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Columnas y artículos de opinión
La Cuarta Transformación y el Movimiento Estudiantil de 1968
Luciano Blanco González
28 de septiembre de 2018
alcalorpolitico.com
Tuvieron que transcurrir 50 largos años, para que una aguerrida generación formada en la lucha revolucionaria tomara el poder, y ahora esté dispuesta a aplicar las mejores ideas y proyectos de aquel glorioso movimiento de los jóvenes estudiantes que estuvieron dispuestos a ofrendar sus vidas como lo hicieron en Tlaltelolco y en tantos otros frentes, en pos de la causa común en contra de la represión, por la justicia, el diálogo, la libertad y la democracia.
 
México como país vivía, en aquel entonces, uno de los momentos más importantes de su historia, que era la organización de las olimpiadas mundiales de 1968, para lo que el gobierno construyó una infraestructura trascendente que significó el inicio de la salida del subdesarrollo tercermundista, fue el año en que las masas populares y todas las clases sociales tuvieron acceso a la televisión, que era un lujo restringido que se superó con la colocación de antenas retransmisoras en todo el territorio nacional, pero además colocaba al país en el centro del universo.
 
Este privilegio se conquistó porque éramos un país que garantizaba estabilidad y en los conflictos mundiales éramos un país neutral, que convivía pacíficamente y sin inmiscuirse entre los bloques capitalista y comunista que dominaban al mundo.
 

En mi opinión, el movimiento del 68 no fue un movimiento espontaneo, sino que fue producto de importantes acontecimientos que hacían que el país embullara por todas partes sin encontrar puntos precisos que atenuaran la tensión, había varios factores que influyeron además de las olimpiadas, motivo por el cual, el Estado seguramente quería presentar un país en paz y trabajando, lo dijo Díaz Ordaz “Todo es posible en la paz”.
 
Entre los motivos que cargaban el ambiente social, ideológico y político, encontramos por un lado la guerra fría que sostenían las potencias mundiales en el bloque imperialista encabezado por Estados Unidos, con una feroz penetración y vigilancia de todos los movimientos sociales y políticos del mundo, a través de la CIA que era su agencia de espionaje y, en la práctica, una organización criminal implementada para impedir que el otro bloque, el comunista, se consolidara en algunos países de la región encabezados por Cuba, Rusia y China, a quienes denominábamos, La Habana, El Kremlin y Pekín.
 
Por otro, en América Latina se realizaba en aquel entonces un intenso movimiento guerrillero, y aunque Cuba nunca interfirió en los asuntos nacionales, la imagen libertadora y la rebeldía del Che Guevara estaba presente en la conciencia de toda la juventud, que al grito legendario de Patria o muerte ¡Venceremos! coreaba la consigna en las calles, adornaba con posters sus cuartos y la estampaba con letras rojas en las bardas, emulando al héroe guerrillero con copias de su atuendo. En el 68 la juventud estaba triste y dolorida, pues en el octubre anterior El Che había sido asesinado en las montañas bolivianas por el ejercito lacayo de aquel país, levantando una ola de indignación y de rabia mundial.
 

Además, la juventud estaba contagiada por la ira que provocaban las constantes agresiones de Estados Unidos en la pequeña e indefensa isla de Cuba, que hacia brotar una importante solidaridad con el envío de médicos e ingenieros, hasta la inscripción de miles de mexicanos para trasladarse como combatientes a Cuba si era necesario, en aquellos tiempos muchos jóvenes en apoyo deseaban ir a cortar caña de azúcar a los campos cubanos y algunos se esmeraban por estudiar por la posibilidad de irse a estudiar a la Universidad Patricio Lubumba, en Rusia.
 
En aquella década, en todo México estaba desatada una ofensiva represión policiaca contra líderes y dirigentes que se daba a todos los niveles, el líder ferrocarrilero Demetrio Vallejo fue encarcelado por exigir mejoras salariales para su gremio, compartiendo celda con el líder comunista Valentín Campa. El líder agrario Rubén Jaramillo, su esposa embarazada y sus tres hijos fueron secuestrados y asesinados por el delito de continuar la lucha de Emiliano Zapata con el postulado de Tierra y Libertad.
 
Los médicos y enfermeras que se movilizaron para exigir mejores salarios fueron salvajemente desalojados de las clínicas del ISSTE y substituidos por médicos militares, los dirigentes fueron cesados de sus plazas y encarcelados.
 

