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Columnas y artículos de opinión
La sucesión presidencial
Luciano Blanco González
23 de junio de 2017
alcalorpolitico.com
La sucesión presidencial en México y en cualquier otro país del mundo de corte republicano, es un fenómeno político extraordinario en que se ponen en juego todas las habilidades y capacidad de los estadistas para mantener o conquistar el poder, mediante la movilización de todas las fuerzas económicas, sociales, políticas, ideológicas, religiosas, etc. que se confrontan por diversos frentes, vía partidos políticos, con el objetivo común de empoderarse en el más alto mando del país.
 
El resultado de este cotejo nacional es el de ratificar, substituir o alternar al grupo en el poder, mediante la voluntad popular de aceptación o repudio, expresada en el voto y en algunas ocasiones no democráticas, la deposición de los mandatarios mediante otros procedimientos.
 
Pero ha sido la democracia la que ha permitido sacudir las pesadas demagogias y dictaduras del corte de Antonio López de Santa Ana, de Porfirio Díaz y la más reciente de Carlos Salinas al ser derrotado su cachorro Ernesto Zedillo, para implantar gobiernos de horror y de terror, con Vicente Fox y Felipe Calderón, que fueron corridos del Palacio Nacional, para instaurar con Enrique Peña Nieto un nuevo Presidente, cuyo juicio histórico está pendiente de dictarse por la mayoría de los mexicanos en la próxima elección del 18.  
 

La sucesión presidencial, se inicia desde el momento en que el presidente asume el mando y a lo largo de su gestión va perfilando lentamente pero seguro a un grupo de posibles, entre quienes elige a quien lo sucederá en el puesto, que será el que en su opinión no tan solo garantice el triunfo, sino que por su formación será la continuidad de su proyecto político, para entronizar la camarilla coloquial que lo rodea y lograr con ello protección frente a la ley conteniendo tribunales y frente a la opinión pública no permitiendo que se toque su imagen.
 
Por su parte los que le disputarán el poder, los que están en la oposición, van sembrando a lo largo del sexenio, enclaves que le serán fundamentales en la decisión final como gobernadores, senadores, diputaciones, ayuntamientos, sectores empresariales y sindicales además de dimensionar imágenes de liderazgos que parezcan inteligentes, confiables y revestidos de suficiente invulnerabilidad.
 
El partido de la tercera fuerza representada por Acción Nacional, que en la última elección presidencial con Josefina Vásquez Mota obtuvo 12 786 647 votos, contra 15 896 999 de Andrés Manuel Lopez Obrador y 19 226 784 del PRI con Peña Nieto, aparentemente se ha fortalecido con sus triunfos en el 2016 en que el ortodoxo y amiguista operar político de Manlio Fabio Beltrones, entonces presidente del PRI, le permitió al PAN, aliado con el palerismo del PRD, ganar aunque angustiosamente Durango, Quintana Roo y Veracruz, con el PT conservó Puebla. Manlio les entregó también Tamaulipas, Chihuahua y Aguascalientes.
 

Mientras que Andrés Manuel, la segunda fuerza solo se ha cotejado sin alianzas en La Ciudad de México, donde obtuvo varias Delegaciones, Veracruz, donde obtuvo un importante número de votos y ayuntamientos así como el Estado de México donde la egolatría y soberbia del líder y candidato lo mantuvieron en segundo lugar con su nuevo partido MORENA, donde el caudillo desde cuando se destapó como candidato presidencial.
 
