México es un país con un gran destino, capaz de sobreponerse a cualquier adversidad sin importar la magnitud del daño o de la crueldad que ésta cause, sobrevivimos a cataclismos, terremotos, ciclones, huracanes y todo tipo de calamidades que a pesar de su intensidad no han logrado postrarnos ni someternos a la inútil resignación o al lamento conformista de los amedrentados que aguantan los embates tronándose los dedos y rogando la inasible misericordia.
 
Pero si la naturaleza nos ha depredado con brutal encono provocando destrucción y muerte, no existe para nosotros la visión apocalíptica de la destrucción total. Por el contrario los desastres siempre nos han fortalecido en nuestra conciencia para resistir las iras de la naturaleza y de la maldad humana, al margen o al lado de quienes nos gobiernan.
 
Políticamente esta no es la representación maléfica de una cortina de humo para distraernos de las contaminantes perversidades que respiramos cotidianamente, rebosantes de la dañina esencia demagógica que para turbarnos y extraviarnos en un mundo de mentiras nos arrojan los magos de la mercadotecnia, tanto que la comunidad cuando uno de estos charlatanes se acerca a valorar la reconstrucción en el lugar de los hechos son abucheados y corridos vergonzosamente por las turbas que lo mismo rechiflan a políticos, periodistas artistas, deportistas que van por la nota para acrecentar su imagen o para manipular de alguna manera la información.
 

Esta cruel forma de proceder de las anónimas masas, es parte de ese rechazo al cínico oportunismo de quienes lucran o pretender aprovecharse de la desgracia y de la necesidad, por eso el pueblo con sus sonoros chiflidos y desgañitándose les dice no los queremos aquí.
 
Por eso ante este acontecimiento devastador en las grandes ciudades, el pueblo ha replegado a políticos y periodistas que para permanecer en aquellas áreas tienen que hacerlo protegidos por tumultuosos equipos de seguridad.  
 
Mientras que quienes leemos las críticas sobre este tópico, nos limitamos a decir, que si van los critican por que van y si no, los critican porque no van ¿Entonces?.  
 

Lo cierto es que aspirantes y líderes partidistas cuando la carrera de la sucesión presidencial había encendido las calderas a todo vapor, tuvieron que replegarse avergonzados de sus ambiciones y guardar sepulcral silencio ante el temor de que una frase mal dicha o una acción mal ejecutada pudiera generar una estrepitosa caída ante lo sensible que está en estos momentos la opinión pública.
 
Y cómo no vamos a estar con los nervios a flor de piel, cuando preocupados imaginamos el alto costo de la reconstrucción o la angustia de miles de familias que lo perdieron todo, sus casitas, sus negocios, su trabajo, familiares, amigos, compañeros y vemos la enorme destrucción que ha causado la naturaleza por todas partes.
 
Y pensamos en el difícil futuro que nos espera como nación, pues Chiapas, Oaxaca y la Ciudad de México están semidestruidos, Puebla, el Estado de México, Veracruz y Guerrero muy golpeados, pero todos con el ánimo de levantarnos. Pero nos preguntamos de dónde van a salir los recursos para hacerlo, quizás de préstamos que nos conceda la banca internacional o de la ayuda humanitaria que por fortuna fluye de todo el mundo o quizás de un nuevo recorte del gasto público que indudablemente nos afectara a todos.
 

En esas reflexiones estamos, cuando leemos sorprendidos que la maquinaria política del país se prepara para propinarnos un nuevo garrotazo en la nuca, al anunciar su inllenable mafia, el costo estratosférico de nuestra democracia, cuyo monto proyectado para el ejercicio 2018 es de 25 MIL MILLONES DE PESOS. Madre mía esto si es una verdadera locura, ni en Francia, Inglaterra o Alemania cuesta tanto una elección, a cuyo monto no se agrega el costo de las elecciones locales, que es otro bonche grande. Pero eso sí, la cifra nos distingue por ejercitar una de las democracias más caras del mundo.
 