De la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa egresó el profesor rural Genaro Vásquez Rojas, un líder político que fundó la Asociación Cívica Guerrerense, cuyos planteamientos reivindicatorios resonaban en todo el país, y si en un principio eran exigidos en forma pacífica y no tenían tintes subversivos, más tarde la represión oficial los obligó a elegir la vía armada, conformando un movimiento guerrillero que conmocionó al país, junto con la Brigada de Ajusticiamiento, después convertido en Partido de los Pobres, dirigido por el también maestro, egresado también de Ayotzinapa, Lucio Cabañas Barrientos. Todo esto como continuidad al movimiento guerrillero iniciado en 23 de septiembre de 1965, en que, desesperados por la situación del país y por las persecuciones políticas, un grupo de jóvenes combatientes asaltaron el cuartel militar del Ejército Mexicano de Ciudad Madera, Chihuahua, con trágicos resultados.
 
En este marco de violencia y represión que envolvía al país en 1966, estudiantes de la Universidad San Nicolás de Hidalgo, de Morelia, Michoacán, fueron reprimidos en una manifestación y su universidad ocupada por el ejército culminando con el encarcelamiento del líder Rafael Aguilar Talamantes.
 
Pero no todo eran luchas fallidas, en Puebla en 1964, la policía atacó una manifestación estudiantil y popular en aquella ciudad, exigían el cese a la represión y la libertad de líderes campesinos entre los que se encontraba Ramón Danzós Palomino, dirigente de la Central Campesina Independiente. El movimiento se generalizó y provocó la caída del gobernador, general Antonio Nava Castillo. Esta acción constituyó el triunfo de un movimiento popular estudiantil, pues tumbar un gobernador no es cosa menor.
 

En 1967 se aglutina la juventud estudiosa del país en torno a la huelga en la Escuela de Agricultura “Hermanos Escobar”, de Ciudad Juárez, Chihuahua, que solicitaban la federalización del plantel, en apoyo estalló la huelga en Chapingo, el Politécnico, las normales rurales y en decenas de escuelas y facultades de todo el país, se hicieron paros, marchas, volanteos, mítines y el resultado fue la creación de la Escuela de agricultura de la Universidad de Chihuahua, incorporando a todos los estudiantes de la Escuela Superior de Agricultura “Hermanos Escobar”.
 
A inicios del año de 1968, la juventud estudiosa que participaba en las luchas populares, estaba concentrada en conseguir recursos para poder ir a Guanajuato a participar en la Marcha de la Libertad, convocada por la Central Nacional de Estudiantes Democráticos y en las colectas y boteo se explicaba que la aportación era para ir a pedir la libertad de los presos políticos normalistas y universitarios, encontrando una respuesta entusiasta de la población, cientos de jóvenes se concentraron en Dolores Hidalgo, Guanajuato, de donde partió el 4 de febrero la histórica e inolvidable “Marcha por la Ruta de la Libertad”, donde se solicitaba la excarcelación de Rafael Aguilar Talamantes, Efrén Capiz Villegas, entre otros presos políticos estudiantiles, la marcha avanzó el día 5 desde Salamanca hasta valle de Santiago, a cada momento llegaban jóvenes de todo el país y amenazaba en convertirse en una gigantesca marcha por lo que ante el temor de lo que podía generar intervino el ejército y la marcha fue disuelta, pero su trascendencia fue nacional.
 
La bola de nieve iba creciendo, ya no se hablaba de movimientos aislados, todos repercutían de alguna manera en el resto del conglomerado. Demetrio Vallejo, icono en ese momento de la lucha social y su encarcelamiento símbolo de la represión gubernamental, para lograr su libertad, en marzo de 1968 inició una huelga de hambre. Siendo secundado por más de una decena de reos políticos y como calentando el brazo en preparación del octubre trágico, los principales líderes de la UNAM hacen lo mismo. El 2 de abril se puso en huelga de hambre Pablo Gómez, de la Escuela Nacional de Economía y se declaran en ayuno Romeo González y Luis de Alba, presidente de la Sociedad de Alumnos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y presidente de la Sociedad de Alumnos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México respectivamente, así como otros dirigentes estudiantiles, reforzando el movimiento con marchas y pintas.
 

Mientras que en Veracruz y Puebla, así como en importantes ciudades de la república, se vivía una contagiosa efervescencia de lucha.
 
