13 de noviembre de 2017
alcalorpolitico.com
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twitter: HELÍHERRERA.es
En política nada es casualidad, en ese contexto debemos entender las campañas mediáticas en contra de los dirigentes nacionales del Frente Ciudadano por México que hasta antes de construirlo nadie se ocupaba de ellos, pero que a raíz de su lanzamiento iniciaron una serie de ataques primero contra Ricardo Anaya, posteriormente con Barrales y ahora contra Dante Delgado.
Y como en todo sistema capitalista el meollo es el dinero, que le hace falta a millones y millones de mexicanos, en política se convierte en materia prima para muchas veces calumniar, y en otras para aseverar la riqueza que poseen, como es el caso de los líderes de estos partidos políticos.
Ya Ricardo Anaya se ocupó de denunciar al periódico capitalino El Universal por la campaña que enderezó en su contra por poseer una fortuna multimillonaria, que terminó demostrando no ser suya sino de sus suegros y esposa, como lo resolvió la autoridad judicial competente. Posteriormente le sacaron las propiedades a la exdirigente sindical nacional de las aeromozas que no las niega, pero tampoco las justifica como lo hizo el primero, y ahora, en este fin de semana le tocó el turno al veracruzano, a quien acusan de malversar las prerrogativas primero de Convergencia por la democracia; luego de Convergencia y ahora de Movimiento Ciudadano que ascienden a 4 mil 700 millones de pesos.
Los denunciantes, quienes se bautizan como dirigencia alternativa de Movimiento Ciudadano (en mi vida de fundador de este instituto político conozco a ninguno de ellos), exigen, además, la expulsión del exgobernador de Veracruz, por darles solo el 50% de las prerrogativas que recibe MC a las 31 entidades federativas más la ciudad de México, declaración que en lugar de perjudicar a Dante Delgado le beneficia dado que el restante 50 por ciento no deducen estos señores que se utiliza para gastos de campañas, gasto corriente de toda la estructura, gastos administrativos, entre muchos otros.
Se hacen los occisos y buscan sorprender a la sociedad con esta calumnia, cuando todos sabemos que el Instituto Nacional Electoral fiscaliza todos los dineros públicos que les entregan a los partidos políticos, y que lo hacen con triple lupa, buscando siempre encontrar un pelo en la sopa para multarlos y descontarle el monto de su prerrogativa.
Si Dante Delgado hubiera desviado un peso de esos fondos ya el INE hubiera procedido, en consecuencia, contra él y Movimiento Ciudadano, pero los sedicientes denunciantes siembran mentiras con el claro propósito de desprestigiar al artífice del Frente.
La litis, como dijeran los abogados, es exactamente ese: el Frente Ciudadano por México, de quien vemos con las acusaciones que les endilgan a los dirigentes nacionales el grado de terror que el PRI-Gobierno le tiene. Si no hubiera temor ni se ocuparían de éste ni de sus promoventes, pero sus acciones con testaferros demuestran lo contrario.
Se podrá estar de acuerdo con el FCM o no precisamente por la naturaleza ideológica de sus convocantes, pero de que cimbró al PRI y a MORENA lo es, porque ahora la elección será de tercios y no de dos como lo esperaban las estructuras del gobierno.
Todo esto sin descartar el fuego amigo jarocho que la posible candidatura de Dante Delgado a la gubernatura está generando dentro de los partidos políticos integrantes del Frente.
¿Qué estrategia inventarán ahora los neoliberales del gobierno al observar el fracaso de la hasta ahora utilizada? ¿Qué sigue?, porque de algo estoy seguro y es que no van a bajar los brazos de aquí y hasta la noche del 30 de junio.
twitter: HELÍHERRERA.es
En política nada es casualidad, en ese contexto debemos entender las campañas mediáticas en contra de los dirigentes nacionales del Frente Ciudadano por México que hasta antes de construirlo nadie se ocupaba de ellos, pero que a raíz de su lanzamiento iniciaron una serie de ataques primero contra Ricardo Anaya, posteriormente con Barrales y ahora contra Dante Delgado.
Y como en todo sistema capitalista el meollo es el dinero, que le hace falta a millones y millones de mexicanos, en política se convierte en materia prima para muchas veces calumniar, y en otras para aseverar la riqueza que poseen, como es el caso de los líderes de estos partidos políticos.
Ya Ricardo Anaya se ocupó de denunciar al periódico capitalino El Universal por la campaña que enderezó en su contra por poseer una fortuna multimillonaria, que terminó demostrando no ser suya sino de sus suegros y esposa, como lo resolvió la autoridad judicial competente. Posteriormente le sacaron las propiedades a la exdirigente sindical nacional de las aeromozas que no las niega, pero tampoco las justifica como lo hizo el primero, y ahora, en este fin de semana le tocó el turno al veracruzano, a quien acusan de malversar las prerrogativas primero de Convergencia por la democracia; luego de Convergencia y ahora de Movimiento Ciudadano que ascienden a 4 mil 700 millones de pesos.
Los denunciantes, quienes se bautizan como dirigencia alternativa de Movimiento Ciudadano (en mi vida de fundador de este instituto político conozco a ninguno de ellos), exigen, además, la expulsión del exgobernador de Veracruz, por darles solo el 50% de las prerrogativas que recibe MC a las 31 entidades federativas más la ciudad de México, declaración que en lugar de perjudicar a Dante Delgado le beneficia dado que el restante 50 por ciento no deducen estos señores que se utiliza para gastos de campañas, gasto corriente de toda la estructura, gastos administrativos, entre muchos otros.
Se hacen los occisos y buscan sorprender a la sociedad con esta calumnia, cuando todos sabemos que el Instituto Nacional Electoral fiscaliza todos los dineros públicos que les entregan a los partidos políticos, y que lo hacen con triple lupa, buscando siempre encontrar un pelo en la sopa para multarlos y descontarle el monto de su prerrogativa.
Si Dante Delgado hubiera desviado un peso de esos fondos ya el INE hubiera procedido, en consecuencia, contra él y Movimiento Ciudadano, pero los sedicientes denunciantes siembran mentiras con el claro propósito de desprestigiar al artífice del Frente.
La litis, como dijeran los abogados, es exactamente ese: el Frente Ciudadano por México, de quien vemos con las acusaciones que les endilgan a los dirigentes nacionales el grado de terror que el PRI-Gobierno le tiene. Si no hubiera temor ni se ocuparían de éste ni de sus promoventes, pero sus acciones con testaferros demuestran lo contrario.
Se podrá estar de acuerdo con el FCM o no precisamente por la naturaleza ideológica de sus convocantes, pero de que cimbró al PRI y a MORENA lo es, porque ahora la elección será de tercios y no de dos como lo esperaban las estructuras del gobierno.
Todo esto sin descartar el fuego amigo jarocho que la posible candidatura de Dante Delgado a la gubernatura está generando dentro de los partidos políticos integrantes del Frente.
¿Qué estrategia inventarán ahora los neoliberales del gobierno al observar el fracaso de la hasta ahora utilizada? ¿Qué sigue?, porque de algo estoy seguro y es que no van a bajar los brazos de aquí y hasta la noche del 30 de junio.