26 de febrero de 2018
alcalorpolitico.com
Recurro al juego de palabras para tratar de ofrecer un contexto sobre las próximas elecciones y donde, en unas semanas más, estaremos viviendo y conviviendo con los actores políticos que buscan una posición de representación popular, los anuncios en todas sus modalidades y, las encuestas que, precisamente y en ocasiones, descontextualizan la realidad del proceso electoral.
Verá usted caro lector, las encuestas en un proceso electoral son los instrumentos que mayor información vierten sobre cada uno de candidatos, la intención del voto ciudadano, la aceptación o rechazo del candidato o partido, el conocimiento de los aspirantes y, lo más importante quizás, por quién se votará el día de la elección.
Obviamente las tendencias son una muestra representativa del electorado que no pueden asegurar el triunfo de tal o cual candidato ni del partido, sin embargo, sí dan tendencias creíbles y a veces sustos lapidarios de cómo se comporta el grueso del electorado.
Las encuestas también nos dan las estadísticas, porcentajes de participación, perfil del electorado, información que los políticos ni sus asesores siquiera se dan cuenta, pero, que es el sentir del ciudadano, por ejemplo, el hartazgo, el enojo, la decepción y otro tantos datos que cada elección tiene y que, insisto, los políticos desdeñan cada vez más.
Las encuestas históricas, mantienen la probabilidad de que la elección del 1 de julio sea similar en cuanto a participación ciudadana, que los números de los votos sean similares, que el perfil de los votantes se disperse a favor o en contra de cada candidato, además, de la información para elaborar los mensajes de atracción y lealtad, conocimiento y convocatoria del por qué se debe votar por “X o Y” candidato y la información importante del abstencionismo, el voto indeciso, y el voto duro, sobre este último a continuación presento un ejercicio de cómo arranca el camino a la elección, según la revisión de algunas encuestas y numeralia del INE.
Cuando en una encuesta se pregunta ¿por qué partido o candidato votaría usted? Siempre quedará la duda si la persona entrevistada nos dice la verdad de lo que realmente piensa. Evidentemente, si esa pregunta se le hace a un militante de un partido político nos contestará que por su partido.
Existen estudios al respecto del famoso “voto duro” de cada partido que en un principio estará conformado por los afiliados de cada uno de ellos. Según el INE, en agosto de 2017, las fuerzas políticas reportaron tener en números gruesos 19.6 millones de militantes afiliados, esto representa el 22.36 de la lista nominal que, según el INE, al 1° de enero de 2018 es de 87, 618,688 ciudadanos; pensaríamos entonces que el 22.36% de los votos ya está decidido.
Ahora la pregunta será: ¿Cómo votará el 77.64% restante del padrón?
En las elecciones de Presidente de la República la participación ciudadana en el año 2000 fue de 63.97%, en el año 2006 fue de 58.22% y en el año 2012 fue de 63.08%, con estos datos a nuestra disposición es válido esperar que en las elecciones de este año 2018 votará al menos el 60% del padrón electoral que equivales a 52, 571,213 ciudadanos. Es decir, existen 32, 971,213 ciudadanos que definirán la elección. Los partidos por sí solos no ganan la elección necesitan de los ciudadanos.
En nuestra experiencia en la realización de encuestas electorales en el Estado de Veracruz, siempre incluimos en el cuestionario la siguiente pregunta: ¿Cuándo usted vota se fija en el partido o en el candidato? La respuesta es contundente el 69% se fija en el candidato.
Invariablemente preguntamos por el nivel de conocimiento de los candidatos y desde luego de la opinión que se tiene de cada uno basado en la honestidad, experiencia para gobernar y su propia personalidad, incluso, qué piensan del candidato los simpatizantes de otros partidos.
De todas las encuestas que hemos realizado donde aparecen los actuales candidatos sobresalen los siguientes datos José Francisco Yunes Zorrilla, Miguel Ángel Yunes Márquez y Cuitláhuac García, son conocidos.
Destacan las cifras de Pepe Yunes, al cual lo conoce el 92% de los entrevistados, no existe diferencia entre hombres y mujeres, por segmentación a nivel socioeconómico y por edad no existen diferencias a este candidato lo conocimiento. Los datos son avasalladores, el 83% de los militantes de otros partidos tienen una buena imagen de Pepe Yunes.
La intención del voto es otro asunto, ahí las estadísticas también arrojan la preferencia electoral y el día de la elección está definido con la gran intervención de los indecisos; cosa aparte merece el estudio y análisis que aquí hacemos para que usted conforme una opinión de como estarán las cosas para el día en que los veracruzanos voten.
El día de la jornada electoral el voto de los indecisos es el que decide quién ganará y, la mayoría de las veces lo hacen al frente de la boleta dentro de la urna, el mismo día de la elección.