Pero el detonante de la gran movilización fue la brutal represión policiaca en contra de los estudiantes el día 23 de julio como consecuencia de un enfrentamiento estudiantil entre estudiantes de la vocacional 2 y 6 del Instituto Politécnico Nacional y los estudiantes de la Preparatoria Isaac Ocheterena de la UNAM, en ese día la brutalidad de los gendarmes se consideró un verdadero atropello que indignó a toda la comunidad universitaria y politécnica, para no caer en pesados detalles solo referiré un detalle que nos da luz sobre el ambiente general que se vivía y ese acontecimiento ampliado, nos muestra las represiones en Xalapa, Veracruz, en Puebla con Los Carolinos entre otros,
 
El 26 de julio, aniversario de la Revolución cubana, Se realizó una marcha convocada por la FNET (Frente Nacional de Estudiantes Técnicos) con la participación de alrededor de 50 mil estudiantes. A unas cuantas cuadras se llevaba a cabo otra manifestación para conmemorar el aniversario de la toma del Cuartel Moncada con el que se inició la Revolución cubana. Esta actividad fue convocada por la CNED, (Central Nacional de Estudiantes Democráticos) organización estudiantil dirigida por el PCM. (Partido Comunista Mexicano) Ambas manifestaciones tenían el permiso del DDF. La indignación de los estudiantes del Politécnico que participaron en la marcha de la FNTE era tal, que alrededor de 5 mil se separaron al grito de ¡Zócalo… Zócalo! Con el propósito de dirigirse a ese lugar [nunca antes ninguna marcha había llegado al zócalo]. Se reunieron con la marcha en apoyo a Cuba que en ese momento se encontraba en el Hemiciclo a Benito Juárez y unidos se dirigieron por las calles de Madero hacia el zócalo.
 

Al darse cuenta del gran despliegue policíaco en las calles vecinas varios estudiantes trataron de evitar que la marcha siguiera, pero la indignación estudiantil era muy grande. El choque fue inminente y el enfrentamiento entre policías y estudiantes duró varias horas, la policía realizó una represión despiadada, los estudiantes fueron perseguidos y golpeados sin piedad, convirtiéndose el centro de la ciudad en un verdadero campo de batalla. El balance de los del Politécnico fue que hubo 8 muertos, 500 heridos y 200 detenidos. La policía declaró haber detenido a 76 personas y el Regente Alfonso Corona del Rosal negó que hubiera muertos.
 
Al mismo tiempo que se desarrollaban los acontecimientos, agentes del Dirección Federal de Seguridad del Servicio Secreto ocupaban las oficinas del Comité Central del PCM y los talleres de su órgano periodístico ‘La Voz de México’; ahí mismo aprehendieron a algunos miembros del Partido, a otros en sus domicilios y otros más en lugares alejados de los acontecimientos. Pretendían hacerle creer a la opinión pública que fueron ellos los que provocaron el enfrentamiento. (México del 68. Cronología de la revuelta estudiantil).
 
Para el 30 de julio la situación ya estaba fuera de control, todo el país estaba convulsionado, la mayoría de escuelas y facultades del país estaban en protesta por la represión que se agudizó aun más el centro de la ciudad de México volvió a ser un campo de batalla, pues el estudiantado en su repliegue colocó muchas barricadas con camiones y llantas que fueron quemadas. Los granaderos, al tratar de detener a los estudiantes, fueron repelidos por la resistencia que estos presentaron. La capacidad de combate de los estudiantes fue tal que el gobierno ordenó la intervención del ejército. Los militares se abrieron camino destruyendo de un bazucazo la puerta principal de la Prepa 1, además tomaron las prepas 3, 2 y 5 de la UNAM y Voca 6 del IPN. Se habla de que hubo muertos en el bazucazo y las acciones represivas del ejército, el número de lesionados fue de 400 y el de detenidos de 1000. Al medio día en CU, el rector Javier Barros Sierra decretó día de luto para la UNAM por la violación de la autonomía universitaria, alzando la bandera a media asta. Los Consejeros de las Facultades y todo el profesorado del IPN y Chapingo, así como los del Colegio de México, manifestaron su apoyo a las autoridades universitarias y a la lucha de los estudiantes. En esos momentos esos el Regente Corona del Rosal declaró que los acontecimientos se debieron a los “agitadores profesionales” del PCM.
 

Es muy importante anotar que el movimiento se nutria del actuar de las brigadas estudiantiles de información y vinculación, las asambleas estudiantiles posteriormente las asambleas generales, que fueron el motor de las decisiones y acciones durante el movimiento, así como los Comités de Lucha. Las brigadas estudiantiles realizaban el boteo, el reparto de volantes y los mítines relámpago, estos últimos con el fin de evitar la represión policíaca y de agitar y agrupar a la población. Durante los mítines relámpago había numerosos casos en que los ahí congregados defendían al orador cuando atacaban los granaderos. La gran simpatía que el movimiento había logrado también se demostraba con el actuar de los sectores populares, por ejemplo, en los mítines relámpago que realizaban en mercados les regalaban todo tipo de mercaderías; en las marchas se unían espontáneamente vendedores ambulantes, boleros y niños periodiqueros, además de algunos trabajadores organizados. Al paso de las marchas se oían atronadores aplausos y gritos de apoyo a los estudiantes formándose enormes vallas a las orillas de las manifestaciones.
 