En el Partido de Acción Nacional se vive una situación diferente por la convivencia de un panismo doctrinario, tradicionalista y conservador que defiende y lucha por los grandes valores que enarboló su fundador Manuel Gómez Morín, contra una corriente pragmática y eficientista que se denomina Neopanismo cuyo impulsor Manuel J. Clouthier (Maquio), inspiró con un grupo de políticos y empresarios una corriente que se denominaba “Los Barbaros del Norte”, de la que formaba parte Francisco Barrio en Chihuahua, Ernesto Ruffo en Baja California, Rodolfo Elizondo en Durango y Fernando Canales Clariond en Nuevo León, que en esencia estos personajes han impulsado la mayor etapa de expansión del panismo a nivel nacional  
 
Este grupo en la elección del año 2000, secuestró e impuso al PAN al candidato Vicente Fox, mediante la intromisión de poderosas corrientes externas organizados en un grupo llamado “Amigos de Fox” que creció inusitadamente apoderándose de la membresía panista ante el coraje y las rabietas de Diego Fernández de Ceballos y Carlos Castillo Peraza que nada pudieron hacer para que Fox se destapara y se proclamara candidato de ese partido.
 

El caso Felipe Calderón fue diferente, este era un colaborador de primer nivel de Vicente Fox, en la Secretaría de Energía, desde donde comenzó a promocionarse para la Presidencia en contra de la voluntad de su jefe que comenzó a tratarlo con recelo hasta renunciarlo de ese puesto, pues el candidato del señor de las botas era Santiago Creel a quien promovió y finalmente fue derrotado por Calderón Hinojosa en la elección del año 2006.
 
En la elección del 2012, Felipe Presidente quiso imponer a su amigo el Secretario de Hacienda Ernesto Cordero, pero se le cerraron nuevamente las corrientes nativas y originales del PAN logrando la postulación de Josefina Vásquez Mota en contra también de la voluntad presidencial en el poder.
 
En el PRI, como parte de su estrategia de unidad, históricamente tiene en el escenario a varios prospectos que actúan de manera disciplinada, tradicionalmente todos dentro del gabinete, donde desde que ingresan se ungen del hábito para poder ascender al último escalón de la pirámide política. Hasta ahora su comportamiento está ceñido con fuertes mordazas que los obligan a guardar sepulcral silencio sobre el tema y nadie se atreve a romperlo, a desbocarse con pronunciamientos estériles, pues todos sabemos que es el Presidente de la República quien guarda celosamente el nombre de quién contenderá y él lo designa, práctica a la que el genio popular conoce como el dedazo (ante el contento o descontento de la dirigencia, simpatizantes y militancia), les guste o no. Con las naturales consecuencias, mientras, los aspirantes desfilan ante la opinión pública en los medios de comunicación masiva, con una capucha en el rostro que los electores (encapuchado) y analistas intentan vanamente de descifrar quién es, para tener la primicia y el privilegio de acercarse y formar parte de su equipo y consecuentemente de la futura corte presidencial.
 

Todo el ritual sucesorio en el PRI, está diseñado en sus estatutos, en la tradición y en las normas constitucionales, sin embargo cada cual tiene a sus seguidores que los promocionan mediante la pluma, la entrevista y la famosa fotografía en la que se revela la cercanía con el presidente, el afecto, el compañerismo, la eficiencia en el cumplimiento de tareas delicadas y si algo hubiera de patriotismo en la decisión, habría que anotar la característica de que el designado es el hombre con capacidad y experiencia que el país necesita para enfrentar y resolver los grandes problemas nacionales.
 
Por eso es que de manera cotidiana antes del destape, surgen por doquier grupúsculos que desean atraer la atención de los altos mandos, supuestamente para aportar ideas que fortalezcan al partido, pero más que nada buscan la forma de reincorporarse a la administración pública, apoyados en un capital político ficticio y desgastado que los rescate de su ostracismo. O bien instrumentar consignas para acomodar sutiles zancadillas o fulminantes nocauts a los adversarios de “sus candidatos”.
 
Por eso aparecen organizaciones de viejo cuño con nombres rimbombantes y amenazadores de rupturas, como si tuvieran ideas nuevas y geniales que en el seno del partido y en sus órganos de dirección política no pudieran discutirse, como Corriente Crítica, Alianza Generacional, Nueva Corriente Democrática, Foro de la Democracia etc.
 