La lectura de algunos conceptos del presupuesto nos enfurece y nos fastidia, nos llena de indignación leer que sólo para los gastos ordinarios de los 9 partidos políticos el financiamiento público presupuestado es de 4 MIL 296 MILLONES 333MIL 246 PESOS. Y para las campañas políticas de los candidatos de los partidos e independientes 2MIL 148 MILLONES 166 MIL PESOS. En total 6 MIL 768 MILLONES 900 MIL 16 PESOS, solo para pagar a nuestros salvadores que nos prometerán terminar con la inseguridad, crear millones de empleos bien remunerados, combatir la violencia, la pobreza, la corrupción y además nos ofrecerán transparencia en el manejo de los recursos públicos, mejores servicios, gasolina barata, transporte seguro, carreteras, aeropuertos, mejores hospitales, escuelas, en fin la posibilidad de vivir en un país con todas las comodidades.
 
Pagaremos todo ese dinero, porque nos digan todas esas mentiras, por ver el desfile luminoso de miles de demagogos en la gran pasarela del país, a pesar de que Juan Pueblo está convencido de que todos los políticos son iguales.
 

No, esto no debe de suceder, esto es un derroche y los mexicanos debemos de decir NO, ¡YA BASTA! esto es un desperdicio criminal, máxime en tiempos de crisis, de dolor, de angustias, de hambre y de necesidades, con esa cantidad se pueden reparar gran cantidad de puentes, carreteras, calles, hospitales y escuelas que se deterioraron, se pueden comprar toneladas de alimentos y medicinas para los damnificados y se les podrían construir unidades habitacionales.
 
La verdad, les agradecemos a los diputados priistas su donativo de 8 millones para coadyuvar en la reconstrucción, a Andrés Manuel su hablada de otorgar el 20% del presupuesto de su partido y a los líderes de los demás partidos sus piadosas intenciones de dar un día de salario de cada uno como limosna para lograr la misericordia popular.
 
Un aplauso para Don Enrique Ochoa Reza Presidente del PRI Nacional, por el donativo legal del 25% de su presupuesto anual, equivalente a 258 millones de pesos de los que además exige que la entrega sea inmediata al fondo de reconstrucción y con absoluto carácter de apartidista.
 

Pero señor Presidente, señores diputados, a ustedes que constitucionalmente les hemos encomendado la facultad de: al primero administrar óptimamente el tesoro de la nación y a los segundos la aprobación del presupuesto de egresos, por favor no nos atropellen, no nos peguen en la cara, no nos golpeen en los tumpiates, no aprueben esa monstruosidad de gastos, lo que aprueben subsúmanlo nada más a lo estrictamente necesario y lo demás aplíquenlo en lo urgente que es atender las necesidades populares.
 
Hay que recortar el presupuesto de los partidos, hay que eliminar los lujos y dispendios, hay que quitar los altos bonos de compensación para los funcionarios el día de las elecciones que son 800 MILLONES 725 MIL PESOS, hay que eliminar los 350 MILLONES de dieta para los consejeros, hay que suprimir los viáticos para viajes internacionales, los 20 MILLONES para contenidos periodísticos, hay que disminuir los viáticos, gasto y cuando menos la mitad de los elevadísimos sueldos de los funcionarios y consejeros de todos los niveles, ciertamente van a brincar y es comprensible, pero que se quede el que se quiera quedar y el que no que se vaya.
 
Los mexicanos en los términos financieros como se está manejando el presupuesto no queremos elecciones, si las hay que se busque un modelo más económico que no nos empobrezca más. A partir de ahora en la ruta de la reconstrucción tenemos que desarrollar una economía austera, como si estuviéramos en una economía de guerra y todos tenemos que movilizarnos para solicitar a los diputados que asuman la responsabilidad con el pueblo, defendiéndonos el apetito voraz de la burocracia electoral.
 