Y así se desarrollan los acontecimientos hasta el 2 de octubre, cuyo desarrollo es conocido por todos, un batallón “Olimpia”, un helicóptero con luces de bengala que dio la señal de ataque a hombres vestidos de civil con guante blanco, que disparaban contra los estudiantes, una masacre demasiado reseñada.
 
Pero en el tema central de este artículo, quiero destacar que a partir de octubre del 68, con la elección de Luis Echeverría se dio una apertura y tolerancia hacia los jóvenes sin restricciones de ninguna naturaleza.
 

De esa generación buen número de activistas ya como profesionistas, se incorporaron a contribuir al desarrollo nacional, otros fuimos cooptados por el gobierno y otros más se dedicaron a fertilizar en las aulas la semilla de la inconformidad y de la rebeldía que ahora fructifica.
 
La izquierda mexicana, alguna se fue a la montaña a combatir en la guerrilla de donde fueron bajados por el sistema, mediante una amnistía y muchos fueron diputados y senadores.
 
Andrés Manuel López Obrador en tanto, se desempeñaba como un buen priista, en donde militó hasta que tuvo que abandonar la dirigencia del PRI en Tabasco, hostigado por diseminar ideas socialistas, ya que él se colocó en el ala izquierda del partido, de ahí se dedicó a deambular como funcionario en distintas dependencias para sumarse posteriormente a la corriente neo cardenista, que absorbió a toda la izquierda mexicana, plegándose a la corriente democrática del Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y encabezada por Porfirio Muñoz Ledo, quienes formaron el Frente Democrático Nacional que postuló a Cuauhtémoc Cárdenas a la Presidencia de la República y a Andrés Manuel a la Gubernatura de Tabasco.
 

Estas mescolanzas de izquierdas tradicionales y el ala izquierdista del PRI, después de largas disputas y acuerdos, se unieron nuevamente y acuerdan formar el Partido de la Revolución Democrática, donde Andrés logra ser Presidente del PRD en Tabasco y luego su candidato a Gobernador. Previamente el tabasqueño deambuló por todo Veracruz en la campaña para Gobernador apoyando al Ingeniero Heberto Castillo.
 
Así, en ese vaivén histórico, se entrelazan los cuadros políticos e ideológicos que dirigieron el movimiento libertario de 1968 y que, con su innegable influencia, lograron convencer a los ciudadanos de un cambio mental de quienes serán nuevos funcionarios y un cambio operativo en la estructura de gobierno.
 
Andrés es ahora un hombre de izquierda, que se prepara para ejercer el poder a partir del primero de diciembre, se ha rodeado de muchos ideólogos de las pasadas luchas, por ejemplo Doña Olga Sánchez Cordero, confiesa que ella fue una de las participantes en el movimiento del 68, sin duda alguna Ifigenia Martínez, quien fuera un fuerte pilar en aquel movimiento como directora de la Facultad de Economía, hoy Senadora de la República, Porfirio Muñoz Ledo, la izquierda del PRI, hoy Presidente de la Cámara de Diputados y miles de luchadores que se incorporaran a la administración pública.
 

Por eso tenemos esperanzas de que esta cuarta transformación anunciada se caracterizará por un cambio urgente en las estructuras mentales de los gobernantes en cuanto a la forma de resolver los problemas, Andrés está dando el ejemplo con diálogos sencillos pero reconfortantes, como el consuelo a los padres de los desaparecidos de Ayotzinapa. Más democracia que se debe de caracterizar por una apertura y respeto a las minorías políticas para que prevalezca la unidad. Leyes justas que permitan a los mexicanos vernos como iguales sin discriminaciones, apoyo a la salud reproductiva de las mujeres, leyes que propicien vernos como iguales hombres y mujeres en el trato y en la convivencia. Salarios justos, trabajo y oportunidades para todos. La infraestructura es urgente pero su realización no es razón para que hablemos de un buen o mal gobierno, pues todo dependerá del erario cuya fortaleza requiere de la participación de todos. Esperamos que el señor ilumine al futuro presidente para que fluyan a borbotones los ideales del 68. No a la represión, diálogo, justicia, democracia y libertad. 2 de Octubre no se olvida.- Por el bien de la patria.
 
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