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Columnas y artículos de opinión
Metrópoli
Nuevo escándalo debilitará más al Sistema PRI
Francisco L. Carranco
10 de julio de 2017
alcalorpolitico.com
Un nuevo escándalo alrededor de la corrupción se ha desatado en contra del sistema que, durante casi 90 años, se erigió como el sistema rector supremo de la política en México y que, en ese periodo de tiempo, estableció la impunidad y corrupción como el estilo predilecto para gobernar este pobre país.
 
En las entidades gobernadas por el viejo partido revolucionario, la corrupción e impunidad ha dejado desfondado al PRI y, en consecuencia, al gobierno federal cuyo gobernante, bastante raspado, es emanado de ese Instituto Político que, además, deja comprometida la sucesión presidencial en el próximo proceso del 2018.
 
Durante décadas el Sistema Político, instaurado por Plutarco Elías Calles allá por 1929 (PNR), aglutinó a civiles y militares que habían luchado en la primera revolución social del siglo XX, a favor de los principios: no reelección y de la democracia y la justicia social.
 

Estos principios quedaron plasmados en la historia, la constitución y en el imaginario social, los políticos, desde esos años, se encargaron de adoctrinar al pueblo de que ese partido político, emanado de la revolución, guardaría esa potestad para mantener un gobierno justo; libre y soberano al país.
 
En teoría, como todo en México es teoría, los distintos intereses políticos y económicos de aquellos que han ostentado el poder determinan los estilos de gobierno, siempre de una forma autoritaria y unipersonal, claro, los valores políticos: democracia, no reelección y justicia social, siempre son recordados, pero, nunca utilizados.
 
Aquí manda el Presidente, el gobernador y el alcalde, por sobre todas las figuras políticas, por lo tanto, se privilegió durante muchos años la herencia política, el que manda (Presidente, el gobernador y el alcalde) siempre dejó a su sucesor, las consecuencias a la larga las podemos observar y sufrir.
 

Desde 1929 hasta 1989, el PRI mantuvo todas las entidades gobernadas, la presidencia, los congresos y el senado, todos, siempre, con mayoría priísta, a modo de los gobernantes y, desde, esa época, quedó instaurado el presidencialismo, la corrupción, el autoritarismo y la impunidad como actividades sustantivas y permitidas, al fin nadie de los nuevos barre para atrás.
 
Sin embargo, fue en 1989, en el sexenio de Carlos Salinas de Gortarí, que aparece la primera amenaza electoral al sistema ancestral, Ernesto Ruffo Appel, gana la primera alternancia en el estado de Baja California obteniendo la gubernatura en las urnas por un partido opositor: el PAN.  
 
En el país se visibiliza el hartazgo popular en contra del partido y del presidencialismo y aparece “la alternancia” bajo el llamado “voto útil” que llevó a Vicente Fox a la Presidencia de la República, bajo muchas especulaciones, pero, con una visión muy clara de apaciguamiento social del presidente saliente (Carlos Salinas) que esperaba regresar luego de darle al pueblo un remojón de democracia, incluso, con el gane de Felipe Calderón.
 

El regreso del PRI al poder, permitió el crecimiento de la corrupción, autoritarismo e impunidad, pero, está se desbordó a los límites que conocemos y vivimos en la actualidad, donde aparte de la corrupción e impunidad ha surgido otro gran problema que es la inseguridad y violencia, la aparición de guerras entre grupos delictivos, aumento de robos, asaltos y retos directos a las autoridades militares, todo, todo, todo, bajo el auspicio y tolerancia del que manda en el país.
 
La prueba del fracaso del “gran cambio” lo vemos con un nuevo escándalo que surge alrededor de la corrupción que ha hundido a Veracruz y de paso ensuciado al PRI que, junto con otros ex gobernadores que enfrentan procesos penales, es la grabación de una llamada del ex gobernante Duarte a su tesorero, donde éste le reclama que no se ha depositado una cantidad espeluznante: mil millones de pesos al mismísimo PRI.
 
La cifras millonarias que se manejan en la corrupción de Duarte y sus aliados es inimaginable e interminable, lo que sí se sabe, es que es la peor historia de corrupción que una entidad, en Latinoamérica, ha sufrido a manos de la ambición de un grupo político sin militancia, pero, que utilizaron al partido para formar el “Nuevo PRI” y saquear al erario público.
 

Qué cómo se puede arreglar esto, bueno cómo siempre la mejor decisión la tienen los electores que deberán sufragar, aquí en Veracruz, por Presidente de la República, Senadores, Gobernador, Diputados Federales y Diputados locales, casi nada.
 
Si el elector participa no hay capacidad del sistema para un gran fraude como el de Salinas. Bueno, eso dicen.
 
Suburbio 1
 

Aumentan los niveles de agua en la entidad y los delitos del fuero común.
 
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