icono menu responsive
Columnas y artículos de opinión
¡Cae Mariano Rajoy!
Helí Herrera Hernández
4 de junio de 2018
alcalorpolitico.com
[email protected]
twitter: HELÍHERRERA.es
 
El caso Gürtel es un proceso de corrupción que llevaba varios meses investigándose en España, que inmiscuye a muchos empresarios ligados en negocios turbios con dirigentes del más alto nivel del derechista Partido Popular.
 
Entre los delitos que se les atribuye a estos líderes del partido que estaba en el poder, destacan el blanqueo de capitales, tráfico de influencias, cohecho y fraude fiscal, los cuales vienen investigándose desde finales del año 2016, mismos que fueron utilizados por políticos destacados del PP para financiar las campañas políticas de 1990 a 2005, tiempos en que ese instituto político estuvo presidido por José María Aznar y Mariano Rajoy.

 
En total fueron 37 los acusados en el caso Gürtel, pero solo 29 fueron declarados culpables de evasión impositiva, fraude, lavado de dinero, malversación de fondos públicos, abuso de poder entre otros delitos, y condenados a 351 años de prisión en total.
 
Destacan entre los sentenciados Francisco Correa, quien es considerado el cerebro de la trama de corrupción y quien controlaba la red de asesores y empresas que organizaban viajes y eventos para el Partido Popular, a cambio de contratos públicos. Pablo Crespo, estrecho colaborador de Francisco Correa, quien era Secretario de Organización del PP en Galicia. Luis Bárcenas, ex gerente y tesorero nacional del Partido Popular, y quien fue el que delató la existencia de una “caja chica” o “caja B” dentro del Partido Popular, inculpando al ahora expresidente Mariano Rajoy como el que la administraba en beneficio de campañas, al margen de las leyes electorales.
 
Independientemente que Rajoy negó haber cometido delito alguno cuando fue llamado a rendir su testimonio en el juicio (se convirtió en el primer jefe de Gobierno en funciones de España en testificar en un juicio), la justicia española encontró suficientes elementos para responsabilizarlo, dando lugar para que el Partido Socialista Obrero Español promoviera la Moción de Censura hace doce días, que desencadenó la destitución del Jefe de Estado Español.

 
Quien lo sustituye es el líder socialista de 46 años, quien recabó el apoyo de 180 diputados, cuatro por encima de los 176 necesarios para la mayoría absoluta, y es el actual secretario general del Partido Socialista Obrero Español, y quien era el rival político de Mariano Rajoy, con quien lleva una relación fría y distante, desde que en el primer debate electoral que ambos protagonizaron en las elecciones presidenciales de 2015, le manifestara, que Rajoy no era un “político decente”.
 
Pero volvamos a la realidad mexicana y anotemos que eso sucede allá, en Europa, no acá, donde todos los escándalos de corrupción, mil veces más cuantiosos que los investigados en el caso Grüger, no merecen apertura de carpetas de investigación, mucho menos llamar como testigo o indiciado a un Presidente de la República, y ni siquiera imaginar una destitución del cargo.
 
Por lo pronto, si Andrés Manuel gana las elecciones presidenciales del primero de julio, tampoco podremos ver un castigo para los que se han enriquecido con el erario público, o que han traficado influencias, o que han permitido la corrupción, como es el caso de Enrique Peña Nieto, entre muchos otros. Ya los perdonó de antemano, sin importar el tamaño de los delitos.