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Columnas y artículos de opinión
Prosa Aprisa
¿Licuadora o verdadera revolvedora?
Arturo Reyes Isidoro
7 de septiembre de 2017
alcalorpolitico.com
Ahora ha sido el senador José Francisco “Pepe” Yunes Zorrilla quien ha cuestionado el manejo de los recursos públicos por parte de la actual administración estatal.
 
A su juicio, la famosa “licuadora”, que tanto se criticó al gobierno de Javier Duarte, ya fue “encendida” por la nueva administración.
 
En declaraciones ayer señaló que el reporte bimestral que se sustenta en actas públicas del Estado refleja una deuda de 8 mil millones de pesos (Claudia Montero/alcalorpolitico.com).
 

Por eso pidió que se muestre el registro de la cuenta pública. “Creo que lo que se dio ya se dispersó y eso es lo que se conoce como licuadora o se conocía como licuadora”.
 
A decir del legislador de la Cámara alta del Congreso de la Unión, cada recurso etiquetado tiene su cuenta y no llega sólo a una, por lo que es erróneo el argumento de que todos los recursos etiquetados se depositan a una sola cuenta.  
 
Hizo alusión también al déficit de 10 mil millones de pesos anuales en el Gobierno del Estado, lo que calificó como un grave problema y lo que, dijo, explica el desvío de recursos, tal como lo es la práctica de la “licuadora”.  
 

"La licuadora es un desvío de recursos, como se hacía antes y quiere decir que genera las condiciones de desorden que ya padece Veracruz".
 
A diferencia de su homólogo Héctor Yunes Landa, Yunes Zorrilla no usó ningún calificativo contra el gobierno panista, pero además es presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado, por lo que se supone que sabe bien del tema y estuvo seguro de lo que dijo.
 
Esta vez, pues, no hubo palabras que se pudieran tomar como ofensas, por lo que sería deseable una respuesta puntual a un representante del Senado y de los veracruzanos. Sería saludable por todos y para todos, incluido el mismo gobierno.
 

Histórica, la llegada de Morena a la Jucopo
 
Lo que se supo la noche del lunes pasado por parte de algunos que estuvieron adentro es que hasta lo último se resistió el diputado panista Sergio Hernández a soltar la presidencia de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso local.
 
Fue por presiones de los integrantes de los partidos de oposición de la Jucopo que al final cedió. Pretendía alargar su permanencia hasta el próximo mes. No se lo permitieron más.
 

De privar el respeto a los acuerdos internos, la civilidad política y la cordura de la diputación panista, mañana viernes se hará historia en el Congreso por parte de la LXIV Legislatura ya que por primera vez la conducción de la toma de acuerdos de los asuntos a tratar estará en manos de un grupo legislativo de izquierda.
 
Para darle gobernabilidad al Congreso fue que se determinó que tanto la presidencia de la Jucopo como de la Mesa Directiva serían rotatorias, de acuerdo al número de diputados. Fue así que se decidió que primero iría la bancada panista, luego la morenista y concluirá el próximo año la priista.
 
Los cambios son buenos porque el renuevo refresca, oxigena y evita la entronización de un solo grupo con el consiguiente establecimiento de compromisos que nunca son para beneficio de la sociedad sino sólo de unos cuantos.
 

Se espera un verdadero contrapeso al Ejecutivo
 
Pero el relevo cobra relevancia porque si la bancada de Morena actúa con responsabilidad y con el compromiso que debe a los ciudadanos, entonces será un verdadero contrapeso del Poder Ejecutivo, de siempre avasallante con el Poder Legislativo, por complacencia y complicidad de los propios legisladores.
 
Los diputados priistas, cuando fueron mayoría y el gobernador era de su mismo partido, sólo sirvieron de comparsa para aprobar hasta verdaderas atrocidades convertidas en iniciativas de ley para asestarles puñaladas por la espalda a Veracruz y a los veracruzanos.
 

En buena parte ellos fueron corresponsables de todas las raterías de Javier Duarte y de sus cómplices pues nunca ejercieron su labor de vigilancia, se dejaron sobornar para aprobar todo lo que les ordenaban y nunca constituyeron el contrapeso que pusiera un freno a los abusos del gobernador y sus compinches. En justicia, muchos debieran estar también en prisión y se les debiera decomisar la riqueza que hicieron por componendas vergonzosas.
 
