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Columnas y artículos de opinión
A salto de mata
¿En qué crees?
Gino Raúl De Gasperín Gasperín
11 de mayo de 2017
alcalorpolitico.com
Si en estos momentos nos preguntaran en quién o en qué creemos, a qué le tenemos confianza, ¿cuál sería nuestra respuesta?
 
Esta misma pregunta le fue hecha a 800 personas, de 18 años en adelante, en una encuesta aplicada por la empresa Parametría en enero del presente año (http://www.parametria.com.mx/carta_parametrica.php?cp=4946) y en ella resaltan los siguientes resultados:
 
Si de instituciones y organizaciones se trata, el mayor porcentaje de confianza la obtuvo el ejército, con el 58%, y pisándole los talones, la iglesia católica con el 57%. Y esto a pesar de los pesares. En parte, por lo que ya se ha dicho de muchas maneras: cuando las tempestades arrecian, o te agarras al poste de cemento o quemas palma bendita. De todos modos, en contrapartida resulta que el 40% desconfía del ejército y el 43% de la iglesia, que no es poco decir. Seguramente, en este último caso, mucho tienen qué ver los desplantes principescos de algunos jerarcas, sus pactos secretos, incluso sus promociones en populacheras estaciones de radio... Pero continuamos: siguen en orden de confianza, el INEGI (40%), con sus estadísticas a veces tan amañadas que ya fueron descubiertas por el 53% que no le cree. Le siguen en confianza los maestros y el Seguro Social, empatados en un 39%. Desconfía de los profesores el 60% (y, si no todo, mucho se lo deben a su fallido mánager, el que no “le”) y del IMSS el 52%, muy grave por tratarse de salud y vida.
 

Siguiendo con otras instituciones y organismos, la confianza es depositada en los sacerdotes (han de ser los católicos) por un 37% mientras un 63% desconfía. Y ellos, ni sudan ni se acongojan. Después siguen los organismos de Derechos Humanos, con un 33% de confianza y un 61% de desconfianza, y el Instituto Nacional Electoral, en el que apena cree un 31% mientras el 66% no le confía. ¡Uno de cada tres mexicanos cree en el organismo que defiende su democracia! Por algo será…  
 
En seguida, ya tocando los tenebrosos escalones que conducen al cadalso popular se encuentra el gobierno municipal, con un vergonzoso 20% de credibilidad de quienes están felices y contentos por los logros en la seguridad ciudadana (¿?), por las fuentes saltarinas en donde aprovechan para orinar los niños y bañarse los que carecen de ese servicio, quienes bailan al ritmo de grupos salseros y aplauden los espectaculares juegos de luces. En tanto, el 70% de los ciudadanos esperan (y seguirán esperando) tiempos mejores, y no conocen las tres calles pavimentadas allá por donde no pasó Dios y sí las plagadas de hoyancos y quebraduras por donde tienen que transitar todos los días.
 
Más abajo (aunque no se crea) en la confianza popular están: el gobierno del Estado, con un vergonzoso 16% y desconfianza del 81%. Y esos del 16% son los que dicen “Ay, pobrecito Duarte, durmiendo en cama de piedra, comiendo puros huevos chinos, sin su twitter, y sin su querida esposa y amigos".
 

Y más abajo: PEMEX, en quien no cree un 73% y sí le confía también un 16%, contando a Carlos Romero Deschamps, su muy distinguida familia y sus múltiples amiguitos y amigotes, y también a su amigo mayor.  
 
Y bajamos más: ahora tenemos a los bienaventurados partidos políticos. Estos son merecedores de la credibilidad de un 14% (todos los que usufructúan sus mieles, las dádivas oficiales y las generosas aportaciones de empresarios y riquillos que saben de su magnanimidad al gestionarles leyes a modo gracias a sus fieles diputados y senadores. Entretanto, los que no ven claro ni en día de sol ya forman un batallón de ciudadanos del 84%.  
 
Y, por fin, llegamos al fondo de la desconfianza. Y hay que creerle a Parametría, institución a la que, por lo que se ve, no le pagaron por endulzar los resultados. Allá, en un rinconcito sombrío del panorama nacional, está la presidencia de la república, en la que ha depositado su confianza y fe un 11%, mientras un 85% le ha negado el aplauso y es rejego en reconocer que las cosas buenas también cuentan. Más de 85 millones dicen que no creen en eso, a pesar de televisa.
 

Y no hay nada más abajo.
 
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