Pero en el PRI se vale disentir y se respeta la opinión y la postura política de cada quien. Nadie se incomoda a menos que quien juzgue se apoye en prejuicios individualistas, ajenos a la idea de conjunto y de objetivos o exigiendo que se haga algo, cuando en su tiempo tuvieron la oportunidad o la responsabilidad y no lo hicieron, o de plano lo hicieron mal.
 
Como es que el ex Gobernador de Oaxaca, Licenciado Ulises Ruiz, se atreve a pedir la renuncia del Presidente del Comité Ejecutivo Nacional por los resultados electorales, cuando él no tuvo la capacidad para retener para el PRI la gubernatura de su estado, entregándola a una oposición depredadora encabezada por Gabino Cué.
 
Otro caso dudoso es el de Ivonne Ortega, ex Gobernadora de Yucatán, quien avalada por una larga vida política y de militancia dentro del PRI, ahora cuestiona al partido en sus métodos para la selección de candidatos y extraña porque ella ha sido una persona muy cercana al actual Presidente con quien ha compartido tareas y responsabilidades y pareciere que Ivonne está siendo un instrumento del mismo Peña Nieto para confundir al Priismo nacional y que Ivonne esté jugando al igual que Calderón pasándose del otro lado de la banqueta, para, como priista no cargar con las faltas peñistas y erigirse como un cuadro democratizador con méritos para ser postulada por el PRI o por cualquier otro partido político.
 

No los mueve.- ni a Manlio Fabio Beltrones, Ivonne Ortega, Ulises Ruiz, Ernesto Gándara, José Ramón Martel, señorones de la política que conocen a fondo los documentos básicos, la ley electoral y la constitución política.- la idea de exigir que el Presidente de la República no intervenga en la selección del candidato, cuando sabemos que esto no obedece a normas estatutarias, sino a un antiguo ritual que garantiza la unidad operativa interna y que no agravia sino a aquellos que pretenden dividirlo y aprovechar esta circunstancia para fortalecer a la oposición que se nutre de los desprendimientos individuales o masivos que se dan por las inconformidades mezquinas de quienes no resultan nominados mediante este procedimiento.  
 
Si en sus reclamos son sinceros y de verdad quieren que se utilicen los métodos para elegir a candidatos, mediante la consulta directa a militantes y simpatizantes. Habría que decirles que
la consulta directa a las bases es un procedimiento que está en los estatutos desde la XIV Asamblea Nacional, celebrada en septiembre de1990 en que Luis Donaldo Colosio reformó al partido desde sus bases argumentando y estableciendo que en el futuro, "quien aspire a un puesto de elección popular, por nuestro partido, tendrá que someterse al juicio de la ciudadanía a la que aspira representar". Imponiéndoles como requisitos militancia, honorabilidad, probidad, capacidad, identificación con su pueblo, ánimo y convicción democrática". Lo que es más, los actuales estatutos que la contienen están firmados por Ivonne, ¿Por qué en su tiempo Ivonne Ortega no la utilizó o impuso cuando era Secretaria General del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, junto a Cesar Camacho? o ¿por qué no fue instrumento de democracia de Manlio Fabio Beltrones que lo sucedió?
 
Pero no va por ahí la tocada, los priistas supuestamente críticos o democratizadores, sospechan la posible existencia de un acuerdo secreto según el cual, el PRI, postularía un candidato proveniente de Acción Nacional con el que se subsistiría y se garantizaría la permanencia en el poder ante el incontenible avance de Morena.
 

Esta descabellada idea es un pretexto justificativo para impedir que en la XXII Asamblea nacional del PRI que se celebrará en el mes de agosto, se quiten los candados que impiden la nominación como candidato a la Presidencia de la República por no cumplir un requisito que establecen los estatutos y que los demás lo cumplen ampliamente. Así el Artículo 166. comienza mandando: el militante del partido que pretenda ser postulado como candidato a un cargo de elección popular, deberá cumplir los siguientes requisitos: l.- ll.-….. IX. Para los casos de Presidente de la República, Gobernador y Jefe de Gobierno del Distrito Federal se requerirá acreditar la calidad de cuadro, con diez años de militancia partidaria.
 