Si el temor es que las campañas sean penetradas por dinero sucio de la delincuencia organizada o que se generalice el dispendio de los candidatos para promoverse, aplíquese de inmediato la ley y procédase a la nulidad de registros, de elecciones y de partidos. Quienes queden como candidatos deberán de ser verdaderamente honestos, los funcionarios del INE incorruptibles y los partidos so pena de cancelación de su registro deben de ser meticulosos en la selección de sus candidatos.
 
No quisiéramos que Peña Nieto actuara como lo hizo Miguel De La Madrid que siendo Presidente de la República, cuando aquel sismo de 1985, para hacerse de recursos, recortó drásticamente el presupuesto de los Estados, retuvo sus ahorros, que los había y suspendió en ellos toda la obra pública.
 
Ahora no señor Presidente, en el norte de Veracruz sentimos un fuerte repunte de la economía con el Puerto de Tuxpan es de maravillarse, su movimiento y el inmediato influjo que está irradiando al resto territorial, baste decir que en el norte de la ciudad, maquinaria pesada ya trabaja a un buen paso en la construcción del libramiento, por aquí mismo se interna hacia Tamiahua y es de admirarse el avance en la reconstrucción de una magnifica carretera que comunicará las dos ciudades.
 

Llega a Tamiahua y en el entronque se encuentra un patio industrial con más de mil tubos de acero con un diámetro superior de medio metro y decenas de plataformas de camiones descargando tubería apoyados por enormes grúas. Lo que anuncia la construcción de una gran obra.
 
Te adentras hacia naranjos y te encuentras brigadas de cadeneros que hacen trazos con sus teodolitos y colocan marcas, se intuye que al fin se va a arreglar la carretera y se va a construir el vado sobre el rio Tancochin que es un obstáculo y un peligro para la circulación, continuas y te encuentras con un campamento en el que cientos de albañiles y peones, decenas de camiones y góndolas transportan piedra, grava y arena para tirarla en la rasante que en su mayor parte ya se encuentra raspada y aplanada es la autopista Tuxpan-Ozuluama y el entronque es donde seguramente será el bajadero o acceso de Naranjos y Tamiahua, para subir a la autopista.
 
Por cierto entre los pequeños propietarios afectados en los tramos por donde atravesará esta vía de comunicación hay la impresión de que la secretaría está mintiéndole al Gobernador a quien convencieron de que los propietarios estaban renuentes a negociar y que era conveniente de que el Estado expropiara y la secretaría pagaría la indemnización, cuando la realidad es que la secretaría no tiene dinero, o no tiene ganas de negociar al menos en el norte habemos propietarios que hemos negociado hace más de un año y la secretaría no ha pagado.
 

Con esta medida expropiatoria el Estado corre el riesgo de actuar y de que la secretaría no pague, la actitud de la secretaría es dudosa, bueno sería que el Estado antes de proceder a la expropiación llamara a los propietarios y revisara si la secretaría está actuando con verdad o si sólo por ahorrarse unos pesos o para encontrar culpables de su atraso esté aportando información falsa.
 
Si continuamos hacia la Sierra de Otontepec, al llegar a Chontla y continuar hacia Ixcatepec, nos encontramos un avance pasmoso en la construcción y reconstrucción de este importante tramo hasta hace poco intransitable por su secular abandono, levantamiento de carpeta, recubrimiento con material de primera, abundante maquinaria y trabajadores, lo admirable es que lo que levantan de inmediato lo vienen recubriendo con una buena capa de asfalto sobre la rasante y lo destacable es el buen sistema de alcantarillado que se viene construyendo.
 
Ojalá y el señor Gobernador tome en consideración la urgente reparación del tramo que va de Chontla hacia Naranjos, donde un buen bacheo nos salvaría la vida y nos permitiría circular a buena velocidad sin exponernos a las contingencias de las malas carreteras.
 

Por estos visibles avances y las inversiones millonarias que fortalecen la infraestructura del norte de Veracruz, los huastecos le rogamos al señor Presidente y al señor Gobernador que no vayan a parar estas importantes obras que al fin históricamente nos reivindican y nos incorporan al progreso del país.- Por el bien de la causa.
 
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