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Columnas y artículos de opinión
Cabos Sueltos
Silvia Sigüenza
4 de agosto de 2017
alcalorpolitico.com
Grave, serio y para documentarse y pensarse la situación que ante el "discurso" emitido por el sr. gobernador del Estado de Veracruz-Llave, con motivo de la presentación de Israel Galván Jaime como nuevo coordinador estatal de la policía federal en el Estado. Viene a ocupar el cargo que dejó el general Camilo Juan Castagne; asesinado en la ciudad de Cardel, Ver.  
 
Y un acto protocolario más, cumpliendo con las ordenanzas en vigor. Y fue en este acto qué el gobernador del Estado, estalló con todo su hígado y centró sus ex abruptos y reclamos en la prensa estatal, y por supuesto en quienes cubren esta fuente.
 
Mostró el sr. gobernador, que la víscera domina su inteligencia, que no es poca ni nada despreciable; domina incluso, al menos en esta ocasión su larga trayectoria política. Es sabido que el licenciado Miguel A. Yunes es como decimos los veracruzanos, de mecha corta pero también hemos visto a través de los diversos cargos políticos que ha ostentado que en algunos casos, situaciones difíciles políticamente hablando, fue capaz de domeñar su carácter que en palabras del pueblo se denomina (de mecha corta) y seguir sin mayores tropiezos su ya amplia carrera política.
 

A Veracruz llegó como un niño muy deseado, los veracruzanos rebosaban felicidad y esperanza con el arribo del nuevo gobernante. Los votos lo llevaron al éxito. Sin embargo sus promesas de campaña, la más utilizada durante ella, fue la de dar la paz a los veracruzanos, acabar con la marejada cuasi permanente de violencia de todo tipo que padecimos durante dos sexenios con énfasis supino durante el desgobierno de Javier Duarte de Ochoa.
 
Quizá el señor gobernador, preocupado por ganar la siempre ansiada gubernatura del Estado, no dimensionó--y siento decirlo--la magnitud real del problema delicuencial que se asentaba y así sigue en todo el territorio veracruzano. Ofreció casi el paraíso, y resulta que a seis o siete meses de ser la máxima autoridad estatal, su promesa de campaña, no podido realizarla. Parte de su empeño y capacidad política, que no se le niega, la centró en ganar la alcaldía del puerto de Veracruz, para su hijo. Y lo logró.  
 
En contraparte, el problema de la delincuencia ya sea organizada, desorganizada; temporal, maniobrada a larga distancia, etc, etc, va en innegable crescendo. A esto suma su gran frialdad rayana en el desprecio hacia la prensa estatal, con dos excepciones cuando más, su oficina de prensa es algo así como la (última coca cola en el desierto, como decían los chavos hace algún tiempo). En fin, casi a la mitad de su mandato en el Estado, las cuentas no le salen como debieran, atendiendo a sus promesas de campaña. Y la desesperación le llevó al máximo del descontrol y estalló contra la prensa en un acto público.
 

En fin, me parece que esta reciente actitud hacia la prensa y los trabajadores de los medios, no fue ni será nada productiva. Sí, la sartén la tiene por el mango el sr. gobernador. ¿por cuánto tiempo? viene ya la elección madre, la de Presidente de la República, y Veracruz es un estado de suma importancia por su número de votantes, será su encomienda y responsabilidad, el resultado que se obtenga en el estado de Veracruz.
 
Creo firmemente que los periodistas de Veracruz, son personas que saben su oficio o profesión, como ud. le llame, son responsables y si en algunos casos no se cumplen las expectativas que ud. espera, existe una relación humana que se llama diálogo y, funciona.