Suburbio 1
Y hablando de encuestas, las que aplicaron un grupo de investigadores de la UV, dejaron muy mal parados a los Institutos de esa institución, ya que en una investigación con temas muy delicados sobre seguridad, en el informe parcial de la indagación, el grupo, sin haber concluido el estudio, presenta datos alarmantes sobre secuestros y levantones que la autoridad no tiene registrados.
[email protected]
Verá usted caro lector, las encuestas en un proceso electoral son los instrumentos que mayor información vierten sobre cada uno de candidatos, la intención del voto ciudadano, la aceptación o rechazo del candidato o partido, el conocimiento de los aspirantes y, lo más importante quizás, por quién se votará el día de la elección.
Obviamente las tendencias son una muestra representativa del electorado que no pueden asegurar el triunfo de tal o cual candidato ni del partido, sin embargo, sí dan tendencias creíbles y a veces sustos lapidarios de cómo se comporta el grueso del electorado.
Las encuestas también nos dan las estadísticas, porcentajes de participación, perfil del electorado, información que los políticos ni sus asesores siquiera se dan cuenta, pero, que es el sentir del ciudadano, por ejemplo, el hartazgo, el enojo, la decepción y otro tantos datos que cada elección tiene y que, insisto, los políticos desdeñan cada vez más.
Las encuestas históricas, mantienen la probabilidad de que la elección del 1 de julio sea similar en cuanto a participación ciudadana, que los números de los votos sean similares, que el perfil de los votantes se disperse a favor o en contra de cada candidato, además, de la información para elaborar los mensajes de atracción y lealtad, conocimiento y convocatoria del por qué se debe votar por “X o Y” candidato y la información importante del abstencionismo, el voto indeciso, y el voto duro, sobre este último a continuación presento un ejercicio de cómo arranca el camino a la elección, según la revisión de algunas encuestas y numeralia del INE.
Cuando en una encuesta se pregunta ¿por qué partido o candidato votaría usted? Siempre quedará la duda si la persona entrevistada nos dice la verdad de lo que realmente piensa. Evidentemente, si esa pregunta se le hace a un militante de un partido político nos contestará que por su partido.
Existen estudios al respecto del famoso “voto duro” de cada partido que en un principio estará conformado por los afiliados de cada uno de ellos. Según el INE, en agosto de 2017, las fuerzas políticas reportaron tener en números gruesos 19.6 millones de militantes afiliados, esto representa el 22.36 de la lista nominal que, según el INE, al 1° de enero de 2018 es de 87, 618,688 ciudadanos; pensaríamos entonces que el 22.36% de los votos ya está decidido.
Ahora la pregunta será: ¿Cómo votará el 77.64% restante del padrón?
En las elecciones de Presidente de la República la participación ciudadana en el año 2000 fue de 63.97%, en el año 2006 fue de 58.22% y en el año 2012 fue de 63.08%, con estos datos a nuestra disposición es válido esperar que en las elecciones de este año 2018 votará al menos el 60% del padrón electoral que equivales a 52, 571,213 ciudadanos. Es decir, existen 32, 971,213 ciudadanos que definirán la elección. Los partidos por sí solos no ganan la elección necesitan de los ciudadanos.
En nuestra experiencia en la realización de encuestas electorales en el Estado de Veracruz, siempre incluimos en el cuestionario la siguiente pregunta: ¿Cuándo usted vota se fija en el partido o en el candidato? La respuesta es contundente el 69% se fija en el candidato.
Invariablemente preguntamos por el nivel de conocimiento de los candidatos y desde luego de la opinión que se tiene de cada uno basado en la honestidad, experiencia para gobernar y su propia personalidad, incluso, qué piensan del candidato los simpatizantes de otros partidos.
De todas las encuestas que hemos realizado donde aparecen los actuales candidatos sobresalen los siguientes datos José Francisco Yunes Zorrilla, Miguel Ángel Yunes Márquez y Cuitláhuac García, son conocidos.
Destacan las cifras de Pepe Yunes, al cual lo conoce el 92% de los entrevistados, no existe diferencia entre hombres y mujeres, por segmentación a nivel socioeconómico y por edad no existen diferencias a este candidato lo conocimiento. Los datos son avasalladores, el 83% de los militantes de otros partidos tienen una buena imagen de Pepe Yunes.
La intención del voto es otro asunto, ahí las estadísticas también arrojan la preferencia electoral y el día de la elección está definido con la gran intervención de los indecisos; cosa aparte merece el estudio y análisis que aquí hacemos para que usted conforme una opinión de como estarán las cosas para el día en que los veracruzanos voten.
El día de la jornada electoral el voto de los indecisos es el que decide quién ganará y, la mayoría de las veces lo hacen al frente de la boleta dentro de la urna, el mismo día de la elección.
Suburbio 1
Y hablando de encuestas, las que aplicaron un grupo de investigadores de la UV, dejaron muy mal parados a los Institutos de esa institución, ya que en una investigación con temas muy delicados sobre seguridad, en el informe parcial de la indagación, el grupo, sin haber concluido el estudio, presenta datos alarmantes sobre secuestros y levantones que la autoridad no tiene registrados.
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