En parte, esa práctica viciada se repitió en el inicio de la actual Legislatura, pues la presidencia de la Junta de Coordinación Política recayó en el grupo legislativo del PAN afín al gobernador del Estado a quien no le exigió el cumplimiento de su responsabilidad como rendir cuenta puntual y pormenorizada del manejo de los recursos públicos ni ser transparente como lo había ofrecido en su campaña y al asumir el poder. Tampoco fue un contrapeso, en un caso similar a los priistas.
 
Por eso el interés y la expectativa por la llegada a la presidencia de la Jucopo de un grupo que no sólo es de izquierda, o sea no afín ideológicamente al titular del Poder Ejecutivo, sino que, eso se supone, no comparte intereses personales o de grupo con el gobernador y por lo tanto será un verdadero contrapeso a su toma de decisiones y un verdadero fiscalizador que le pedirá o le exigirá cuentas claras y chocolate espeso.  
 

Se puede recobrar confianza ciudadana
 
Estaríamos, pues, a las puertas de un hecho inédito y de una práctica legislativa novedosa, y por lo tanto de lo que será toda una experiencia que puede sentar las bases para una nueva forma de trabajo legislativo y de marcar la ruta de un nuevo rumbo que fortalezca la vida democrática de Veracruz y de las instituciones.
 
Es toda una oportunidad histórica para esta corriente de izquierda política del Estado, que si actúa bien, con responsabilidad, puede contribuir a recobrar la confianza y la credibilidad ciudadana en sus diputados.
 

Por todo lo que dicen y pregonan ser, de antemano descarto que se vayan a dejar mangonear desde el Palacio de Gobierno a cambio de sobornos como la obtención de placas de taxis, de patentes de notarías o de la entrega de contratos para negocios particulares, hasta recibir cañonazos en efectivo para asegurar su futuro por el resto de sus días. Aunque tampoco doy por descontado que pueda suceder, porque luego uno se lleva verdaderas sorpresas.  
 
La capitulación del todavía presidente de la Jucopo, Sergio Hernández, demostró que, en efecto, la unión hace la fuerza, porque fue la conjunción de las bancadas de Morena y del chiquitaje, incluido el PRI, la que logró obligarlo a que respetara el acuerdo de ceder los bártulos legislativos como estaba acordado.
 
¿Serán otra mafia del poder?
 

El virtual nuevo presidente de la Jucopo, Amado Cruz Malpica, se mostró el martes cauto y respetuoso de los mecanismos de acuerdos internos y se negó a adelantar si destituirán a los panistas que ocupan los puestos claves de la administración del Congreso, pero no lo descartó y dejó la decisión para cuando asuma el cargo formalmente y se acuerde con los demás integrantes de ese órgano colegiado.
 
(La noche del viernes pasado, ya noche, cuando prácticamente todos se habían ido del edificio, un dron nocturno que casualmente sobrevoló por el edificio del Congreso registró que se movían adentro unas sombras. Eran los panistas operativos, los funcionarios que se podrían ir, quienes, según se supo después, estaban dedicados a borrar toda huella que los inculpara por sus manejos internos ante la inminencia de que los remuevan.)
 
Quién sabe con base en qué se podría esperar que los dejaran en sus cargos pues cuando el grupo panista asumió el control al inicio de la LXIV Legislatura, no dejó tocar ni baranda a los de Morena y no les cedió siquiera ninguna posición de relevancia en la Mesa Directiva, concediéndoselas en cambio a las bancadas del PRD y del PRI.
 

De que puede haber algunos jaloneos los puede haber porque, por ejemplo, un diputado invitó a los reporteros que cubren la fuente a investigar el manejo de los recursos pues les dijo que a él le hicieron firmar una responsiva por una computadora que se le dio, que no cuesta más de 7 mil pesos, pero que en el documento pusieron que valía más de 20.
 
Pero si la llegada de los morenos a la Jucopo será una oportunidad para su crecimiento político, servirá también para que demuestren si es cierto que así como roncan duermen, esto es, que muy críticos con la “mafia del poder” priista-panista ahora serán los capos legislativos y a ver si no resultan peores que los tricolores y los azules.
 
Como quiera que sea, harán historia.
 

Héctor no afloja el paso
 
Desayunó ayer con periodistas de Coatzacoalcos y este jueves el senador Héctor Yunes Landa ofrecerá conferencia de prensa luego del medio día frente al Parque Juárez en Xalapa. En el sur dijo que la candidatura de su partido será definida por encuestas y desmintió que José Antonio Meade haya destapado a Pepe, lo que Pepe aclaró también en el mismo sentido en la capital del Estado.