 ¿Y que es un cuadro en los estatutos partidistas? Artículo 23.- El Partido establece entre sus integrantes las siguientes categorías, conforme a las actividades y las responsabilidades que desarrollen: I. Miembros, a los ciudadanos, hombres y mujeres, en pleno goce de sus derechos políticos, afiliados al Partido; II. Militantes, a los afiliados que desempeñen en forma sistemática y reglamentada las obligaciones partidarias; III. Cuadros, a quienes con motivo de su militancia: a) Hayan desempeñado cargos de dirigencia en el Partido, sus sectores, organizaciones nacionales y adherentes. b) Hayan sido candidatos del Partido, propietarios o suplentes, a cargos de elección popular. c) Sean o hayan sido comisionados del Partido o representantes de sus candidatos ante los órganos electorales, casillas federales, estatales, municipales y/o distritales. d) Hayan egresado de las instituciones de capacitación política del Partido, o de los centros especializados de los sectores, organizaciones nacionales y adherentes, y desempeñado comisiones partidistas. e) Desempeñen o hayan desempeñado un cargo de responsabilidad política, dentro de los diferentes órganos de dirección del Partido o en sus organizaciones en los diversos niveles de su estructura. f) Participen de manera formal y regular durante las campañas electorales de los candidatos postulados por el Partido. g) Quienes hayan participado en asambleas y convenciones del Partido. h) Los directivos de las fundaciones y de los organismos especializados y sus antecedentes.
 
Sabe usted de algún imaginario precandidato que esté en el estrellato y no cumpla con este requisito, o de alguno que sobradamente lo cumpla y quiera que el candado permanezca y para ello esté utilizando a sus personeros para sabotear los trabajos de la XXII Asamblea Nacional e impedir la reforma para quedar como candidato único, si usted está pensando en 4, a mi modesto saber dos si los cumplen: Miguel Ángel Osorio Chong y Luis Videgaray Caso y dos no los cumplen: José Narro Robles y José Antonio Meade Kuribreña.
 

De aquí a la Asamblea Nacional quienes ya tienen boleto para la jugada harán todo lo posible con sus personeros interesados para que progrese el complot y acomodarse plácidamente en el vagón hacia Los Pinos sin acompañantes incómodos que les puedan disputar la silla mayor.
 
Cualquiera que sea la decisión de la Asamblea será saludable para México, pero qué trascendente sería el arribo de alguien ajeno a todas las camarillas mafiosas que se han apoderado de la Presidencia y de todos los nichos de poder, obstaculizando la llegada de alguien que podría barrerlos con un gabinete sano y honesto que limpie de fantasmas y de atracadores toda la administración pública y llevarlos a los tribunales como lo está haciendo el señor Presidente Enrique Peña Nieto con los Gobernadores.
 
El primer salto en esta escabrosa carrera será en la Asamblea Nacional, por lo pronto en Veracruz a lo largo del territorio estatal, el PRI, bajo la dirección de su por ahora inamovible líder Renato Alarcón, realiza sus asambleas deliberativas regionales culminando con la magna el día 26 de junio a celebrarse en la Ciudad de Xalapa, hagamos votos por que no se queden en el papel los grandes propósitos de este ejercicio de unidad y que se logren sus objetivos de promover entre la militancia una participación plena, abierta y libre, así como una reflexión profunda sobre el proyecto de nación al que aspiramos, un análisis donde se respeten todas y cada una de las opiniones vertidas para construir conceptos consensuados que definan los objetivos de un partido moderno y vanguardista, con la capacidad para transformar y transformarse y con la obligación y responsabilidad de corregir caminos y trazar nuevos; y debe ser el punto de partida de una nueva historia para nuestro instituto político, un llamado a todos los priistas a construir en unidad, un renovado y positivo legado para las generaciones futuras. Por el bien de la causa.
 

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