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Columnas y artículos de opinión
Diario de un reportero
Sobre declaraciones sin pruebas y ternas sin nombres
Miguel Molina
26 de enero de 2018
alcalorpolitico.com
Ahora que nos hemos dado cuenta de que en la política mexicana el cambio es poco más que un ofrecimiento perpetuo perdido en los discursos, y de que la esperanza que antes duraba tres o cuatro años se ha ido perdiendo en uno, tendremos que detenernos a pensar en el justo valor de las palabras.
 
Lo principal, creo, es no olvidar que las palabras son el instrumento más valioso y más efectivo de los gobernantes para comunicarse con los ciudadanos. "El gobernante no debe hablar mucho, para que cuando hable sus palabras tengan todo el peso de la autoridad y el respeto de la investidura", me dijo un día de café don Fernando Gutiérrez Barrios, palabras más o menos. Tenía razón.
 
Pero la cosa se descompuso, por egos y por ignorancias: uno de los recursos favoritos del malogrado régimen duartista era descalificar a muchos de los muertos, casi a todos, diciendo que no eran personas de bien sino malandros o cómplices de malandros. Pero entonces como ahora nadie ofrecía pruebas de las acusaciones que lanzaban sin pensar funcionarios chicos y grandes y anchos del desgobierno...
 

Bastaba que lo dijera la autoridad para que fuera más o menos cierto. Algunos dudaban de las declaraciones oficiales, pero muchos las creían porque el río de los señalamientos sonaba y los medios repetían lo que dijeron los funcionarios sin darse cuenta de que contribuían a que las víctimas que asesinó la violencia se volvieran víctimas de la deshonra, el descrédito, el perjuicio y el desprecio. Sin una sola prueba. Sigue siendo así.
 
Salvador Martínez y Martínez – colega columnista de alcalorpolítico, mi maestro en otro tiempo y mi amigo desde entonces – define con precisión el triste estado de cosas esta semana en un artículo sin desperdicio (https://www.alcalorpolitico.com/informacion/enjuiciamiento-criminal-contra-los-muertos-254170.html#.WmiOSyPMwWo):
 
"¿Un proceso mediático paralelo a los procesos judiciales que mandatan las leyes?", se pregunta el jurista. "Así es, basta la imputación del delito por parte de las agencias ejecutivas para que se le aplique la pena a un muerto, como en la antigüedad o en el medioevo".
 

Y dice más: "(H)oy como entonces, esto conviene a los intereses político-criminales de los gobernantes, ya que en el imaginario colectivo de una sociedad determinada se siembra la percepción de que el sistema sí funciona. Ni falta que hacen el principio de presunción de inocencia, ni los Tribunales y los Jueces...".
 
Tal vez no está lejos el día en que las familias de muchas víctimas que el discurso oficial convirtió en delincuentes recurran a los tribunales para exigir a los declarantes que prueben lo que dicen o se queden callados. Tal vez.
 
¿Quiénes estaban en las ternas municipales?
 

Muchos han criticado al alcalde Hipólito Rodríguez porque no pudo o no supo encontrar cuatro xalapeños con la experiencia y los conocimientos suficientes para manejar la tesorería municipal, para dirigir el Ayuntamiento, para administrar la Comisión de Agua y Saneamiento, o para tutelar los Recursos Humanos.
 
Se les reprocha su origen político, que los vincula a Andrés Manuel López Obrador, y se les critica que sean fuereños. También se mencionan algunos antecedentes más y menos turbios de los nuevos funcionarios.
 
Tal vez la mejor manera de disipar dudas, aclarar malos entendidos y otras cosas, es que el alcalde haga públicos los nombres de quienes estuvieron en las ternas y explique de forma detallada ante los xalapeños y los medios que los informan por qué eligió a quienes eligió y no a otros.
 

Pero no hay información
 
Por lo pronto, poco se puede encontrar en el portal del Ayuntamiento en internet (con excepción de las palabras "Xalapa. Manantial en la arena, manantial de paz y esperanza" y "Florece Xalapa"). Si uno quiere ver algo más no halla nada.
 
Lo que hay es un acta firmada ya pero con espacios en blanco, (https://drive.google.com/file/d/1SfVlWdQtWjhcHwp2Knllk51L3oi2KM4A/view) para la licitación de servicios de papelería y material de limpieza. Quién sabe por qué se firmó el acta en blanco.
 

El caso es que el equipo municipal entrante tuvo seis meses para pensar en el sitio de internet, una importante herramienta de comunicación que permite una transparencia – aunque sea relativa – del funcionamiento municipal.
 
Parece que a nadie se le ocurrió hacer algo. Así que no se puede saber quién es quién y cuánto gana en el nuevo Ayuntamiento, ni cómo comunicarse con los funcionarios, sean de Xalapa o de otra parte...