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Columnas y artículos de opinión
Cabos Sueltos
Silvia Sigüenza
28 de febrero de 2018
alcalorpolitico.com
Los veracruzanos ya no sentimos tanto lo duro como lo tupido. Pasadas las pre campañas que tuvieron lo suyito nos toca en el intermedio una serie de atropellos no sólo a los ciudadanos sino también a las instituciones y, estas acciones son presagio de intolerancia absoluta por parte del gobierno estatal.
 
La actitud tomada y hecha pública de inmediato por parte del fiscal del Estado en abierto desafío a la investigadora de la Universidad Veracruzana, que la obligó a desistirse de las afirmaciones contenidas en su investigación, es realmente una falta de respeto a la autonomía de la institución, y no puede sesgar la culpa el señor fiscal hacia la Rectora debido a que a ella no corresponde checar y validar el trabajo de docentes e investigadores.
 
Por parte de la Dra. Rosío Córdoba, incurrió en varios “errores” que confesó públicamente; como el citar como fuentes de su investigación a personal administrativo, académico y estudiantil. Todo el campo de investigación sobre un tema tan delicado se apoya en informantes muy endebles. En fin, la investigadora tuvo que retractarse, lo cual la demerita bastante como universitaria ya que debió haber dado la batalla. No sólo va de por medio su reputación sino también la de la UV.
 

Y como colofón pues declaró lo que ya se ha hecho costumbre cuando los errores son públicos e innegables: y pues sorrajó que su declaración fue malinterpretada por los medios de comunicación.
 
Sra. Investigadora de la UV, cuando se cometen errores en la academia o en la investigación, y se es realmente universitaria hay una cualidad sin la cual lo anterior no aplica a personas como usted; se reconoce el error como absolutamente propio, finalmente le informo que errar es de humanos.
 
Y en otro tenor: la asociación femenina VELOA que tiene a la cabeza a la comunicadora Billi Parker acompañada de mujeres inteligentes que saben trabajar en equipo, rindieron un merecido homenaje a dos periodistas de antaño: Rubén Pabello y Carlos Ferráez.
 

También se desató en el inter de las elecciones estatales acompañadas de la nacional, con amplia y variada enjundia el sacadero de “trapos al sol” de los unos y los otros más los restantes. Y da tristeza, coraje y un gran desánimo darnos cuenta, los gobernados y por gobernar, que la razón y la política han pasado a engrosar las filas del peor descrédito lanzado de todos contra todos, las bajezas más impensadas en tratándose de hombres y mujeres que pretenden ocupar un lugar en los puestos de gobierno (para todos ellos de mando y enriquecimiento) vociferan todas las anomalías, triquiñuelas, robos, incluso vidas privadas, los unos contra los otros y estos contra los unos. Y ante este panorama de ansias por llegar al poder antes de que se acaben el país los que ya han depredado y los que faltan.
 
En el plano más cercano a los ciudadanos, el Municipal; aquí en la capital el Alcalde no termina de entender que este nivel de gobierno está obligado, es su naturaleza, a atender a todo ciudadano que lo requiera.
 
El alcalde debe escuchar a los gobernados, apoyarse en el equipo o cuerpo edilicio, y afrontar sus debilidades de cara a los ciudadanos, procurando además ponerse al corriente de lo que, como autoridad municipal, es obligado escuchar y responder a los ciudadanos que le llevaron a ese lugar.
 

Y ya de salida, les informo que un grupo de periodistas serios se dieron a la tarea de conjuntar esfuerzos y puntos de vista acerca del pasado periodo electoral. Interesantes y valiosos sobre todo porque además de ser plumas reconocidas, los trabajos se hicieron no al calor del momento sino con la perspectiva del tiempo que permite ver con mayor claridad los hechos. El libro bajo el nombre de “EL NAUFRAGIO ELECTORAL” será presentado a ustedes, ciudadanos y colegas periodistas el jueves uno de marzo a las cinco de la tarde, en el salón Lerdo de Tejada del Palacio Legislativo.