorio a la libertad, confinándose en un círculo que limita las libertades naturales del hombre y a largo plazo los ideólogos le atribuyen la razón del fracaso de las naciones.
 

Los políticos mexicanos en el poder han abandonado el camino marcado por la revolución triunfante de 1917 que le dio origen al nuevo Estado Mexicano, abrazando el sistema capitalista en su totalidad, llevando al país a una criminal globalización que nos desbasta, colocándonos en la esfera imperialista que ahora nos golpea y nos desprecia, discriminando con saña inaudita a nuestros connacionales que se encuentran en el territorio del país insignia de este sistema económico o sea en los Estados Unidos.
 
Sin embargo resistimos y no hay duda de que resistiremos a todos los agravios que se ha pretendido infringirnos, gracias a la consistencia y fuerza que nos da la pluralidad democrática, el sistema de partidos y el conjunto de instituciones que hemos forjado los Mexicanos de ayer y de hoy y la autoridad moral de que disfrutamos en el resto del mundo como país que a pesar de las vicisitudes que enfrenta, se esfuerza por salvaguardar los grandes valores de la humanidad en su conjunto.
 
Por eso preocupa que un líder mundial de la estatura de Enrique Peña Nieto, nuestro Presidente, se sume a las voces histéricas de los reaccionarios y conservadores Ex Presidentes de la Republica Vicente Fox y Felipe Calderón, cuando alertando a la nación, sobre la enorme posibilidad que tenía el mayor líder opositor de esta época, Andrés Manuel López Obrador, de ser electo Presidente de la República, lo señalaron como “un peligro para México”, por el famosos populismo que se le atribuye desde todos los frentes de sus adversarios.
 

El resbalón del Presidente se dio durante su intervención en la Asamblea Nacional de la Asociación de Banqueros celebrada en el Puerto de Acapulco, en la que sin referirse por su nombre al líder de Morena dijo:” Uno de los dilemas que hoy enfrentan las sociedades del mundo, es el avance del populismo, que pone en riesgo los valores que defiende el liberalismo”
 
Y más adelante aclaró “A qué me refiero cuando hablo de populismo, a posiciones dogmáticas, que postulan soluciones aparentemente fáciles, pero que en realidad cierran espacios de libertad y participación a la ciudadanía”
 
En estas breves frases el señor Presidente reveló la gran preocupación que tiene por el crecimiento de la corriente de Andrés Manuel, que quizás no lo deja dormir a gusto, pensar en él, debe de ser tan frecuente y tan molesto como traer un piojo en la cabeza, que te irrita, te malhumora, no te deja dormir, porque este parasito aferrado con sus tenazas, disfruta chupando la sangre de su hospedero que se afana en combatirlo y desaparecerlo, sin lograr su objetivo, por el contrario el parásito se reproduce por montones y practica sus molestos recorridos por todo el cuero cabelludo produciendo un incómodo desasosiego que irrita y descontrola al más tranquilo.
 

Es una lástima que los líderes nacionales, el Presidente y los Gobernadores le dediquen tanto tiempo a quien solo se ahoga con sus criticas mordaces a instituciones tan honorables como el ejército y la armada que nos consta a los Mexicanos, que ellos exponen sus vidas por nosotros y sorprende que se le ubique como el puntero en la candidatura presidencial como lo afirman todas las encuestas, porque hasta ahora no hay otro candidato en campaña como el citado y los cotejos que hacen quienes valoran estas tendencias, lo hacen con candidatos fantasmas, inexistentes, ficticios, que al interior de los partidos han manifestado que aspiran a contender.
 
A la gente no le gustan los políticos porque por sus actos se les ha endilgado malévolamente el título de corruptos, payasos, oportunistas y mentirosos, los partidos con estructura nacional aún no muestrean un sólido aspirante para la contienda, pero seguramente cada uno tiene ya a alguien ajeno y contrario al denuesto popular, con experiencia y con trabajo reconocido. Ahí está Margarita Zavala del PAN, quien por su propia naturaleza es parte de un sector activo, apasionado, luchador además de formar la masa mayoritaria del país, que reclama ser tomada en cuenta y empoderarse. El mismo Ricardo Anaya que destila juventud y entusiasmo, pero desafortunadamente extraviado en su egolatría que refleja ser un político creído de sí mismo.
 
El mismo PRI, atacado por las dagas filosas de sus enemigos de antaño que aprovechan cualquier circunstancia para desgastarlo, posee un arsenal de gente valiosa, prudente y callada que si tiene ambiciones de poder no lo manifiestan, que están en las planas periodísticas, en la televisión y las redes a iniciativa de terceros, pero ninguno de ellos en lo personal ha manifestado su deseo de participar en la contienda, Osorio, Videgaray, Meade, todos ellos con los arreos suficientes para una competencia digna, pero a fuerza de ser honesto hago mías la propuesta del reconocido analista Don Arturo Reyes Isidoro quien en este portal de alcalorpolitico.com, en su columna Prosa Aprisa, concluía al respecto al tema, que México necesita para Presidente de la República un hombre de la talla del doctor José Narro Robles, actual Secretario de Salubridad y Asistencia. Ex Rector de la UNAM. Con un vasto currículo profesional, muy respetado y querido en el medio político, académico e intelectual que garantizaría a la nación el advenimiento de una clase ajena y contraria a todos los vicios administrativos que nos aquejan.
 

Anhelamos el cambio, pero a este lo confundimos con el maquillaje que se da en el discurso o en la promulgación de leyes inútiles rebosantes de engañifas, tampoco queremos el cambio precipitado similar a un salto en el vacío o los grandiosos y espectaculares que experimentamos con Sigmund Freud que con su teoría del psicoanálisis modificó el modo de vernos introspectivamente a nosotros mismos o un nuevo cambio de concebir el universo como lo hizo Albert Einstein con su teoría de la relatividad. No, queremos cambios reales de lo cotidiano que nos asquea, alto a la corrupción y al exterminio, alto a la violencia y a la inseguridad, desafortunadamente en cada elección, salimos de un infierno, para entrar a otro infierno, pero con distinto diablo.
 
La democracia no es una divisa para injuriar, en el comunicador y en el político profesional es una premisa necesaria para denunciar las ambiciones, los errores y descorrer el velo del mundo oculto que los dirige desde la obscuridad, más cuando pretenden elevar su reino sobre la injuria, la mentira y la calumnia, agitando el pensamiento de aquellos que tienen el corazón henchido de rencor por su situación económica o por su posición social. Bienvenido el populismo con propuestas, ¿qué haría el mesías con la inseguridad, el narcotráfico y la delincuencia organizada?, ¿Qué haría con la corrupción y los corruptos? ¿Qué política seguiría con los Estados Unidos? ¿Cómo resolvería el problema del desempleo? ¿Cómo resolvería el problema del aborto, los matrimonios gay y los feminicidios? más fácil, ¿Cómo resolvería el problema económico y de seguridad de Veracruz?
 
De lengua me como un taco decía la abuela, pero la realidad es diferente. Con la métrica de un discurso y su apasionada pronunciación, o la facilidad de resolver las cosas en el papel mediante proyectos ilusorios de aparente realización, no solucionamos nada y no logramos más que alimentar jugosamente nuestra vanidad de ser aplaudidos. Pongamos los pies en la tierra y tomemos las mejores decisiones así sea con un molesto piojo en la cabeza. Por el bien de la causa.  
 

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