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Columnas y artículos de opinión
Metrópoli
Acaso serán las cámaras el problema
Francisco L. Carranco
14 de mayo de 2018
alcalorpolitico.com
Dice el refrán “No hagas cosas buenas que parezcan malas…” y me refiero, precisamente, a los conflictos de seguridad que van en aumento, asaltos, robos en sus diferentes modalidades, daños en propiedad ajena, allanamientos y otros delitos del fuero común que mantienen la alerta roja por el aumento de incidencia delictiva y la negativa municipal a la instalación de Cámaras de vigilancia en la ciudad.
 
Con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de la Secretaría de Gobernación, elaborados con información de la Fiscalía General del Estado se evidencian los incrementos al mes de marzo de actividades delictivas en contra del patrimonio, principalmente, aunque se evidencia la tendencia en todos los rubros de la acción delincuencial.
 
Sin duda, el incremento de las comisiones delictivas se pueden disfrazar por los problemas sociales de la ciudad, la pérdida de trabajo, alza en los precios, desempleo, raquíticos sueldos, pobreza y pocas oportunidades de ganar para sostener la supervivencia cotidiana del día a día.
 

Las acciones de persecución del delito empiezan a reflejar dilación para que las autoridades investiguen y persigan el delito de una forma expedita, no tenemos duda que la Fiscalía recibe las denuncias y actúa, sin embargo, son tantos los delitos presentado en las jornadas laborales de la autoridad que no se pueden atender de inmediato y la dilación, por acumulación tantas denuncias presentadas a diario en las instalaciones del Ministerio Público, levanta suspicacias a las víctimas del delito.
 
La duda razonable existe, no sabemos cuántos investigadores tenga la Fiscalía y con cuantos agentes disponga para la ejecución de la ordenes de aprehensión obsequiadas en contra de los presuntos responsables, obviamente, consideramos la transparencia con que esta corporación realiza su trabajo y no pensamos que la dilación tenga que ver con actos de corrupción o componenda alguna; la dilación es a causa de elevado número de denuncias.
 
Verá usted, el reporte, al mes de marzo del SESNSP, indica que los delitos del fuero común crecen destacando, principalmente, el robo a negocios 387, de estos, algo así 13 robos diarios promedio y; robo a casa habitación, aproximadamente 5 robos diarios 17 con violencia y creciendo; robo de autos 762, aproximadamente 25 vehículos diarios y 235 con violencia.
 

Aunque el robo a transeúnte había disminuido en febrero, el mes de marzo la FGE reportó un incremento en esta modalidad de delito, es de destacar porque se presume que esta forma de agresión se realiza a la luz del día, principalmente, arrebatando los bolsas a mujeres, según la interpretación de los datos estos delitos que integran las estadísticas oficiales es el reporte de las denuncias presentadas ante FGE, lo que hace especular que los índices pueden variar exponencialmente y presentar cifras superiores a las expuestas, con la consideración de que hay víctimas que no denuncian o sea “La Cifra Negra” que muchas veces es muy superior a los delitos denunciados.
 
Pero, ¿por qué? los ciudadanos víctimas del delito no denuncian, muchas veces por la dilación conocida de que en algunos estados del país, incluido el nuestro, del 100% de los delitos en ocasiones las fiscalías sólo investigan el 20% de los delitos cometidos.
 
El temor ciudadano de enfrentase a la autoridad con la falta de conocimiento del servicio y los propios derechos de la ciudadanía para estos casos, la demora de la justicia propiciado por la falta de pruebas y evidencias que hagan más fácil y pronta la investigación para aprehender y consignar a los delincuentes: la presunta vinculación elementos policiacos con el crimen (corrupción) y el largo camino procesal que lleva al denunciante a abandonar su exigencia de justicia por el tiempo que la autoridad tarda en atender el caso, cuando lo hace.
 

Y hablando de evidencias, insisto, creemos que las autoridades de la Fiscalía si trabajan a favor de la ciudadanía, la Secretaría de Seguridad hacen lo propio para la prestación del servicio policial, pero, no es suficiente como ya lo hemos visto.
 
La Policía Municipal, en este caso, debiera coadyuvar para el servicio preventivo y policial más eficaz y eficiente dentro del sistema de justicia penal, eso debiera ser.
 
Sin embargo, las últimas acciones del Ayuntamiento de Xalapa para incorporar la policía preventiva al municipio, enfrenta obstáculos para que el ciudadano no tenga la respuesta expedita; sus denuncias se ha vuelto un proceso lento porque la Policía destinada a Xalapa, se está capacitando en el vecino estado de Puebla y no se sabe cuándo entrará en operación.
 

Por otro lado, los niveles de confianza de los ciudadanos sigue siendo preocupante porque van a la baja ante el aumento de delitos que afectan la paz social; la percepción de ineficiencia policial asusta a la sociedad y las acciones que, la Secretaría de Seguridad Pública, realiza para intentar dar la atención debida a los ciudadanos que aún no cuentan con la Policía Municipal, son la estrategia inmediata para instalar Cámaras de Videovigilancia en la ciudad y que, antes de politizarla por el Ayuntamiento, es una acción necesaria que ayuda a recabar las evidencias en contra de los delincuentes porque este tipo de vigilancia si funciona y hace más “fácil” la persecución del delito.
 
Pero, este recurso alterno de vigilancia tiene como principal opositor al Ayuntamiento de Xalapa y su acalde que, en un intento de minimizar la acción que a ésta instancia de gobierno no se le ocurrió, puesto que pretendió prohibir la instalación de las cámaras, porque la Secretaría de Seguridad Pública no pidió permiso para esa acción; acusando que los lugares estratégicos donde se están poniendo los postes obstruyen la movilidad de los peatones y las personas con algún tipo de discapacidad, que también sufren miedo a la delincuencia, el argumento pone en entredicho el interés público por la Seguridad y, más, cuando quién se opone es el obligado a prestar el servicio de la Policía Municipal que no llega, no hay política pública municipal sobre seguridad en la ciudad.
 
Las videocámaras son una herramienta que ayudará a identificar a los delincuentes y generar las evidencias para que la Policía Estatal y la Policía Ministerial puedan investigar y detener a los malhechores, reduciendo la incidencia delictiva que azota actualmente la ciudad. En fin, cuestión de enfoques.
 

Si usted quiere conocer más datos sobre la incidencia delictiva siga este link:
 
http://secretariadoejecutivo.gob.mx/docs/pdfs/nueva-metodologia/CNSP-Delitos-2018.pdf
 
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